Es que vivimos en la era de la inmediatez, gracias a Twitter y al resto de redes sociales se difunden noticias y novedades a nivel de vértigo. Una novedad ya no dura como lo hacía hace una década. Y la publicidad también se adapta a ello, de ahí la cantidad ingente de material que se muestra para promocionar cada película.

Aunque esto lo notamos más nosotros que estamos al día de la actualidad del medio y no tanto el gran público que va al cine habitualmente o no.