Bueno
Dr.Gonzo, yo parto del hecho de que la objetividad en casos como estos no existe (hablamos de gustos, por tanto de algo completamente subjetivo, no de verdades empíricas, universales e incuestionables). Intentaré explicarme: a ver, uno más uno son dos, eso es una verdad universal e incuestionable, ahí no hay debate posible; sin embargo, en algo como el cine, la comida, etc, no hay objetividad posible. A una persona puede gustarle la torilla con cebolla y a otra persona darle ganas de vomitar, ¿quiere decir esto que alguno de los dos está equivocado?, ¡no!, pues hablamos de algo subjetivo al 100%. Mira, el mejor ejemplo de lo que digo, son los llamados "expertos" en cine, es decir: los críticos. Si esto del cine fuese algo objetivo, todos y cada unos de los críticos del mundo, deberían opinar exactamente igual de cada una de las pelis que existe y esto no es así, es más, hay infinidad de casos en los que unos ponen a parir una peli y otros la alaban. La objetividad no se puede aplicar en todas las circunstancias, porque entonces, ya puestos, también debería haber una ideología política o teológica "correcta", ¿no? y como sabemos esto no es así (gracias a Dios
, debo añadir).