Tema: Jean Renoir: revisando sus películas

Me temo que estoy gafado con Renoir.

La televisión no me lee correctamente la película que sí puedo ver en el ordenador algo que sigo sin comprender dado que este último tiene un buen montón de años y en cambio la primera es una 4K del presente.

Viendo el panorama me temo que hasta TONI (1934), de la que tengo (intuyo) una magnífica copia en DVD de la mano de la añorada Versus (2009), me tendré que limitar a leer vuestros (jugosos) comentarios.

Hay días en los que uno no debería levantarse de la cama...

Como no hay mal que por bien no venga (es un decir...) me he visto SÓLO SE VIVE UNA VEZ (1937), de Fritz Lang y espero ponerme en breve con el comentario si la conjunción planetaria es la apropiada.

Por cierto, aunque es una excelente película me parece inferior a FURIA e incluso el final, aunque más coherente que el de esta, es demasiado edificante...

Agur.

Iniciado por Alcaudón

Viendo el panorama me temo que hasta TONI (1934), de la que tengo (intuyo) una magnífica copia en DVD de la mano de la añorada Versus (2009), me tendré que limitar a leer vuestros (jugosos) comentarios.

Pues no te relajes demasiado, porque Toni es la entrega de la próxima semana. Madame Bovary la vi ayer y espero comentarla mañana. Como me temía, en mi opinión es un film bastante fallido, el menos interesante hasta la fecha de Renoir, a pesar de (o quizá, precisamente, a causa de) ser la adaptación de una de las novelas francesas más universales.

Iniciado por Alcaudón

Hay días en los que uno no debería levantarse de la cama...

Haciendo de tomaszapa:

Iniciado por mad dog earle

Pues no te relajes demasiado, porque Toni es la entrega de la próxima semana. Madame Bovary la vi ayer y espero comentarla mañana. Como me temía, en mi opinión es un film bastante fallido, el menos interesante hasta la fecha de Renoir, a pesar de (o quizá, precisamente, a causa de) ser la adaptación de una de las novelas francesas más universales.



Haciendo de tomaszapa:

Pues que bien, dando ánimos antes del visionado. Se marcará un Visconti con la duración, o sea 3 horas?

Iniciado por Alex Fletcher

Pues que bien, dando ánimos antes del visionado. Se marcará un Visconti con la duración, o sea 3 horas?

Pues no, pero... Aunque la duración de la copia actualmente visible supera en poco la hora y media preceptiva (98 minutos en el DVD de Gaumont), se comenta que Renoir preparó en su momento una versión que duraba más de 3 horas. Si es así, ese metraje perdido (¡la mitad del total!) justificaría muchas de las debilidades del film, aunque al final quizá lo que menos me gusta es la interpretación de Valentine Tessier como Madame Bovary. Si una película sobre la novela de Flaubert no tiene una actriz en el papel de Emma Bovary que resulte atractiva, tiene ya mucho de perdido. Sean mejores o peores como films (que yo creo que son mejores), la Isabelle Huppert de la versión de Chabrol o la Jennifer Jones de la de Minnelli me parecen mucho más adecuadas. Uno ha de sentir cierta fascinación por Emma, y Tessier a mí me deja completamente indiferente, además de mostrar unos recursos interpretativos de lo más exagerados.

Y lo de los ánimos para un cinéfilo embarcado en una revisión es como aquello que se decía de los soldados cuando iban al servicio militar en relación con el valor: "se le supone".

Por alusiones
Hay un momento clave en los comienzos de Mecano. Es ese en el que sacas un disco y no sabes qué pasa con él, si llegará o calará entre el público, si las emisoras lo ponen o no, etc...

Contaba Jose María Cano que la primera vez que tuvo constancia de que "algo pasaba" fue cuando un amigo suyo, que estaba haciendo el servicio militar (la mili durante muchos años fue obligatoria, salvo casos contados) le llamó un día por teléfono y le dijo: "¿Sabes que todos los lunes, cuando muchos de nosotros volvemos del permiso de fin de semana, todo el cuartel, en las duchas por la mañana temprano, se ponen a cantar Hoy no me puedo levantar?"

Iniciado por tomaszapa

Contaba Jose María Cano que la primera vez que tuvo constancia de que "algo pasaba" fue cuando un amigo suyo, que estaba haciendo el servicio militar (la mili durante muchos años fue obligatoria, salvo casos contados) le llamó un día por teléfono y le dijo: "¿Sabes que todos los lunes, cuando muchos de nosotros volvemos del permiso de fin de semana, todo el cuartel, en las duchas por la mañana temprano, se ponen a cantar Hoy no me puedo levantar?"

Como el mío: tuve el honor de ser declarado "inútil total".

Intentaré ponerme esta noche con el comentario de la película de Lang y de seguido verme y reseñar TONI que algunos críticos consideran, seguramente de forma errónea, como una de las precursoras del neorrealismo.

Iniciado por Alcaudón

Intentaré ponerme esta noche con el comentario de la película de Lang y de seguido verme y reseñar TONI que algunos críticos consideran, seguramente de forma errónea, como una de las precursoras del neorrealismo.

Yo no lo veo tan erróneo, aunque depende de cómo se quiera definir eso del "neorrealismo" (por cierto, ayer revisé Ladri di biciclette, y me sigue pareciendo un film magnífico). De hecho, por el rodaje corría Luchino Visconti, como ayudante de dirección (en realidad, haciendo un poco de "chico para todo"). Y a Visconti sí que se le suele considerar precursor del neorrealismo con su Ossessione, y siempre reconoció su deuda con Renoir. En todo caso, ese es un debate que con los años me parece cada vez menos interesante, como en general todos los que giran alrededor de las etiquetas: expresionismo, cine noir, nouvelle vague, Dogma...

Iniciado por mad dog earle

Como el mío: tuve el honor de ser declarado "inútil total".

En serio. Me acordé de ti, cuando ponía ese añadido. No por inútil precisamente. El tiempo ha dado la razón a quiénes opinaban que allí, en los cuarteles, había más inútiles que seguramente fuera, y además, algunos con rango.

14. Madame Bovary (Madame Bovary, 1934)



Se hace difícil hablar de Madame Bovary. Se trata de un encargo del productor, Gaston Gallimard, que lleva a Renoir a embarcarse en la adaptación una de las obras más famosas y universales de la literatura francesa, la novela de Gustave Flaubert publicada en 1857. ¿Cómo plantear la traslación al cine de un texto de esta envergadura? Si bien Renoir ya había intentado algo similar con Nana, en esta ocasión la empresa me parece mucho más arriesgada.

Sobre el resultado cuesta pronunciarse debido a los recortes que sufrió la película. Según diversas fuentes, el metraje original superaba las tres horas, incluyendo secuencias de las que Renoir estaba muy satisfecho. La duración pasó a ser de 120 minutos (así lo recoge la ficha de la Wikipédia), pero la copia accesible en DVD, editada por Gaumont en versión original con subtítulos en francés, solo dura 98. O sea, solo la mitad de la duración original. Y se nota, porque el desarrollo argumental, inevitablemente reducido respecto a la novela, se ve, además, sometido a unas elipsis brutales.

Me abstengo de hacer una sinopsis detallada del film (cosa que Alex me agradecerá ), porque se trata de una novela de esas que “todo el mundo conoce” (aunque no todo el mundo ha leído), y de la que hay otras adaptaciones cinematográficas, algunas tan conocidas como la de Minnelli: Madame Bovary, con Jennifer Jones como Emma, Van Heflin como Charles, y James Mason como el mismísimo Flaubert.

El film se inicia presentándonos a Charles Bovary (de nuevo, encarnado por Pierre, el hermano del director), médico casado con una mujer enfermiza que muere a los pocos minutos, y a Emma (Valentine Tessier), una “joven” (aunque la actriz pasaba ya de los cuarenta años ), soñadora, romántica, que ve en el matrimonio con el médico la posibilidad de huir de la aburrida vida local, esperando poder ir a vivir a la capital normanda, Rouen, o a París. Compárese la apariencia de la Emma de Tessier con la de Jennifer Jones.





Un baile en una casa noble de Yonville acaba de despertar el deseo de Emma de lujo y diversión y a rechazar su realidad, hasta el punto de aparentar que no conoce a su marido, que se comporta como un patán.

Como el pasmarote de Charles no le ofrece lo que ella quiere, Emma se dedicará a buscar el placer en brazos de diversos amantes, primero de Rodolphe Boulanger (Fernand Fabre),



y después del joven estudiante Léon Dupuis (Daniel Lecourtois).



En medio de ambos romances, Charles tendrá la oportunidad de obtener prestigio como médico, y quizá satisfacer así los deseos de su esposa, operando a Hyppolite, un hombre con un pie zopo. A pesar de su carácter un tanto pusilánime, Charles cede finalmente a la insistencia del farmacéutico Homais (Max Dearly), con fatales consecuencias: no solo no cura a Hyppolite, sino que como consecuencia de la operación se le ha de amputar una pierna.

Pero las desgracias no se quedan ahí. Emma, que ha tenido numerosos gastos para poder mantener el tren de vida que le exige su relación con Léon, se ve ante la amenaza de un embargo y de que su marido acabe descubriendo sus infidelidades. Emma, completamente desesperada (ya anteriormente estuvo a punto de suicidarse cuando Rodolphe se negó a fugarse con ella), intenta conseguir los 8.000 francos que necesita. Para ello se rebaja, primero, a pedirlos al notario, que le insinua cuál es el precio "carnal" del préstamo, y luego a su antiguo amante, que dice no tener ese dinero. Como respuesta, Emma ingiere un veneno y muere en la cama tras una dolorosa agonía.



Todo este desarrollo dramático requiere de una actriz que nos haga partícipes de las tribulaciones de Emma, y Valentine Tessier, que era una prestigiosa actriz teatral inmersa en su primera aventura cinematográfica, no lo consigue. Entre que es una mujer claramente madura a la que cuesta asociar con el personaje de la caprichosa y soñadora Emma, y que su gestualidad es marcadamente teatral, más propia del cine mudo que del sonoro, con algunos momentos que, en mi opinión, rozan el ridículo, Tessier acaba siendo un ejemplo de claro error de reparto, hundiendo definitivamente un proyecto que ya se veía claramente afectado por la reducción de metraje.

Además, parece como si Renoir, quizá afectado por la responsabilidad de llevar a la pantalla una obra tan prestigiosa como la de Flaubert, retrocediese en la evolución que hemos ido siguiendo a lo largo de los últimos films. La cámara es mucho más estática, con lo que, aunque sigue recurriendo a la profundidad de campo sirviéndose de los marcos de puertas y ventanas para enmarcar diferentes acciones, toda la película adquiere un aire de pesadez, de falta de ligereza.

Hay, eso sí, algunos interesantes detalles: la siniestra operación a la que se somete Hyppolite, o, sobre todo, el brillante uso de la música diegética, algo que ya hemos destacado en otros films, como en La Chienne, aquí mediante una canción callejera, cantada por un mendigo ciego, en dos momentos opuestos: el primero, cuando se entrega a Léon en una habitación en Rouen; el otro, cuando, agonizante en su lecho, recibe la extremaunción y muere después de besar un crucifijo. Esta vez, no obstante, Renoir echa mano también de la música extradiegética, de la que se responsabilizó un músico de prestigio, Darius Milhaud (1892-1974), autor de numerosas obras de música clásica.

Cierro el comentario con algunas referencias al equipo técnico. Por un lado, se ocupó del montaje (no sé si del recorte también) Marguerite Renoir, que, a pesar del apellido, no era familia del director (su apellido era Houllé), pero sí en aquellos días su compañera sentimental. Ya había trabajado en varios films anteriores y lo volverá a hacer en los siguientes. Como ayudantes de dirección volvemos a encontrar a Jacques Becker y también a Carl Koch, amigo y colaborador habitual de Renoir, que acabaría filmando Tosca años después, cuando Renoir abandonó el rodaje en Roma por el estallido de la II Guerra Mundial. Junto a ellos, en la fotografía, Jean Bachelet y Alphonse Gibory (este en su último trabajo cinematográfico), pero, lamentablemente, no puedo valorar con justicia su aportación, ya que la copia de Gaumont deja bastante que desear.

Y, por último, una referencia para aquellos que sean lectores de Louis-Ferdinand Céline (tan extraordinario como escritor, como despreciable en muchos otros aspectos): el papel del vendedor al que Emma compra mercancías hasta arruinarse, Lhereux, lo encarna Robert Le Vigan, con el que Céline compartió el exilio en el castillo de Sigmaringen al final de la guerra, junto a otros colaboracionistas del régimen de Vichy, situación que describe en su excepcional “D'un château l'autre” (1957). Posteriormente, al finalizar la guerra, Le Vigan (como también Céline) fue represaliado y condenado a trabajos forzosos.



La semana próxima revisaremos Toni, que, para muchos, como comentamos ayer, fue precursora del neorrealismo. En todo caso, se trata de un film del que tengo muy buen recuerdo, aunque ahora hace ya algunos años que no he visto.

Me estreno en el mundo Bovary, ha sido mi primer film, veo que en el FA hay 10 referencias a Madame Bovary, donde la más destacada es la de Minelli, y en segunda posición la de Renoir, pero tampoco un puntaje para tirar cohetes, 6.5, teniendo en cuenta el idilio permanente entre FA y los clásicos. Pues de todo el pack Bovary, me llama la atención la versión rusa, un terreno inexplorado de Sukurov y la versión alemana del 69, que por año, por actriz principal, Edwige Fenech, y por título original: die nackte Bovary (nackte: desnuda), sospecho que será el film Bovariesco preferido de Tomás y servidor.

Spoiler:

Buenos días con alegría:

Esta vez no hay queja técnica, bueno más o menos, he podido visionar una copia de 1,5 GB con subtítulos en castellano muy bien sincronizados. Pero vista en el ordenador, que a pesar de tener como ordenador a mi amigo Mac, los films en revisión deberían ser siempre en TV, una condición que deberíamos poner pienso yo.

He encontrado el film entretenido, con buen ritmo, se pasa la, también como la duración de Mad, hora y treinta y ocho minuto volando, pero coincido al 100% en el error de casting, en cuanto a la elección de Madame Bovary, que a pesar de tener curvas , esa nariz al estilo de la bruja mago de Oz, y esa edad que se requiere edad de instituto pero la real es edad de Sensación de vivir, penaliza y mucho; plus el histrionismo que tanto penalizo, hacen que la persona que sale más en pantalla, no sea de mi agrado. Eso si la escena de la agonía final es mi favorita del film, no se si por verla ella sufrir y morir o porque realmente está bien hecha, ya que en ella el histrionismo se multiplica, pero uno se lo puedo otorgar a las alucinaciones por consumo excesivo de arsénico (me pareció leer que era arsénico), unas alucinaciones que esta vez imaginamos, ya que desgraciadamente, Renoir, no aprovecha esta vez, ni la fiebre moderada ni la fiebre alta, para entrar y deleitarnos con la representación del subconsciente renoiriano que tanto nos hizo disfrutar en sus primeros films, quizá aquí no pegaba, como tampoco la actriz elegida.



Mr. Bovary me gusta, perfil tontaco Michel Simon en la golfa, aunque pienso que su personaje se lo podría haber sacado mas chicha, pero la centralización de la narizotas en pantalla lo impidió. Y todo el reparto restante, pienso que ni suman ni restan, no hay ese personaje carismástico que destaque (como la familia que acoja a Boudu) que le de ese plus al film, y ya de los latigazos de comedia, ni hablamos, sino me falla la memoria (no nos engañemos, es un film que a los dos días de haberlo visto, uno ya tiene lagunas para recordarlo) hay entre pocas y cero.

En resumen, la peor nota que le puedas dar a una peli para recordarla, pienso que es un 5, peor que un suspenso, ya que dar un suspenso uno hace el esfuerzo casi inconsciente de recordar los aspectos negativos que tiene para dicha valoración. Y darle por ejemplo un cinco, es una declaración de intenciones para meterla en el grupo de film que se olvida, que no olvidable, lo segundo pienso, o por lo menos lo uso para forzar el olvido de ella, cosa que no suele pasar, ya que al ser tan mala siempre te acuerdas el porque o por lo menos la razón principal, en cambio un film que se olvida, es casi un proceso no forzado, inconsciente, un film que se desvanece en tu memoria sin quererlo y de manera automática a los pocos días, semanas o meses. Al film le doy un 5

Iniciado por Alex Fletcher

Eso si la escena de la agonía final es mi favorita del film, no se si por verla ella sufrir y morir o porque realmente está bien hecha, ya que en ella el histrionismo se multiplica, pero uno se lo puedo otorgar a las alucinaciones por consumo excesivo de arsénico (me pareció leer que era arsénico), unas alucinaciones que esta vez imaginamos, ya que desgraciadamente, Renoir, no aprovecha esta vez, ni la fiebre moderada ni la fiebre alta, para entrar y deleitarnos con la representación del subconsciente renoiriano que tanto nos hizo disfrutar en sus primeros films, quizá aquí no pegaba, como tampoco la actriz elegida.

Arsénico, sí, eso es lo que se dice que ha consumido la Madame. Para mí también es una de las mejores (sino la mejor) escenas del film. El beso al enorme crucifijo, la cancioncilla del ciego que llega a sus oídos, y que es la misma que oía junto a Léon en sus momentos de pasión amorosa, son detalles que dan fuerza a la agonía de Emma.

Iniciado por Alex Fletcher

Mr. Bovary me gusta, perfil tontaco Michel Simon en la golfa, aunque pienso que su personaje se lo podría haber sacado mas chicha, pero la centralización de la narizotas en pantalla lo impidió.

En todas las adaptaciones que he visto de "Madame Bovary", que tampoco son tantas, de hecho tres, el personaje de Charles siempre queda algo en segundo término, cuando a mí en la novela me parece tan o más interesante que el de Emma.

Iniciado por Alex Fletcher

En resumen, la peor nota que le puedas dar a una peli para recordarla, pienso que es un 5, peor que un suspenso, ya que dar un suspenso uno hace el esfuerzo casi inconsciente de recordar los aspectos negativos que tiene para dicha valoración. Y darle por ejemplo un cinco, es una declaración de intenciones para meterla en el grupo de film que se olvida, que no olvidable, lo segundo pienso, o por lo menos lo uso para forzar el olvido de ella, cosa que no suele pasar, ya que al ser tan mala siempre te acuerdas el porque o por lo menos la razón principal, en cambio un film que se olvida, es casi un proceso no forzado, inconsciente, un film que se desvanece en tu memoria sin quererlo y de manera automática a los pocos días, semanas o meses. Al film le doy un 5

Completamente de acuerdo. Ese, me temo, es el destino que le espera a Madame Bovary. De hecho, ya pasé por ello: la vi hace un poco más de un cuarto de siglo, pero tengo la impresión que la olvidé al poco tiempo, aunque me quedo un sabor amargo, de película que decepciona. Esta vez es probable que la olvide pronto también, con el agravante que ya no creo que repita dentro de un cuarto de siglo.

A mí lo que han entrado ganas es de leer la novela de Flaubert que compré años ha en la edición de Cátedra.

En cuanto a la película no he podido acceder a copia alguna y además me niego a ver una película a través del ordenador.

A ver si esta noche prosigo con el comentario para el rincón Lang aunque ahora mismo estoy reventado después de estar desde la mañana hasta ahora mismo, que me tumbo en la cama a descansar y leer un buen rato, recolocando y limpiando buena parte del material que me he ido trayendo de mi antiguo domicilio.

Iniciado por Alcaudón

A mí lo que han entrado ganas es de leer la novela de Flaubert que compré años ha en la edición de Cátedra.

En cuanto a la película no he podido acceder a copia alguna y además me niego a ver una película a través del ordenador.

Muy recomendable. Es de esas obras que uno "ha de leer", al menos una vez en la vida, y además en este caso más que justificadamente.

La película, ya lo dije, está editada en DVD por Gaumont, pero ni la calidad de la copia ni la película en sí hace aconsejable la compra, porque además Gaumont no vende barato (me costó 13,09 euros más gastos de envío en Amazon). Además, solo lleva subtítulos en francés, aunque se puede seguir bastante bien, sobre todo si se conoce el argumento y se tiene un cierto conocimiento del francés (tampoco hace falta que sea un nivel C1).

Por cierto, ayer comprobé que el detalle de la canción callejera del ciego mientras Emma agoniza ya está en la novela.

15. Toni (Toni, 1935)



Con Toni, film escrito originalmente para el cine, inspirándose en un suceso real, Renoir deja atrás las adaptaciones de piezas teatrales de tono vodevilesco o de novelas (de Zola a Flaubert pasando por Simenon), para centrarse en la descripción de unos paisajes (los de la Provenza, en concreto Martigues, que el director conocía de primera mano) y unos paisanajes radicalmente distintos, invocando un realismo social que ha llevado a la eterna discusión de si Toni es o no un film neorrealista avant la lettre. Esto es lo que dice el propio Renoir: “A menudo se ha considerado a Toni como precursora de las películas neorrealistas italianas. No creo que eso sea exacto. Las películas italianas constituyen magníficas realizaciones dramáticas. En Toni me esforcé por no resultar dramático”. Si bien es discutible la consideración del film como neorrealista (en definitiva, haría falta ponernos primero de acuerdo sobre qué quiere decir esa etiqueta), en todo caso no me convence el argumento que utiliza Renoir, porque el film me parece tan dramático o más que una película como Ossessione de Visconti, considerada en este caso de forma más consensuada como uno de los primeros films neorrealistas.

Como la película de Visconti (que participó de manera no acreditada en Toni, en funciones diversas de ayuda a la dirección, un poco como si de un meritorio o aprendiz se tratara), el film de Renoir nos cuenta una tragedia, marcada claramente por el fatalismo. La película tiene un cierto aire circular que parece decirnos que lo que hemos visto es un caso concreto extraída de una problemática general, la del desarraigo de tantos y tantos inmigrantes que han dejado su tierra y buscan nuevas raíces en otro país, con otra lengua y otras costumbres.

En este caso el foco se concentra en un inmigrante italiano (se habla de “piamonteses”), Toni (Charles Blavette), que llega a Martigues a bordo de un tren, con una melancólica canción de amor italiana de música de fondo (canción que volverá a sonar al final del film). En la zona se mezclan inmigrantes de distintas procedencias, con distintas lenguas (se oye, además del francés, y quizá el occitano, el italiano y el castellano). Mezcla que se da en las dos relaciones de pareja que estructura el drama: por un lado, Toni, que se convierte en el amante de su patrona, Marie (Jenny Hélia), pero que se acaba enamorando de una española, Josefa (la mexicana Celia Montalván), sobrina de un agricultor, Sebastian (Michel Kovachevitch), también de origen español (habla de un hermano en Segovia). Josefa gusta de coquetear con Toni (en una magnífica escena en que le pica una avispa y él le extrae el veneno chupándole la herida),



pero acaba sucumbiendo a los avances de Albert (Max Dalban, al que hemos visto en varios de los films anteriores), un tipo sin demasiados escrúpulos que es algo así como un capataz en la cantera donde trabaja Toni. La decepción de Toni y la vergüenza de Josefa llevan a una doble unión no deseada: Toni se casa con Marie y Josefa con Albert.



Pasa el tiempo (dos años), y Toni no ha olvidado a Josefa (la “picada de avispa” sigue escociendo). Josefa ha tenido una hija y su tío muere, quedando la propiedad a medias entre Albert, como marido de ella, y su primo, Gabi (Andrex). Por su parte, Marie vive envenenada por los celos, convencida de que Toni mantiene relaciones con Josefa, hasta el punto de intentar ahogarse. La rescatan, pero el suicidio frustrado, acto un tanto teatral, significa la ruptura definitiva con Toni, que ha de dejar la casa y alojarse en el bosque, en una cabaña de carboneros.



Las tensiones por la herencia entre Albert y Gabi aumentan, agravadas por la tendencia a emborracharse y a derrochar el dinero de Albert y los maltratos que sufre Josefa. Esta, harta de soportar los golpes, mata a su marido y decide huir con su primo, que es también su amante. Pero es Toni quien quiere huir con ella, cosa que acepta Gabi sin demasiado sacrificio. Toni intenta esconder el cadáver en el bosque, y aparentar que Albert se ha suicidado. Un policía lo ve y lo detiene, pero consigue escapar. Mientras Toni se da a la fuga, Josefa, enterada de cómo han evolucionado los acontecimientos, decide entregarse para evitar la condena de Toni. Este, ignorante de la decisión de Josefa, huye a lo largo de la misma vía por donde un tren lo trajo allí (filmado por Renoir mediante un vibrante travelling),



para acabar muriendo en los brazos de su amigo Fernand (Édouard Delmont) a consecuencia de los disparos de un cazador de la zona, que siempre ha mostrado su animosidad para con los inmigrantes.



En ese mismo momento, un tren pasa junto al muerto y llega a la estación, descargando otro grupo de inmigrantes, mientras suena de nuevo la canción del inicio.

Renoir destaca una diferencia de su cine respecto al neorrealismo italiano, y es su obsesión en utilizar el sonido directo, contrariamente al doblaje ampliamente utilizado en el cine italiano (no solo en el neorrealista). Es un aspecto que, una vez más, da un aire de naturalidad a las imágenes (filmadas por su sobrino, Claude Renoir, hijo de Pierre, en su debut como director de fotografía), con notable libertad, alejadas de los formalismos del cine del momento. Esa vuelta a la naturaleza (que ya estaba presente en un film primigenio como La fille de l’eau), junto al trabajo de actores poco o nada conocidos, y algunos no profesionales (como el italiano que toca la guitarra, Paul Bozzi, y que actúa un poco como elemento de continuidad del drama, dándole un cierto aire de balada), contrasta con la rigidez de Madame Bovary, con un saldo netamente favorable a la opción escogida aquí por Renoir. Tanto en ese estilo populista como en los paisajes provenzales intuyo que hay algo del cine de Marcel Pagnol, escritor, dramaturgo y famoso director del momento (había debutado como tal en 1933), que produjo Toni como uno de “Les films Marcel Pagnol”, productora fundada en Marsella. Desgraciadamente, no he visto ninguna película de Pagnol, como para poder verificar hasta qué punto hay o no influencia de un director en el otro.

La película me parece magnífica, aunque toda ella desprende un cierto aire de improvisación: vemos bastantes figurantes que miran a cámara; los encuadres son mucho menos elaborados que en los films anteriores, sin movimientos espectaculares de cámara; el sonido es defectuoso, cosa comprensible vistos los medios de producción; las interpretaciones irregulares (Blavette acababa de debutar en el cine con dos films de Pagnol; Montalván tenía también poca experiencia como actriz de cine, procedía del mundo de la revista musical –leo que fue la primera actriz mexicana que actuó en un film europeo-, aunque ello no es óbice para que ella sea uno de los mayores atractivos del film). Una bocanada de aire fresco que se agradece después de un film tan acartonado como Madame Bovary.

Y con Toni cierro la revisión del cine de Renoir hasta el año que viene. La primera semana de enero será el momento de volver a él con la siguiente entrega: Le crime de Monsieur Lange.

Como diría Renoir: “Joyeux Noël et Bonne Année 2022”.

Pero ya es viernes?

Iniciado por Alex Fletcher

Pero ya es viernes?

No, pero estamos en Navidad. Y en estos días, el tiempo y el espacio se transforman. Además, más vale publicarlo ahora, que aún podemos, antes de que nos caigan encima de nuevo toques de queda, confinamientos y otras restricciones varias.

Iniciado por mad dog earle

No, pero estamos en Navidad. Y en estos días, el tiempo y el espacio se transforman. Además, más vale publicarlo ahora, que aún podemos, antes de que nos caigan encima de nuevo toques de queda, confinamientos y otras restricciones varias.

Pues mañana me veré TONI y lo dejaré todo listo para antes del 24.

Por cierto, veo que en el 36 hizo 4 pelis, estamos hablando de Jean Renoir o Jean Franco?

Iniciado por Alex Fletcher

Pues mañana me veré TONI y lo dejaré todo listo para antes del 24.

Por cierto, veo que en el 36 hizo 4 pelis, estamos hablando de Jean Renoir o Jean Franco?

Una es un film colectivo (La vie est à nous), otro un mediometraje que, además, no se estrenó hasta años después (Une partie de campagne), y las dos restantes son la próxima, Le crime de Monsieur Lange, y una adaptación de una obra teatral de Gorki, Les bas-fonds, que llevó también a la pantalla años después Akira Kurosawa en Los bajos fondos (Donzoko), con lo que habrá otra oportunidad de contrastar un film de Renoir con el de otro de los grandes maestros.

Iniciado por mad dog earle

Una es un film colectivo (La vie est à nous), otro un mediometraje que, además, no se estrenó hasta años después (Une partie de campagne), y las dos restantes son la próxima, Le crime de Monsieur Lange, y una adaptación de una obra teatral de Gorki, Les bas-fonds, que llevó también a la pantalla años después Akira Kurosawa en Los bajos fondos (Donzoko), con lo que habrá otra oportunidad de contrastar un film de Renoir con el de otro de los grandes maestros.

Interesante para hacer un doblete como ya hice con LA GOLFA y PERVERSIDAD. Aunque Kurosawa está entre los futuribles ciclos no? "Suena Míchel"

Iniciado por Alex Fletcher

Pues mañana me veré TONI y lo dejaré todo listo para antes del 24.

Por cierto, veo que en el 36 hizo 4 pelis, estamos hablando de Jean Renoir o Jean Franco?

Lastimosamente, Jean Franco se montó otra película gorda, y se erigió como protagonista. Una solo, pero jodió a medio país (el otro estaba muy contento).

Desde luego, para largo inacabable y lento, el de ese Jean Franco. Y por mucha censura que había, fue de lo más gore. Pero hay mucha gente a la que le va revisarlo. De hecho, hay quien lo ha tenido siempre en su "videoteca".

Iniciado por mad dog earle

Desde luego, para largo inacabable y lento, el de ese Jean Franco. Y por mucha censura que había, fue de lo más gore. Pero hay mucha gente a la que le va revisarlo. De hecho, hay quien lo ha tenido siempre en su "videoteca".

Desde luego, si hay un revival que aborrezco es el que pretenden continuamente algunos "salvapatrias".

Si hablamos de Jess Franco, me ha pasado algo curioso, al final tanto coleccionar hay productos que sin quererlo, o hecho a posta, se complementan a la perfección. Por ejemplo el pasado octubre estuve de mudanza por el país, y sólo me pude escapar una mañana al festival de Sitges, allí en el tenderete de T-79, me compré un pack de Jess Franco de 5 pelis por 5,99. No me gusta mucho tio Jess en lineas generales por tema estadístico sobretodo. Pero vi que son pelis de edición alemana (Ascot Elite) reeditada por TEMA. Las 5 se hicieron en uno o dos años y la temática erótico festiva, no es esa la razón de mi compra, si que lo es que estan en VO, o sea en alemán, será un fantástico y calentito ejercicio de alemán.




Hace un par de días estaba registrando el pack en mi DVDpedia y veo que todas están producidas por Erwin C.Dietrich. Y de que me suena este tipo???? Pues hace unos meses me compré un fantástico libro, tirado de precio:Mädchen, Machos und Moneen: Die unglaubliche Geschicte des Schweizer Kinounternehmers ERWIN C.DIETRICH ---> Chicas, machos y dinero: La increíble historia del empresario cinematográfico suizo ERWIN C.DIETRICH.Será pariente de la Marlene? Ya lo leeré cuando toque. Querría hacer un monográfico del pack con el libro, pero no hay fotogramas donde no haya desnudos,la censura de aquí me mataría.



Por cierto el libro es de una factura visual espectacular, muy cuidado, tamaño más allá del Dina 4. Con intro de Jess Franco, escrita en el 2006. Y un capítulo dedicado a tio Jess: The Franco Years

Aprovecharé que esta noche iré a casa de mi madre a cenar y en compañía exclusivamente de mi hermano mayor para verme, si nada se tuerce, TONI, en la, intuyo, magnífica edición en DVD de Versus y de esta forma recuperar el pulso del hilo del que ve me he visto ausente, aunque no por gusto, en las últimas reseñas.

Y como he hecho en el rincón Fritz Lang os deseo a todos...

¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo!

o para que lo entendáis mejor...

Zorionak eta Urte Berri on!