Con todo el entusiasmo que alguien como Rob Cohen pueda transmitirnos, es decir, el justo, parece ser que la tercera entrega de La Momia puede resultar un acierto.
Según ha dicho el propio director en su blog de la peli,
ha enseñado la película a los ejecutivos de Universal y han quedado extasiados: “Hicimos un pase hace unas pocas semanas para las cabezas de las distintas divisiones del estudio (distribución, home video…) y la reacción fue unánime. Dura cerca de 1h y 53 minutos, y con los ajustes que hacemos a diario está tomando su forma final. El estudio ha sido muy colaborador y reconfortante. ¡
Sabes que les encanta cuando te preguntan si quieres más dinero para el presupuesto de efectos visuales! Que hay más tomas que quiera hacer pero no tengo el dinero para hacerlas… Por supuesto, la respuesta es sí. Nunca es suficiente cuando se trata de entretener al público en una película. Esa clase de apoyo de los directores del estudio Marc Shmuger y David Linde, de la presidenta Donna Langley, y los V.P.s Jeff Kirschenbaum y Erik Baiers es raro en Hollywood, por lo que estoy tremendamente satisfecho”.
Se ve que el tipo está contento con las facilidades que le han dado. Pero sigue quedando la duda de si más dinero es sinónimo de calidad. Evidentemente lo será en lo puramente técnico, pero recordemos la segunda parte de La Momia, con doscientos mil decorados, personajes y efectos de ordenador que acababan siendo demasiados y se convertían en el lastre de una peli que era como montar en una montaña rusa que va siempre hacia arriba. Acaba aburriendo.
Esperemos que Cohen aprendiese eso y no haya cometido el mismo error. Yo tengo mis serias dudas.