Por Spirit habría que condenarles a todos, pero no sólo al ostracismo
La verdad es que Robert Downey Jr. siempre ha sido un actor estupendo, pero sus adicciones parecían haber truncado lo que podría haber sido una carrera digna de un actor de primerísimo nivel. Recuerdo cuando en el lapso de tiempo entre una entrada y otra a clínica le dieron papel en la serie Ally McBeal para ver si recuperaba el terreno perdido y ya no volvía a las andadas. La serie con él subió muchísimimo de nivel y su personaje era de lo mejorcito visto, incluso fue nominado a un Emmy por este personaje. Era divertidísimo y lleno de matices. Cuando regresó a la senda ya trazada y recayó de nuevo en el alcohol parecía su fin. Por fortuna, hace ya tiempo que se ha recuperado y parece que su regreso ha sido definitivo y a lo grande, de lo cual todos los buenos aficionados al cine nos alegramos. Una película suya que os recomendaría (si no la habéis visto) es Kiss Kiss Bang Bang, con un Downey Jr. en salsa. Y, por supuesto, en Iron Man. Difícilmente podría interpretar a un Tony Stark mejor.