En efecto, entre pícaros anda el juego:
Yo también soy un cachondo y un irónico de cuidado, pero siempre con respeto y comedimiento, no vaya a ser. Con vosotros tengo cariño y confianza ya, y saco mi vena
locaza sin miedo. Más comedido que tú, cómo bien indicas, aunque coincidirás en que mucho menos que cuando llegué aquí.

, de modo que suéltate la melena conmigo sin ningún problema.
Ni yo mismo hubiera expresado mejor el pensamiento general de los
expertos sobre
Steiner, manipulador emocional y populista, son dos de los adjetivos que reputados colegas de profesión le han adjudicado, y cómo siempre que se dan este tipo de actitudes tan radicales, con descalificaciones incluidas en el paquete, no entiendo absolutamente nada, y por mi se pueden ir todos a recoger amapolas tranquilamente.
Vamos a ver, malditos alcornoques, ¿que demonios tiene que ver, la intencionalidad de una partitura o su principal área de aplicación con su calidad?. Es que es siempre igual, la madre que os trajo. Igual con el cine comercial o ligero o ciertos géneros literarios. Hagan lo que hagan, de facto siempre serán vistos de entrada con recelo.
Ahora resulta que una partitura eminentemente descriptiva o emocionalmente leifmotívica (¡toma palabro!), es superior a una que indage en la descripción psicológica de los personajes. Pues bueno, pues vale.
La exquisita formación clásica de este hombre , su dominio del contrapunto, su brillante y nada arquetípico uso del mickeymousing, y sobretodo, esa miriada de temas que se vinculan y mutan junto con los personajes y situaciones a los que acompañan de manera sobrenatural. Y cómo bien has dicho, musicalizar acción es tremendamente complejo, y este hombre lo hacía de tal forma que si pruebas a quitar el volumen ya la secuencia no funciona.
¿Ampuloso, pomposo, suntuosas orquestaciones, se nota que se gustaba mucho? ¡Claro que si! Parte es costumbre en la época y parte porque se sabía un revolucionario del lenguaje musical cinematográfico. Y eso te hace sacar pecho, evidentemente. Pero negar su calidad musical me parece muy atrevido, sinceramente. No era un genio prodigio cómo
Korngold, que hizo historia tanto en música clásica cómo en música de cine, pero era muy, muy bueno.
Dejando a un lado la fundacional King Kong (con las tubas y trombones imitando el sonido de los aviones al final, una cosa alucinante), Los Tres Mosqueteros, Centauros Del Desierto, The Adventures of Don Juan, The Charge of The Light Brigade, El tesoro de Sierra Madre, Murieron con las botas puestas o She, me parecen varias de las mejores bandas sonoras de la historia.
A este respecto, las reconstrucciones de varias de estas partituras completas por parte de William Stromberg y la filarmónica de Moscú son imprescindibles para redescubrirlas en todo su esplendor.
PD:
http://www.tributefilmclassics.com/catalog/