Pues allá vamos. Crítica SIN SPOILERS:
Lo primero, aclarar algo que se lee mucho sobre esta película, y cuando uno lo ve queda claro que no es verdad: esta película no usa al Joker como excusa para contar otra cosa. No es "un personaje que le llaman el Joker como podrían llamarle otra cosa". No, y no lo digo solo por el maquillaje y vestuario o el nombre de Gotham.
La película asume todos los rasgos distintivos de la mitología del cómic y los integra de forma orgánica en la construcción del personaje. Algo parecido a lo que hizo Nolan con Batman en Batman Begins.
Y Todd Philips es consciente de ello, de hecho enfatiza visualmente que está presentando el nacimiento de un mito. No es un psicópata cualquiera, esta historia y contada de esta manera solo puede ser la del Joker.
Eso sí, como se ha dicho otras veces, es un posible origen del Joker. Aunque saca elementos de algunos comics (sobre todo La broma asesina y sorprendentemente, The Dark Knight Returns), no pretende establecer el canon de la continuidad. Aún así, establece esa historia alternativa a partir de la mitología de los comics.
En cuanto a la película en sí, como he dicho antes, me ha parecido aún más arriesgada de lo que esperaba: una construcción dramática y de personaje a fuego lento. Algunos dirán lenta y aburrida. Para mí el ritmo narrativo es el adecuado, porque no hay reiteración, cada escena añade algo, hace avanzar la trama o el desarrollo del personaje de alguna manera.
El ritmo va creciendo hasta la parte final, donde todo estalla. Para mí una cocción lenta que da como resultado un plato en su punto.
Además de eso, la película es aún más oscura y deprimente de lo que pensaba, algo que seguramente también echará para atrás a mucha gente. La violencia, aunque no es muy abundante, es muy cruda. Realmente la violencia impregna cada fotograma, aunque solo estalle ocasionalmente.
Philips presenta un marco social asfixiante, el Nueva York de finales de los 70/principios de los 80 infestado de suciedad, pobreza y crimen. El Joker, por supuesto, es un producto de esa sociedad. Pero eso no significa que se justifiquen sus actos, como algunos periodistas memos están contando. Más bien funciona como un aviso, un cuento aleccionador: una sociedad tan deshumanizada convierte a hombres desvalidos en monstruos. Las referencias a Taxi Driver y El rey de la comedia están ahí, inevitable, pero no es un remake ni una copia. La película tiene su propia personalidad.
El apartado visual es fascinante, y la música (que por momentos remite a El Caballero Oscuro) a veces resulta casi experimental, todo ello ayuda a crear esa atmósfera malsana que inunda la película.
Y de Joaquin Phoenix poco que decir. Ya se ve en los trailers muestras de su hipnótica interpretación. Solo añadir que además la progresión está muy medida: Arthur Fleck va desapareciendo mientras va asomando poco a poco el Joker. De hecho, entiendo que el compañero Versta2 diga que echa en falta más definición en la parte final como el Joker. Yo también tenía esa sensación, pero de repente me di cuenta: ni siquiera cuando aparece ya con maquillaje y traje es todavía el Joker. Aún falta algo para que Fleck desaparezca del todo:Spoiler:
Así, el origen, la construcción del personaje, abarca casi toda la película, otro rasgo de valentía que seguramente le costará que alguno salga decepcionado. Pero es una decisión consciente y muy bien trabajada.
En fin, deseando volver a verla cuando se estrene. Esta película es muy necesaria en el panorama actual de adaptaciones de los comics, una vez desaparecidas las franquicias de Fox. La cara opuesta del MCU. Es bueno que existan las dos.
Nota: 9