Yo lo intento... Quiero ser bueno durante todo el año para que los Reyes me traigan muchas cositas, pero uno es trasto por naturaleza y todos los años temo que me dejen un puñado de carbón. Aunque, como los Reyes son majetes y el sector de la minería no pasa por su mejor momento, al final siempre cae algún regalo jugoso el 6 de enero.
Este año, por fin, la lente de mi PS3 podrá tomarse un ligero respiro y ceñirse a los juegos porque ha aterrizado en mi salón mi primer reproductor BD de sobremesa ajeno a la consola. Hay un nuevo "lector" en la ciudad y ha llegado para deslomarse con mi colección. Espero que venga desayunado.
Lógicamente, no podían faltar algunas pelis.
Y un poco de alfalfa para la PS3, no se vaya a poner celosa de la nueva maquinita.
Pero no todo va a ser tecnología y vicio audio-visual en este señalado día. Unos buenos Reyes Magos no pueden renunciar a los clásicos...
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