Una de las peores superproducciones que he visto en bastantes años, impropia de una saga que supuestamente cuesta y genera mucho dinero, la verdad es que me ha parecido francamente chocante.

Durante los primeros minutos, aburrido, me encontraba a mí mismo pensando en la diferencia que puede llegar a suponer el saber o no saber gestionar las expectativas del espectador, dónde enfocar la atención, construir el suspense, etc. Y me refiero a un nivel esencial, visual, de construcción de planos, porque la misma Jurassic Park de 1993 me parece una película de aventuras modélica en cuento a planificación, y es un ejercicio interesante ver los primeros veinte minutos de aquélla e imaginarla como si fuese cine mudo, que tiene que expresarse únicamente a través de las imágenes (un poco a la manera del experimento de Soderbergh con Raiders of the Lost Ark). Y en contraposición en esta nueva trilogía cada entrega ha sido más torpe, deslabazada y perezosa que la anterior, a pesar de que la primera más o menos me agrada.

Pero vaya, lo que no me esperaba era el resto de la película. Es algo chocante. Otras secuelas de Jurassic Park se definen por una serie de eso que a veces llamamos set pieces, escenas de acción con un determinado planteamiento y desarrollo que pueden funcionar por sí mismas con independencia de que el resto de la película no sea un todo cohesionado. Pero aquí, de alguna manera se podría decir que toda la película es un único set piece que se define por actores corriendo delante de una pantalla azul y dinosaurios, escenarios y peligros añadidos a posteriori con un ordenador. A veces es tan pobre, tan incoherente, que parece que la trama misma la hubiesen añadido en posproducción, y no lo digo del todo en broma. Es decir, una cosa es que las expresiones de los actores no se correspondan del todo con lo que los personajes están viendo y que haya imágenes en las que dinosaurios enormes estén a pocos metros de los protagonistas sin que pase nada de nada ni parezca importar, y otra cosa es que la mayoría de las escenas parezcan tener tan poco planteamiento que uno ni se sitúe en dónde están los personajes, quiénes son, o por qué hacen lo que hacen.

Me resulta llamativo que los actores de la película original hayan consentido tener papeles más o menos sustanciosos en este engendro. A ratos realmente me parecía una de esas series de televisión de cadenas de ciencia ficción baratas, o una de las películas de bajo presupuesto con nombres parecidos a blockbusters y que salen para aprovechar el tirón de un estreno, como si esta Jurassic World: Dominion fuese la copia cutre y el original fuese a estrenarse en un futuro próximo.

En fin, muy mala.