Puede que se haya pensado que por ser el director de la magnífica Dioses y monstruos (donde fugazmente se veía a la novia) tal vez sea una buena opción para dirigir este film. A mí, me parece que no lo es (siendo tal vez esto sólo un prejuicio por mi parte) y que Guillermo del Toro o incluso un Gore Verbinski, post La cura del bienestar, serían por mi parte candidatos más idóneos.
Saludos