Puede ser muy interesante ver a Simon Pegg alejado de la vertiente cómica que le rodea en la mayoría de sus películas, desde la trilogía de Wright hasta su papel en Star Trek.
Se me hace difícil verlo como un asesino, pero seguro que da la talla. Dicen que lo más difícil es hacer reír a la gente, y él lo consigue en cada película.