Don Charlie tiene cierta razón en lo que dice. El sistema de registro sonoro se dedicaba, sobre todo, al registro de números de variedades o arias operísticas. De este modo el cine volvía un poco a la infancia, a las "vistas" (ahora también "oídas") de los hermanos Lumière.
Los primeros largometrajes sonoros (1927-1929) sólo eran sonoras en la parte musical y la banda de efectos. Para los diálogos se seguían utilizando intertítulos. El cantor de jazz sólo tiene un par de frases sincrónicas, pero esto fue lo que causó furor entre el público. La apuesta de la Warner y, a rebufo, de toda la industria de Hollywood, fue por las películas habladas, que no sonoras. Todas las polémicas de aquellos años que implicaron a Chaplin, a Gance o a Clair iban en esta dirección.
1930-1932 es el periodo del triunfo del "talkie" no del "soundie"... Con Mamoulian o Clair a la cabeza de las honrosas excepciones.
ilustrando, don venerando