No me enteré DE NADA. Eso ya me lo esperaba, porque he leído algo de Pynchon y ya sabía de que iba el tema. La gente que dice que se ha enterado se tira el moco seguro, porque no creo que la peli se tome la trama de investigación lo suficientemente en serio como para preocuparse por explicarla. Es como lo del negro que sale al principio y no vuelve a aparecer y que no se explica cuando parece ser que en el libro sí se ve clara la relación con lo que pasa en la trama (lo tuve que buscar por internet). Al Anderson se la suda ampliamente, vamos.
Joaquin Phoenix se pasa toda la puta peli colocado, pero DE VERDAD. Está todos sobreactuadísimos, más de lo habitual en una peli de Anderson, que tiene un sentido del humor marciano y le gusta dejar que sus actores se desmanden en escenas puntuales. Aquí es un no parar de caras raras, de momentos absurdos y de comedia de fumetas, pero rodado todo con un estilo casi clásico. Estéticamente es una peli retro, como un thriller a lo "El largo adios" de Robert Altman.
Hay drogas, hay mujeres raras, hay clínicas, hay policías tronados, referencias a vampiros, al triángulo de las Bermudas, a la ouija. Eché de menos referencias a extraterrestres, que le molan al Pynchon, eso sí. Pero al final todo se reduce a una paranoia sobre drogas y traficantes. Todo lo demás, apuntes sobre temas políticos y sociales, queda como difuminado entre las disgresiones delirantes a lo Pynchon. Eso en las novelas funciona mejor, pero en una peli que lo condensa todo al máximo... pues no tanto.
Se ve con cierta fascinación por flipada y porque tiene un toque casi de fantástico, como si fuera a pasar algo sobrenatural de verdad. Pero es un poco coñazo y bastante plana.