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Y su juega, siempre toca, si no un pito una pelota.
Primero de todo felicitar al amigo Mad por la fantástica reseña, que son las que me gustan, no muy largas y con más opinión que sinopsis, bravo!!!!. También comentar algo de su comentario que si lo dejo para el final, como tendría ser, fijo que se me olvida; es una tontería como siempre, o no, pero yo tengo la sensación que, como bien dices, Boudu provoca el al agua patos en su boda, pero que después lo que se lo lleva la corriente no lo tengo tan claro, a mi me parece que el nada lo más lejos posible, para dejar atrás ese circo de vida; la sutilidad que he visto en Renoir en este film a la hora de abarcar sus toques de humor, me gusta y mucho, pero a veces dicha sutilidad puede pasar desapercibida, sobretodo en un primer visionado como el mío, y ya aprovecho la "olla barrejada" de intro que he hecho, para afirmar que es un film que requiere más visionados, y si puede ser en HD mejor, para ver con más profundidad como se las gastaba Renoir.
Dicho esto, es el film más cercano a las comedias sofisticadas, o dramas con latigazos de comedia, que tanto he disfrutado y disfruto con el cine de JLM, Wilder o lo visto por ahora de Lubitsch (requiere unbedingt ciclo). Le voy a poner sólo un pero, para Mad sería un gran pero, pero por problemas técnicos he visto la película en un doblaje en castellano, que sospecho que me he perdido muchos matices disfrutones que se perdieron en el doblaje. Curioso, tenía el film grabado de hace años de la biblioteca municipal de Reus, me lo dejé preparado, pero debido al avalancha en forma de 15 cajas a reventar de dvds, no la he econtrado, y he tenido que recurrir a la magia que no es tan mágica. Pero bueno, como mínimo la calidad de imagen ha sido muy buena.
Michel Simon está fantástico no hay duda de eso, también no hay duda que a Renoir le molaba Chaplin, esa outro del final, cuando Boudu sale a nado de su boda, hay un exceso chaplinesco slapstickero de penalti y expulsión, algo que se veía y se aceptaba, pero en dicha parte, se le fue un poco de las manos. Dicho eso, a mi, los personajes alrededor de Boudu, o sea los burgueses y criada, son los personajes que me hacen del film mucho más disfrutón de lo que pensaba. Edouard & CO enganchan y mucho, con escenas, de interior, de alto nivel cómico, como cuando se descubren a la vez las infidelidades, y con diálagos también de alto nivel y voltaje, con una carga erótica en ellos por lo menos sorprendente en su contexto de época. También como bien dice Mad, a destacar la escena sexual a voz suelta de Emma y Boudu, un no quiero, no quiero, no quiero, pero al final me dejo, seguro rendido a sus cualidades, alguien duda de que Boudu era de talla XL?
Me ha encantado también la escena del "salvamento", no por su espectacularidad visual, sino por todo lo demás, como bien sabe los culés, el maldito entorno, que como si de un espectáculo circense se tratara, se acumulan cientos y cientos de personas para ver, opinar y disfrutar. Si se fija uno, en algunos espectadores, ves a gente fornida, cachas que dicho remojón no le supondría nada de esfuerza, pero no mueven ni un dedo (ahí va la dicha sutilidad, donde quizá Renoir nos quiere decir algo, o atizar a su sociedad de manera que , puede pasar desapercibida, incluso realmente no se si era su intención y me hecho una paja mental sobre ello), y es un librero intelectual, bajito, rechoncho, con sobrepeso asegurado y coqueteando con la obesidad, quien salva a un tipo que le saca dos o tres palmos (de alto y seguro de tercera pierna ); Renoir se cura en salud y solo nos muestra a Edouard en posición de saltar al río, y allí corta la escena y nos muestra planos lejanos, muy lejanos.
Por alusiones a mi coletilla de manual en este ciclo de los primeros planos, esta vez, al tener una muy buena calidad de imagen y aunque hayan pocos primeros planos, los planos realizados me satisfacen, ya que ayudan a potenciar los momentos de comedia sofisticada y de enredos que tanto me gustan.
Ahí va un primer plano
En resumen, y como diría Guille Gimenez "el partido se ha puesto disfrutón", pues eso mismo del film, es un film disfrutón, entretenido, con diálogos y situaciones muy divertidas, que, como he dicho, requiere un nuevo visionado en HD; a pesar de tantas flores, prefiero por unas décimas a LA CHIENNE, y por más diferencia aún al Michel Simon de "la golfa" que la de Boudu.
Para acabar decir que si el remake hollywoodiense que mencionó Mad anteriormente, sólo con el título me daban arcadas considerables. Veo por FA que hay un remake francés más actual con Gerard Depardieu haciendo de Boudu, son de 2 a 3 Almax de una tacada, sólo leyendo la sinopsis y el plantel, se respira a "Green Card". También cuando estaba viendo el film, aunque jugando con la ventaja de saberlo, está muy claro que el film era carne de cañón para Remakes. Ahora sí, ciao!!!!
¡Vista doblada al castellano! Eso sí es de penalti y expulsión.
Déjala en lugar preferente en la lista de revisiones pendientes. Y a poder ser, como bien dices, en HD. Yo de momento solo la tengo en DVD.
Añado un detalle que me olvidó de citar: entre las costumbres obscenas y groseras de Boudu hay la de escupir, incluso dentro de los libros. Pues bien, Édouard se encuentra un lapo entre las páginas precisamente de... "Physiologie du mariage", de Honoré de Balzac.
Y no se si en el momento del escupitajo, Edouard apostilló algo parecido como, quien me mandó a mi salvar a gente de clase baja. Otra muestra más de la mala leche sutil renoirana
Película caótica y maldita en la FilmoRenoir ni la mencionaba o casi y sorpresa para mí!
Aquí se cumple el COMO por encima del QUÉ ... extraña, negrísima,fantasmagórica,su atmosfera prevalece...apruebo al hierático prota hermano del director y que inauguró el rol de Maigret.
La Nuit du Carrefour es una obra extraña...siendo una película de intriga..parte de la
investigación del asesinato de un hombre en un garage..prevalece la ambientación del mundo criminal chungo por el que van pasando los personajes.
A destacar Else Andersen (Winna Winifried) una adolescente cocainómana danesa con su tortuga gigante.
Fuente: Jesús Angulo, Nosferatu.
A principios de 1932 Renoir comienza a rodar “La Nuit du carrefour”, basada en la novela de Simenon, que trabajó con él en la adaptación. Con la financiación del amante de la que debía ser protagonista, Winna Winfried, Renoir se encarga directamente de la producción y embarca en la aventura, como en los primeros años, a todos sus amigos. Jacques Becker fue director de producción y ayudante de realización; su sobrino Claude Renoir, ayudante de fotografía; Marguerite Houllé, entonces ya Marguerite Renoir, montadora; Mimí Champagne, la script; Jean Mitry, ayudante no acreditado de realización e intérprete secundario. Finalmente Pierre Renoir, su hermano, interpretó al comisario Maigret. Renoir alquiló una casa deshabitada en el cruce en el que se desarrolla la acción y todo el equipo se trasladó a ella. Gran parte del equipo no cobró por su trabajo y todos dormían, comían y bebían juntos, dispuestos a rodar a las horas más intempestivas y con un plan de rodaje totalmente abierto. La película hubo de ser terminada precipitadamente por falta de dinero y, para colmo, Mitry perdió un par de rollos que nunca fueron localizados. Sin duda esta pérdida debe de afectar al seguimiento de la trama, pero, por otro lado, refuerza la atmósfera misteriosa que envuelve la película.
El cruce de carreteras en el que se desarrolla la acción, en el campo y a cincuenta kilómetros de París, está casi permanentemente envuelto por la lluvia y la niebla. La historia está penetrada por una naturaleza hostil que envuelve a los personajes y acentúa un argumento lleno de sugerencias. La fotografía de Marcel Lucien juega hábilmente con los contrastes, con las luces y las sombras. En ocasiones la utilización de los proyectores durante un día nublado consiguió dar una perfecta sensación de noche cerrada. La banda sonora concede un papel esencial a los ruidos: los coches pasando a toda velocidad, frenando, arrancando; puertas y verjas que chirrían; la lluvia y el viento; la música de un bandoneón o una caja de música; los cascos de unas mulas; una escoba que barre o la lima de un mecánico que araña una pieza metálica; unos pasos... Ruidos que tapan conversaciones telefónicas y pasan a ocupar un primer plano, adquiriendo un insólito papel dramático. Y, de pronto, la secuencia de una persecución en automóvil por carreteras secundarias y las escabrosas callejuelas de un pueblo cercano, arrancando con los faros destellos de luz a una oscuridad hasta ese momento impenetrable.
8/10
Última edición por hannaben; 09/12/2021 a las 04:00
Veo que ese texto que citas, de Jesús Angulo, insiste en lo de la desaparición de dos rollos de la película (en otros lugares se habla de secuencias perdidas o no rodadas porque Renoir se embarcó en otro proyecto, que supongo sería Boudu sauvé des eaux). No obstante, vista la película después de leída la novela de Simenon, yo no he apreciado lagunas argumentales, al menos nada que menoscabe lo esencial de la trama. Otra cosa es que el propio texto original, como toda buena novela negra de la época, es lioso y desarrolla una trama compleja (y, todo sea dicho, un tanto absurda). En cuanto al papel de Pierre Renoir como Maigret, a mí también me parece muy ajustado, me encaja con las novelas que he leído del personaje. Como ya le dije a Alex en un comentario anterior, no tiene nada que ver con un Harry Callahan, pero tampoco con un Philip Marlowe o Sam Spade. Es más europeo y pequeñoburgués.
Por cierto, ¿dónde has visionado la copia? Porque la de YouTube es horrorosa.
13. Chotard et Cie (1933)
Chotard et cie es la adaptación de una obra teatral, estrenada en 1928, del dramaturgo Roger Ferdinand, que podemos adscribir al género vodevilesco que Renoir frecuentó repetidas veces en estos años (recordemos Tire au flanc, On purge bébé e incluso Boudu sauvé des eaux). Para reforzar esa impresión, el director recurre al mismo actor protagonista de Tire au flanc, Georges Pomiès, en el papel del poeta Julien Collinet. Pero el personaje central del film es François Chotard (interpretado de forma histriónica y arrolladora por Fernand Charpin).
Chotard és un comerciante al por mayor, que goza de una posición de prestigio en una ciudad de provincias, como propietario de un boyante negocio de alimentación, con sus cinco camiones (a punto de comprar el sexto) y numerosas sucursales.
Pero Chotard tiene una hija, Reine (Jeanne Boitel), un tanto alelada, objeto del deseo de dos rivales: un teniente de la gendarmería, Ducasse (Louise Seigner), primo de la esposa de Chotard, y el citado Julien, soñador, perdido en su parnaso literario. Pero será Julien el que se lleve “el gato al agua”, o sea que se case con Reine, gracias a sus avances descarados y románticos durante un baile de disfraces. Una vez casados, Chotard comprueba hasta qué punto su yerno es inútil para el trabajo: Julien se comporta casi como un Boudu metido entre comestibles y atendiendo a la clientela (impagable cómo corta el jamón o cómo devuelve el cambio), o jugando en el patio con un barquito.
Las discusiones son cosa de cada día, hasta que Julien, harto, decide dejar la población junto a su amigo Parpaillon. Justo ese día, se da a conocer que ha ganado el premio Goncourt, y con él 10.000 francos (Renoir aprovecha la ocasión para ridiculizar la aureola del premio mediante un curioso inserto de un Buda y un pebetero del que sale humo). Todo cambia en casa de los Chotard: el yerno pasa a ser admirado por el suegro, y la población, incluidos el subprefecto, la aristocracia local y la prensa, se rinden a sus pies y promueven homenajes. De golpe, Julien pasa a ser un pequeño héroe, como M. Lestingois, condecorado en Boudu sauvé des eaux.
Pero Chotard no puede saltar sobre su sombra: aunque intenta un acercamiento a las letras (él, que cree que “L’homme qui rit” de Victor Hugo es una obra humorística), del que intenta contagiar a sus empleados, con nefastas consecuencias para el negocio, en realidad mide el éxito del yerno con conceptos económicos: cantidad de libros que puede producir al año y beneficios que puede obtener. En estas condiciones Julien se muestra incapaz de escribir ni una letra. El conflicto de intereses entre el arte y la economía se resolverá con una entente entre suegro y yerno: que cada uno se dedique a lo suyo, a lo que sabe hacer, uno a escribir y el otro a comerciar. Hay quien ha querido ver en este planteamiento argumental una especie de defensa del propio Renoir de lo artístico enfrente de lo meramente económico, tensión siempre presente en la industria del cine.
Sea como sea, más allá de los aspectos argumentales, servidos con un humor a menudo bufo, un tanto destructivo, casi de slapstick (Julien a veces recuerda a Harold Lloyd), en la onda del personaje de Boudu, lo que muestra Renoir es una gran habilidad con la cámara. Asentado ya en el uso del sonoro, nuevamente muy rico en matices, en especial en la utilización de la música diegética, aquí son los movimientos de cámara lo que más destaca. Así, un espléndido travelling, digno de Scorsese, abre el film, acompañando primero una enorme caja con el nombre de Chotard y después al propio propietario del negocio a través del almacén, mientras abronca a los empleados, toma nota de unos pedidos al teléfono y, finalmente, entra en la casa y se sienta a la mesa (casa, por cierto, repleta de armas de todo tipo, como si fueran el barniz con el que Chotard quiere disimular sus orígenes modestos). Travelling que se repite, a la inversa, al final del film, abandonando la tienda con la cámara hasta encuadrar la persiana del local, que baja uno de los empleados como si de la caída del telón se tratara. Cámara que se muestra muy móvil a lo largo de todo el film, como, por ejemplo, durante el baile de disfraces, siguiendo los pasos de Julien y Reine (momento que me recuerda el baile de Dédé y Lulu de La chienne).
Y una vez más, de manera más acentuada que en los films anteriores, Renoir saca un enorme partido de la profundidad de campo, en especial en las secuencias filmadas en el comedor de los Chotard, en el interior del cual se filtra la realidad del exterior a través la ventana, o mediante el encuadre con los marcos de las puertas.
Acabo con una referencia a la copia vista. Primero la he visionado en un DVD editado en Francia, sin subtítulos, de calidad bastante aceptable. A pesar de que mi francés está muy oxidado por falta de uso (aquí dejo lugar para que tomaszapa introduzca el comentario preceptivo ), he podido seguir bastante bien la trama argumental, aunque me he perdido muchos detalles de los diálogos de Chotard, en buena medida porque Charpin vocifera con rapidez de metralleta y es difícil de seguir. Luego, gracias a mi “swiss connection”, he conseguido una copia (de calidad notablemente inferior) con subtítulos en inglés, que me han permitido completar algunas lagunas.
Una buena comedia de Renoir que demuestra cómo, poco a poco, iba perfeccionando cada vez más el dominio de la cámara. La próxima entrega será la adaptación de una de las obras maestras de la literatura francesa: Madame Bovary. Tengo un recuerdo muy lejano del film (la vi en 1994 en la Filmoteca, como tantas otras de Renoir), pero sí me acuerdo que me decepcionó. Veremos qué resulta de esta revisión.
Solo darte la razón. El francés, una vez practicado, está chupado
Por cierto, mirando el personal que trabajó detrás de esta peli revisitada por mad dog, decir que el primer director de la segunda unidad (el primer director asistente, vamos) era un tal Jacques Becker, que más tarde, en la década de los 50 dirigió con maestría París, bajos fondos, Los amantes de Montparnasse o La evasión.
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Sí, Becker era amigo y colaborador de Renoir (luego seria un magnífico director, con una gran obra maestra como Le trou). De hecho, ya fue asistente de Renoir enBoudu sauvé des eaux y en La nuit du carrefour. Ademas, en Chotard et cie aparece en un pequeño papel (aunque, personalmente, no lo he identificado).
A ver si me pongo con BOUDU dado que además no tengo copia de la que acabáis de comentar.
Tengo también intención de iniciar nuevos hilos dado que no me gusta en lo que se está convirtiendo "el otro rincon"...
... y por supuesto continuar pero a mi ritmo dado que últimamente ya soporto bastante estrés en la vida real los abiertos sobre Capra, DeMille, Fisher o Von Sternberg... y alguno más que se me olvida.
Y probablemente abrir otros sobre Dreyer, Ophüls, Ozu o el ya demasiado demorado sobre la Republic, las primeras películas en Technicolor o las últimas en blanco y negro.
En fin.
Life is very short...
Solo te falta presentarte para hacer el AVE en el Sahara
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Siempre me ha resultado incomprensible el hecho de que hoy en día sea posible acceder a la obra fílmica del churrero de turno (y conste que me encantan los churros... con cholate) y en cambio prácticamente imposible visionar la de los grandes maestros de la Historia del Cine, entre los cuales incluyo, bien sûr, a Jean Renoir.
Aunque se me han acentuado las dolencias hasta niveles superiores a los del río Ebro espero ponerme esta misma noche con el visionado de BOUDU SAUVÉ DES EAUX (1932) y mañana de CHOTARD ET CIE (1933), si la magia todavía tiene cabida en este valle de las tinieblas en el que nos ha tocado vivir.
Y en medio finiquitar un comentario de un (pequeño/gran) clásico del cine de aventuras para regocijo de los más pequeños de la casa.
Me estoy planteando seriamente el participar en revisiones que tenga casi todas las pelis a revisionar y no tener que tirar de Magic Andreu, ya que no se disfrutan tanto y se ven de cualquier manera, o sea lo que hay disponible y/o a mano. El nivel de disfrute visual cuando se ve un film en BD o incluso en un DVD de decente para arriba, dista mucho de lo quepueda ofrecer una archivo de 700 Mb, el cual deteriora de manera directa la opinión del film, aunque sea por motivos "extradeportivos", pero uno no lo puede separar, y como dicen algunos, una frase muy de moda, "no da para más". Aprovecho para anunciar mi participación en el ciclo Bogart, pero sólo a la mitad. Tengo 18, de las 35 (creo recordar) en DVD y BD, y no voy hacer la locura, como si he hecho con Renoir, de usar a Magic Andreu para completar el ciclo, porque, sencillamente, no disfruto de sus visionados.
Dicho esto, pues Chotard et Cie, entra dentro del grupo de ls Magic Andreu, y como ha podido comprobar Mad, se trata de una copia muy floja en cuanto a calidad de imagen, y yo añadiría calidad sonora muy deficiente, con ruidos continuos muy molestos. En fin me da rabia porque veía cosas interesante pero no disfrutables. No se si por ello, la primera parte del film me aburrí un poco, y es cuando el poeta, ya casado, entra en casa de François, cuando me he enchufado al film y disfrutado, de aquella manera, del film, ese acoso y derribo de François a Julien, parecía un saco de boxeo, de ver como encajaba un non stop continuo de François, que la cosa no cambia hasta que aparece, nuevamente, la lotería en el cine de Renoir por segunda vez consecutiva; creo que e Madame Bovary no habrá euromillón. Ese ecosistema insoportable creado por François y su crontapunto de amabilidad cuando hay teca de por medio me parece el segmento más acertado a nivel argumental y ritmo, así como el momento de bloqueo del escritor, también la mar de interesante hasta que se excede con un slapstick tontorrón, veo que al igual que la lotería, el latigazo slapstick están presentes en los dos últimos trabajos (acuérdense a Boudu en el segmento final del film haciendo un poco de Chaplin con la vestimenta del espantapajaros)
Totalmente de acuerdo con lo que indica Mad, Renoir está "disfrutón" y se gusta en el film, como por ejemplo las secuencia final, lástima, y me tripito, que no lo he podido disfrutar. En resumen. un film más interesante de lo esperado pero que no he disfrutado casi nada por motivos que no voy a cuatripitir.
Y la próxima, MADAME BOVARY, también con Magic Andreu
Por ese motivo he descartado alguna que otra revisión que me apetecería o, por ejemplo, limitaré la de Bogart al período 1941-1956, ya que en este caso todas las películas se han editado en DVD o BD, aunque con calidades diversas. Las que no tengo en mi videoteca las he podido conseguir en las bibliotecas y contar así con ediciones originales.
En el caso de Renoir, las tengo todas sin recurrir al Màgic Andreu, salvo La nuit du carrefour (la visioné en YouTube, aunque posteriormente hannaben me ha proporcionado una referencia que me permitirá revisarla en algún momento con una copia sensiblemente mejor) y la que cerrará el ciclo: Le petit théâtre de Jean Renoir, un film para la televisión accesible, a día de hoy, en YouTube. Para completar la lista, eso sí, he tenido que cruzar los Pirineos e "importar" (si todavía se puede hablar de "importación" dentro de la UE) varios títulos. En todo caso, es cierto que según en qué condiciones se vea un film es casi como no verlo. El próximo, Madame Bovary (por cierto, me hubiera gustado releer la novela de Flaubert... pero el día tiene solo 24 horas), está editado en DVD por Gaumont, con subtítulos en francés, pero hay que ser muy completista o estar muy interesado en el ciclo para gastarse el dinero comprando un film del que personalmente no tengo demasiado buen recuerdo.
Acabo con una reflexión sobre lo difícil que era la cinefilia en mi juventud: si ahora nos lamentamos por no poder tener a mano una copia decente de cualquier película, antaño (los 70 e incluso aún los 80 y en parte los 90) nos dábamos con un canto en los dientes si podíamos ver una mala copia de alguno de los films que ahora podemos ver sin esfuerzo y a menudo tenemos en nuestra videoteca (o en la plataforma de turno) en BD o incluso en 4K. Ni siquiera la Filmoteca era garantía de poder acceder a buenas copias: recuerdo en los 80 o quizá primeros 90 un pase de M, de Lang, en que tuve que abandonar la sala (una de las contadísimas ocasiones en que lo he hecho en mi vida), porque el sonido era infernal. Eso sin contar las películas vistas con colores degradados, cortes, formatos incorrectos u otras lindezas.
Yo, en los 80, llegué a ver una de Tarzán en una sábana colgada, literalmente, de la pared de una peluquería. Peluquería entre semana, y los sábados por la mañana, sesión de cine. Todos los niños, pegados como caballas en lata, sentados en sillas de plástico, en un lugar más que dudoso. Entonces, nos parecía una maravilla.
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Sabia de la existencia del Cinexin pero jamás oí hablar del Cine Nic.
A ver si esta noche definitivamente me pongo con BOUDU o directamente le hinco el diente a SÓLO SE VIVE UNA VEZ de Lang aprovechando que circunstancialmente estoy de baja.
Espero que no sea nada importante. Lo del Cine Nic es ya para veteranos, nacidos antes de 1965 . Como se aprecia en la foto, no se trataba de celuloide ni nada parecido, sino de unos rollos de papel encerado con dibujos que, al darle a la manivela, y con una luz trasera, se proyectaban en movimiento. Hoy en día seguramente no merecería la menor atención por parte de los niños del S.XXI, habituados al móvil y a los pantallones de televisión (o quizá sí, vete a saber), pero a mí me fascinaba.
Yo tuve un cinexin. Mi pasión por entonces, no pasó de la película del pato Donald que lo acompañaba. Creo que la quemé (de tanto usarlo, como diría la añorada Jurado).
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Yo igual... , me acuerdo del pato Donald y de Goofy, no sé si estaban juntos en el mismo corto o eran dos... lo puse muchísimo, era de color naranja...
Ahora estamos acostumbrados a la HD y todo lo que se salga de ahí es casi imposible disfrutarlo. A mi me pasa también como dice Alex... lo que no tenga en dvd o bluray no lo disfruto en absoluto... a mi del youtube o cosas así sin subtítulos en castellano o audio pues no me vale, para sufrir con un visionado mejor no verlo.
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Tema más anímico y de estrés que físico, que también.
Necesito relajarme una temporada siquiera breve.
Como decía y si no hay contratiempos (aunque vete tú a saber...) me pondré con Lang o Renoir después de un leve refrigerio mientras veo el Telediario.