Es curioso el fenómeno que está provocando esta película antes de su estreno comercial... En Venecia, cuna de festivales, ovación de ocho minutos, León de Oro y críticas de excelencia cinematográfica, todos con los dientes largos, más si cabe después de los tráilers... Debuta en Toronto, entra la "crítica" norteamericana y una sección de la misma se ceba, pero prácticamente todos los comentarios negativos se basan en valores absolutamente extracinematográficos; que si va animar a los incels, blancos heterosexuales frustrados a cometer actos violentos, que si demasiado oscura y retorcida, que es peligrosa y problemática, tal cual... Esto, al margen de unos cuantos que actúen por intereses creados, dice mucho más de la paranoia estadounidense que de la película en sí. Que sea más fácil culpar a un personaje ficticio, el gran villano por antonomasia del cómic para más inri, que a una realidad esquizofrénica, ultracompetitiva e incapaz de reconocer las trágicas consecuencias de la descontrolada venta de armas... Eso sí que da miedo.