Vista esta tarde la película más que defraudarme, no me ha provocado casi nada (ni bueno, ni malo), he salido muy indiferente de su visionado.
Creo que Rusell está agotando una fórmula que le ha funcionado más o menos bien en sus anteriores colaboraciones con Lawrence, pero que, por lo menos para mí, ya digo se está agotando. Es que incluso creo que Rusell está muy plano en la realización (vale que para mí nunca ha sido un portento en la puesta en escena, pero creo que, por ejemplo, en El luchardor presentaba unas maneras que aquí no he visto).
Si además la historia no me ha enganchado tanto como los guiones de El lado buenos de las cosas y La gran estafa americana, y los personajes me hayan parecido conocidos, en muchos aspectos, perfectamente "trasplantables" de dichas películas, pues al final se ha dado el caso de que la película me haya dejado, como digo, indiferente. No sé, si al menos fuera algo más arriesgda podría pensar que incluso siendo fallida sería un "resbalón atrevido" una "valiente equivocación", es decir un tipo de película en la que valore que hay riesgo, factor que sinceramente poco he visto por aquí. Es que incluso hubiera preferido que me gustara que me provocara reacciones adversas hacia ella en vez de no provocarme nada.
En definitiva que me quedo con algún destello a nivel formal (esos momentos Lynchianos que comenta fshtravis) y con una Lawrence que aunque cada vez sea menos santo de mi devoción (sobre todo por su razón de ser, no por su forma de actuar) y no creo que merezca una nueva nominacaión al Oscar (creo que este año por lo poco visto (Rampling) y lo bastante más leído (Larson, Blanchett, Ronan...) hay mucha competencia de calidad), debo reconocer que vuelve a llevar a cabo un trabajo la mar de competente.
Por cierto, la indiferencia con la que he salido de la sala creo que ha provocado que cometiera la "locura" de volver a ver Eisenstein en Guanajuato, parece que hoy tenía ganas de riesgo fílmico.
Saludos