Christopher Nolan es la cara visible del moderno cine de estudios. Sus películas son las de un ejecutivo, no las de un artista. Más allá del interés que pueda suscitar el argumento y de lo grandiosos que sean los efectos especiales, yo en Interstellar veo los mismos problemas del cine de Nolan de siempre, solo que magnificados. Intenta abarcar demasiado, quiere contar demasiadas cosas, la narración es torpe, el "mensaje" viene impreso en los diálogos de unos actores que constantemente necesitan explicarle al espectador lo que está pasando, el sentimiento se obtiene por medio del uso intensivo de la música durante toda la película, etc.
La raíz de todo esto es el origen mismo de sus proyectos: no es lo mismo tener un concepto desarrollado por uno mismo, como en Memento, que tener una película de cientos de millones de dólares que tiene que recuperar y rentabilizar la inversión como sea. Y Nolan intenta hacer películas basadas en conceptos muy sugerentes pero que sean totalmente masticables por el gran público, con metáforas pueriles sobre el amor y los sentimientos recitadas en voz en off por los actores, un desarrollo requeteexplicado de pe a pa donde se entienda todo y no haya ambigüedad...no sé, por hacer una comparación, a veces tengo la sensación de que sus películas sean a la escritura de guión lo que los kits de colorear por números son a la pintura.
Y lo curioso es que la película me ha gustado. Bueno, vaya por delante que es imposible que una película sobre viaje interestelar no me guste. Pero quizás por lo fallida que es a bastantes niveles, al final el conjunto extraña, inquieta, sorprende por lo marciano que es el desarrollo del guion, por lo inconexo. Esto, aunque parezca mentira, lo digo en serio: al menos con esta producción Nolan se ha lanzado al vacío, y nunca mejor dicho...en fin, no sé cómo explicar qué es lo que funciona Interstellar, porque es mucho más fácil explicar lo que no funciona.
Y hablando de esto último, voy a comentar en spoiler el final de la película, porque es un muy buen compendio de lo que representa el cine de este señor:
Veamos. En el desenlace se observa perfectamente hasta qué punto la voluntad de Nolan es la de crear unas imágenes icónicas que permanezcan en la retina con el espectador, pero es un cineasta que construye las casas empezando por el tejado, que crea las secuencias pensando en el impacto que quiere que tengan en lugar de crear un sustento dramático y dejar que se desarrolle de forma natural.
Tenemos al personaje del padre, que ha recorrido universo y medio para encontrarse con su hija. La esperanza de este reencuentro ha sido la motivación y la piedra angular de todo lo que hemos visto en la película, y sin embargo los personajes se ven, se hablan durante dos minutos, e inmediatamente la hija le dice que se marche a buscar al personaje de Anne Hathaway, que está en nosequé confín del universo. Esto no es un problema meramente de credibilidad argumental, es un problema del atropello narrativo que consume el cine de Nolan...una escena que se intuia como el climax de la película parece que esté puesta ahí de refilón, e inmediatamente el padre se marcha como si nada...
Entonces pasamos a la cara de Matthew McConaughey reflejada en el cristal de la cabina del cohete, y se abre una compuerta que muestra un cielo estrellado...el personaje que nos ha sido definido como explorador, pionero, etc, vuelve a su esencia y se abre un nuevo viaje a las estrellas, a lo desconocido...todo completamente obvio, tampoco voy a decir que no efectivo, pues la imagen de las estrellas es bonita, con su carga simbólica, pero desde luego es obvia también. Y a continuación vemos a Anne Hathaway en otro planeta, mirando a un horizonte, y con esa voz en off tan pegajosa que nos recuerda cursiladas sobre los confines del amor o el poder de la esperanza o ya no me acuerdo qué.
La cuestión es, todo este final es un engarce de ideas del cineasta que quieren ser poderosas, icónicas, supremas...el reencuentro del padre y la hija tras atravesar medio universo, el aventurero que regresa a las estrellas, el monólogo final que suena a expresión del sentido de la vida...pero todo está atropellado, todo está subrayado de pasada y a medio contar, y ahí está el problema, se percibe como un pegote, un quiero y no puedo del cineasta, que tiene tanta necesidad de impresionarnos y de filmar todas las imágenes definitivas que van a transmitir la emoción máxima al espectador que, para cuando se quiere dar cuenta, se ha olvidado de construir estas imágenes desde el desarrollo de la película, de una forma orgánica y fluida y que no se sienta impostada...
Y por favor. Pueden hablar de agujeros de gusano y de relatividad y de ecuaciones y de todo lo que quieran. Pero una película en la que los personajes se mueven por el amor, que poco menos que aparece definido como el pegamento supremo que mantiene juntos los trocitos del universo, no es una película de ciencia ficción dura. Los que dicen esto no tienen ni idea de lo que es la ciencia ficción dura. Y ese es una vez más el problema de Nolan, que lo quiere hacer todo, que quiere agujeros de gusano y relatividad pero quiere que un chaval de trece años no tenga problema para entender la película, que quiere que sea un viaje interestelar pero que los espectadores que necesiten emoción humana tengan todos los discursitos cursis sobre el amor del mundo y algunos más...pues no señor, es que no se puede hacer todo...
En fin, he resaltado todo lo malo porque es lo más evidente. Luego hay bastantes cosas buenas también. En conjunto pues no sé, un 7.