Generalmente, las personas que sufren Folie à Deux suelen tener una
estrecha relación, son personas que viven juntos o muy cerca y que, además, no interactúan con otras personas o lo hacen en muy pocas ocasiones, es decir, hay un alto nivel de aislamiento social significativo. De ahí que existan casos en matrimonios, hermanos o padres e hijos.
Suele, además, darse en situaciones estresantes proclives al desencadenamiento de síntomas psicóticos.
En la relación de las personas que conforman la Folie à Deux suele haber uno más dominante, que sería el primero que sufre el trastorno, y otro dependiente que se consideraría la persona inducida al trastorno.
Como vemos, las condiciones que tienen que darse para poder llegar a este extremo son varias, aparte de que en ambos haya una vulnerabilidad a enfermar de psicosis, la
dependencia emocional extrema también es un factor muy importante, donde se da la confluencia entre ambos, es decir, vivir los síntomas de la otra persona como si fueran míos.