La versión MFSL de Third Stage de Boston es muy buena, aunque es difícil de encontrar. Eso sí, para este álbum, nada como el vinilo original masterizado por Bob Ludwig en Masterdisk en Nueva York, sublime.
Todo lo que comentáis sobre el sonido de las nuevas remasterizaciones se conoce con el nombre de "Loudness Wars". Las discográficas quieren que los álbumes de sus artistas tengan un sonido impactante, que realmente llamen la atención, los usuarios de iPods quieren que su jueguetito rinda y suene fuerte, aún a costa de fastidiarse sus oídos. Para el gran consumidor más volumen=mejor sonido.
Hemos llegado a un punto en el que nos encontramos grabaciones Pop o Rock en el mercado con poco más de 5 dB de gama dinámica, ¿qué sentido tiene un soporte como el CD con sus 96 dB de gama dinámica? Dos buenos ejemplos de esto (y no son remasterizaciones) podrían ser Kalifornication de Red Hot Chilli Peppers y Vapor Trails de Rush, este último es un verdadero atentado al oído.
Muchas, por no decir la mayoría, de las remasterizaciones actuales son una estafa. La resmasterización no se ha hecho con cuidado, simplemente se ecualiza enfatizando graves y agudos para darle impacto y pegada, se pasa la señal por un compresor o limitador y listo, a fabricar los duplicados. Tampoco es raro el que se usen copias de producción en vez de los masters originales (caso de los remasterizados de Rainbow) o incluso los premasters ecualizados de los LPs.