De acuerdo, pero no olvidemos de que se trata de una película de carácter político, no en un sentido propagandístico sino como retrato de una década repleta de "fantasmas". Sé que no es necesario mostrar el rostro de Bin Laden para acentuar la obsesión de la protagonista por cazarlo, pero es que voluntaria o involuntariamente ésto abre otra lectura, y ello conlleva a especular. Yo no creo que Bin Laden cayera de esta forma como se relata. Es mi propia percepción de la realidad. La peli me encantó, que conste.