Por cierto, creo que habéis malinterpretado mi comentario.
Yo no he escrito que no me guste la tarta de queso sino el queso.
Releerlo, por favor.
Por cierto, creo que habéis malinterpretado mi comentario.
Yo no he escrito que no me guste la tarta de queso sino el queso.
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Sí, lo entendí, pero para mi es lo mismo, porque las tartas de queso llevan mucho queso, es su ingrediente principal.
¡Sacrílego!...
No tiene nada que ver el queso con el jamón, pero vamos, ambos juntos también son buena combinación, sobre todo en los saraos...
Yo igual, me encanta el queso, y además lo tomo casi todas las noches, un poquito en la cena junto a una fruta, no necesito mas para acabar el día tan feliz...
En tiempos de democracia fina como los de ahora, las autoridades suizas me han comunicado que el Sr. Alcaudón no puede entrar en territorio suizo por dicho comentario antiqueso. Lo siguiente será que diga que no le gustan las navajas suizas!!!!! Por otra parte: Mad, Cinéfilototal y Tomas serían bienvenidos.
Ya estuve recientemente, querido amigo.
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[QUOTE=Alex Fletcher;4725216]En tiempos de democracia fina como los de ahora, las autoridades suizas me han comunicado que el Sr. Alcaudón no puede entrar en territorio suizo por dicho comentario antiqueso. Lo siguiente será que diga que no le gustan las navajas suizas!!!!! Por otra parte: Mad, Cinéfilototal y Tomas serían bienvenidos.[/QUOTE]
¡¡Estupendo Alex, ya estás buscándome buenas tiendas de quesos y/o chocolates!!...
Ya sabéis lo que dijo sobre Suiza el personaje que encarnaba Orson Welles en EL TERCER HOMBRE (1949), de Carol Reed...
Cucú!!
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06. A través del Pacífico (Across the Pacific, 1942), de John Huston
La Warner quería volver a reproducir el éxito de The Maltese Falcon, para lo cual se intentó que Hammett escribiera una continuación de la novela, pero no hubo acuerdo. La alternativa fue rodar un film titulado “Aloha Means Goodbye”, basado en una novela por entregas de Robert Carson, publicada en el Saturday Evening Post, ambientada en Hawaii. Pero finalmente se substituyó la isla del Pacífico por el canal de Panamá, y el proyecto acabó convirtiéndose en Across the Pacific, con guion de Richard Macaulay (de hecho, la referencia al océano Pacífico quedó en el título, a pesar de que los personajes nunca llegan a él).
Se nota la voluntad de tirar del hilo de The Maltese Falcon, aunque en esta ocasión Huston no dispone de un material tan excepcional como en el film anterior y no firma el guion, pero ahí están en el reparto, junto a Bogie, Mary Astor y Sydney Greenstreet. También se nota la influencia de All Through the Night y la entrada en la guerra de Estados Unidos. Si en aquella Bogart se las veía con un grupo de nazis infiltrado como quintacolumnistas en Nueva York, aquí es contra los japoneses, dispuestos a colapsar el Canal de Panamá (zona administrada por Estados Unidos hasta 1999), justo antes del bombardeo de Pearl Harbor (la acción arranca el 17 de noviembre de 1941 y se cierra con los aviones norteamericanos volando con rumbo a Hawaii como respuesta a la agresión nipona).
La ventaja, al menos para mí, de Across the Pacific es que recupera, en parte al menos, el humor irónico de The Maltese Falcon, sin convertirse en el híbrido de comedia y film de intriga que era All Through the Night. A pesar de ello, la película no está entre lo más destacado ni de Bogart ni de Huston, que, además, no pudo finalizar el rodaje cuando faltaban aún 9 días, ya que se tuvo que incorporar al ejército, con la misión de filmar documentales. Vincent Sherman fue el encargado de acabarlo, al parecer ocupándose especialmente de la parte final del film, en la que Bogart, cual una especie de Rambo con americana, se enfrenta a metrallazo limpio con los japoneses, entre los cuales un príncipe del país del Sol Naciente.
Más interesante me parece la travesía en el barco Genoa Maru, desde Halifax, en Canadá, hasta Panamá, a bordo del cual Rick Leland (Bogart, en el papel de un capitán de artillería expulsado del ejército por robo) se encuentra con una misteriosa y seductora Alberta Marlow (magnífica Mary Astor, que muestra una química excelente con Bogie… a pesar de que no besara bien ),
y el enorme, en todos los sentidos, Dr. Lorenz (Sydney Greenstreet), un enamorado de la cultura asiática, colaborador de los japoneses. También pulula por ahí un nisei (norteamericano de origen japonés), Joe Totsuiko (Victor Sen Yung, actor de origen chino, como el resto de intérpretes de los personajes japoneses: por aquellas fechas, en California, a los auténticos japoneses se los confinaba en campos de concentración).
Lo mejor lo encontramos en la relación entre Bogart y Astor (hilarante la reacción de Alberta al primer beso de Rick mareándose, a punto de vomitar) y los diálogos con Greenstreet (como cuando comparan pistolas, y Rick comprueba que la suya es más grande ), puntuados con algunos momentos de acción e intriga.
La excusa de la aventura son los intentos de Rick (que sigue actuando para el ejército) de descubrir lo que trama el Dr. Lorenz y sus conexiones en Panamá. Y lo que trama es el lanzamiento de torpedos al Canal para obstruir el paso de los barcos, una acción de guerra que está previsto que coincida con el bombardeo a Pearl Harbor.
Hay un par de detalles que parecen premoniciones del próximo film de Bogart, Casablanca: por un lado, su personaje se llama Rick, como el cínico propietario del Rick’s Café de la ciudad marroquí; y además viste el atuendo que se ha convertido en inseparable de la imagen del actor: la gabardina.
También merece destacarse una curiosa escena, en Panamá, en un cine donde se proyecta una película japonesa, que nos trae a la memoria la wellesiana The Lady from Shanghai. O ese intento final de harakiri por parte del Dr. Lorenz. En su conjunto, la película sabe a poco, pero en mi caso me resulta mucho más atractiva que All Through the Night, quizá porque destila algo de esa socarrona manera de enfocar el cine de aventuras o de intriga que caracteriza el cine de Huston.
La próxima entrega no necesita presentación. Dejemos que Sam nos las recuerde con música:
Es curioso cómo a Estados Unidos le dolía especialmente el ataque a su integridad territorial y de hecho, tiene como consecuencia la persecución de los japoneses, muchos de ellos, nacidos en tierra americana, durante la guerra y hasta después.
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Lo que se hizo con los japoneses en Estados Unidos fue un atropello brutal, al que no se suele dar la importancia que tuvo, una vergüenza nacional por la que no sé si alguien se llegó a disculpar alguna vez. Y eso en un estado democrático gobernado por el Partido Demócrata de Roosevelt, un caso de racismo extremo.
Cierto. Siempre se cubrió de un espeso velo que ocultara lo que realmente pasó. Para ellos los japos eran los nazis para Europa, y la tomaron con los que veía "parecidos" o que les recordara la afrenta de Pearl Harbor.
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Acabo de leer un reportaje amplio sobre los campos de concentración o de internamiento japoneses en algunos estados norteamericanos. Respecto a lo que preguntabas, mad dog, tuvo que pasar muchos años, hasta 1988, en los últimos coletazos del gobierno de Reagan, que el Gobierno norteamericano emitiera un comunicado oficial de disculpa a los estadounidenses de origen japonés. Más de 40 años después.
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La diferencia es que no me consta que se actuara de manera similar con los alemanes o descendientes de alemanes. Por un lado, porque su número era y es enorme en Estados Unidos, y por otro porque el nazismo gozaba de muchas simpatías en el país, hasta por parte de un héroe nacional como Lindbergh.
Sí, es cierto. Como dije antes, parece que les dolió mucho más lo que hicieron en su territorio que lo que pasaba en Europa con los nazis.
Aunque el edicto presidencial de Roosevelt incluía a los japoneses, alemanes e italianos (el eje del mal) mayores de 14 años en suelo americano y no nacionalidados, la realidad parece ser, es que la sociedad estaba muy impactada (imagino que alimentado ese temor y odio por lo que se veía, escuchaba y leía en los medios) por lo de Pearl Harbor.
En el 42 se emite una Orden que amplía la medida a los japoneses nacidos de aquellos ya señalados anteriormente.
También creo que la opinión tan favorable que había hacia Hitler y su forma de gobernar (se le tenía por un lider avanzado, de ahí la portada de hombre del año de Time Magazine) fue cambiando poco a poco y era ya muy distinta cuando se conocieron las atrocidades perpetradas contra los judíos y otros grupos. Precisamnte, muchos de ellos emigraron a tierras norteamericanas, donde también vivieron y sintieron el antisemitismo.
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Como comentamos en su día en el hilo de Elia Kazan a raíz de la película Gentleman's Agreement. El antisemitismo también está detrás de la trama criminal de un film de 1947: Crossfire, de Edward Dmytryk.
Sobre los campos de concentración de japoneses en Estados Unidos recuerdo un film de hace unos años, Mientras nieva sobre los cedros (Snow Falling on Cedars, 1999), de Scott Hicks, con Ethan Hawke.
Sí. Enseguida me vino a la mente La barrera invisible como ejemplo paradigmático del antisemitismo.
Por otro lado, una cinta que refleja muy bien ese sentimiento larvado contra los japoneses en la magnífica Conspiración de silencio. El personaje del Tracy va buscando a un japonés, y no recibe casi ninguna respuesta a los numerosos interrogantes que se le plantea en aquel pueblo cuyos moradores son de todo menos hospitalarios.
De todas formas, investigando un poquito, uno se da cuenta de que el sentimiento contra los japoneses, aunque alcanzó cotas muy elevadas en esa segunda guerra mundial (el trato japonés a los apresados norteamericanos no era muy "cortés" o la irrupción de los kamikazes y la obstinación de los japos, tampoco ayudaron, sino todo lo contrario), digo que ya existía desde décadas anteriores. Con cada contienda que Japón tenía con otro país (Rusia, China, etc...) y sus prácticas en estos conflictos, se creaba un caldo de cultivo antijaponés en varios países del mundo, incluido Estados Unidos.
Incluso muchos años después, con la crisis de los 70, que perjudicó a las empresas automovilísticas americanas (véase el deterioro de ciudades como Detroit), y que vieron como, por el contrario, las empresas japonesas del sector arrasaban con todo, también se vivieron escenas y demostraciones antijaponesas muy llamativas.
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Bonita tarde me ha quedado de sábado con el film de Huston y el de Renoir. Con el propósito de no alargarme mucho, ya que me arden los ojos, por el efecto de la tercera vacuna, iré, otra vez, directo al grano. El film es de pasar un buen rato entretenido, sin buscar mucho más allá, el plus que da el film precisamente no es la historia, sino los personajes, el trío protagonista luce,y se ve que Huston le sacaba mucho rendimiento a ello, siendo por ejemplo la relación de cachondeito entre Bogart y Astor un claro ejemplo y un embrión para lo bueno y lo mejor de la Reina de África, que tiene muchas cualidades, si, pero son esos diálogos y situaciones entre Bogart y Hepburn lo que destaca; y en el film a comentar lo mismo, cuando comparten pantalla Astor y Bogart, el film suma mucho, también el villano a lo Porky's es molón.
Bueno, el final, pues no me interesa casi nada, no se lo cree nadie lo de Rambo Bogart, creo que el film no necesitaba dicho desenlace, funcionaba muy bien, y noto senación de atropello para concluir la trama.
En resumen mejor de lo esperado, ha sido vista sin espectativas, pero ha sido una experiencia la mar de disfrutable, film pequeño con grandísimos actores.
A pesar del atroz dolor de rodillas que estoy sufriendo todo el día me estoy metiendo entre pecho y espalda algo que jamás hasta la fecha había intentado como es un triple reseña (ojo, no un programa triple) simultánea, empezando por la más detallada de EL MINISTERIO DEL MIEDO para el rincón Lang y las menos prolijas (aunque no para los estándares del amigo Alex Fletcher) de THE BIG SHOT y ACROSS THE PACIFIC para este.
Si no muero en el intento o mis rodillas dicen ¡basta! espero tener el paquete completo, eso sí con escasas capturas de pantalla, para esta misma noche aunque probablemente tenga que descansar entremedias para poder recobrar el aliento y descansar mi dolorido cuerpo.
Y si no es así, el resultado lo podréis leer mañana.
PROGRAMA DOBLE:
05. THE BIG SHOT (1942)
Director: Lewis Seiler.
Producción y distribución: Warner Bros. Pictures, Inc.
Productor: Walter MacEwen.
Guion: Bertram Millhauser, Abem Finkel y Daniel Fuchs.
Fotografía: Sid Hickox, en blanco y negro (1.37:1).
Dirección artística: John Hughes.
Música: Adolph Deutsch.
Montaje: Jack Killifer.
Reparto: Humphrey Bogart (Duke Berne), Irene Manning (Lorna Fleming), Richard Travis (George Anderson), Susan Peters (Ruth Carter), Stanley Ridges (Martin Fleming), Minor Watson (Alcaide Booth), Chick Chandler (Dancer), Joseph Downing (Frenchy) y Howard Da Silva (Sandor).
Rodaje: del 7 de enero a principios de febrero de 1942.
Duración: 1 h 22 m 05 s.
Estreno: 13 de junio de 1942.
y
06. ACROSS THE PACIFIC (1942)
Director: John Huston (y Vincent Sherman).
Producción y distribución: Warner Bros. Pictures, Inc.
Productores: Jerry Wald y Jack Saper.
Guion: Richard Macaulay, basado en el serial “Aloha Means Good-by” de Robert Carson (The Saturday Evening Post, del 28 de junio al 26 de julio de 1941).
Fotografía: Arthur Edeson, en blanco y negro (1.37:1).
Dirección artística: Robert Haas y Hugh Reticker.
Música: Adolph Deutsch.
Montaje: Frank Magee.
Reparto: Humphrey Bogart (Rick Leland), Mary Astor (Alberta Marlow), Sydney Greenstreet (Dr. Lorenz), Charles Halton (A. V. Smith) y Sen Young (Joe Totsuiko).
Rodaje: del 2 de marzo al 1 de mayo de 1942.
Duración: 1 h 36 m 30 s.
Estreno: 5 de septiembre de 1942.
…
Vistas entre ayer y hoy estas dos producciones, ambas inéditas en salas comerciales en nuestro país, lo primero que me llama la atención es que pese a manejar presupuestos más o menos similares (417.000 vs. 576.000) parecen una la hermana pequeña de la otra.
- Un ejemplo palpable de ello es la escasa presencia de figurantes en la primera frente a la abundancia de la segunda. -
El director Lewis Seiler (1890-1964), entre cuyos logros podríamos destacar el título final de la “trilogía” protagonizada por Marlene Dietrich y John Wayne (léase SIETE PECADORES (1940), de Tay Garnett, LOS USURPADORES (1942), de Ray Enright y FORJA DE CORAZONES (1942), estas dos últimas compartiendo el protagonismo con Randolph Scott) o la cinta bélica GUADALCANAL (1943), que algunos críticos consideran precursora de la mucho más conocida (y ensalzada) TAMBIÉN SOMOS SERES HUMANOS (1945), de William A. Wellman, se limita en THE BIG SHOT, que bien podríamos traducir como “EL PEZ GORDO”, a plegarse a las exigencias del estudio en un intento por reeditar la figura del gánster que parecía desaparecida después de que Raoul Walsh diera buena cuenta de ella en las fundamentales THE ROARING TWENTIES (1939) y EL ÚLTIMO REFUGIO (1941).
- Si alguien tiene curiosidad recientemente (2020) la Universal ha sacado en nuestro país una edición en BD de la película de Seiler y que yo he adquirido, aunque todavía no he visionado. -
Pero como decía Bob Dylan, The Times They Are A-Changin'…
Como comentaba en la anterior entrega, la muy divertida ALL THROUGH THE NIGHT, el único elemento que se ha mantenido desde el principio de la revisión es la presencia del compositor británico Adolph Deutsch (1897-1980) como elemento aglutinante de las mismas.
A pesar de no ser un músico que los aficionados recuerden en demasía (y entre los cuales yo mismo me incluyo y eso a pesar de que ganó 3 Oscar a lo largo de su dilatada carrera) las bandas sonoras que impregnan estas cintas logran una extraña cohesión a pesar de lo diverso de las propuestas que, por lo que vamos viendo, van desde el cine negro hasta la comedia pasando por el cine social.
¿O acaso el retrato de una época no es cine social?
THE BIG SHOT se sustenta básicamente por un lado en el trabajo de luces y sombras del gran Sid Hickox (1895-1982) [del que ya hemos visto sobradas pruebas de su talento en ALL THROUGH THE NIGHT] y por otro lado en el trabajo interpretativo de Humphrey Bogart.
Es una lástima que el resto del elenco actoral no esté a la altura, caso de Irene Manning (1912-2004) o Stanley Ridges (1890-1951), que encarnan respectivamente a la ex-esposa y al abogado del protagonista, aunque en su descargo deberíamos decir que ello se debe en buena medida a lo poco trabajado que están sus personajes.
Por cierto, si la primera me parece una sosias de Rita Hayworth, el segundo bien podría ser un emulo de William Powell.
Ah, y como veréis (o más bien leeréis) en el rincón Fritz Lang, la Wikipedia (me refiero a la norteamericana, que es la que suelo tomar de apoyatura en mis comentarios) vuelve a errar cuando afirma que THE BIG SHOT entró en producción después de ACROSS THE PACIFIC cuando ocurrió todo lo contrario, como podéis comprobar si os tomáis la molestia () de leeros la ficha técnica que acompaña a estas modestas reseñas.
Como antes indicaba, a pesar de la presencia de hasta tres guionistas – algunos de ellos bastante notables, como Abem Finkel (1889-1948) o Daniel Fuchs (1909-1993) – la película parece un refrito de títulos previos de la productora, como ANGELS WITH DIRTY FACES (1938), de Michael Curtiz o la ya comentada EL ÚLTIMO REFUGIO.
De la primera toma la idea del arrepentimiento en el último momento del mitificado gánster y que sirve allí para que los “Dead End Kids” no sigan el camino de su ídolo, el personaje encarnado por James Cagney y aquí para salvar la vida del joven George (Richard Travis), acusado injustamente de la muerte de un policía durante la fuga orquestada por Duke (Bogart) de la cárcel en la que este cumple cadena perpetua.
De la segunda, como bien cuenta el maestro Roy “Mad Dog” Earle, ese último trabajo con el que el protagonista piensa cerrar por todo lo alto su carrera delictiva (y que como bien dice el titular del rincón no es compatible con los apenas 40 años que frisa el mismo) así como la huida a las montañas y la (espectacular) persecución por las carreteras nevadas y cubiertas de placas de hielo.
Una cinta de agradable visionado pero que, ciertamente, no quedará en la memoria, al menos del que este suscribe, aunque uno no es dueño de sus recuerdos…
Por su parte, ACROSS THE PACIFIC, tercer largometraje como director del (inicialmente) guionista John Huston (1906-1987), es una película que como suele indicar el querido Alex Fletcher va de más o menos (o de menos a más, según sea el caso).
Ciertamente tenemos a varios de los protagonistas de la cinta que encumbró definitivamente a Bogie, como son la bella y elegante Mary Astor y el orondo y verborreico Sydney Greenstreet, aunque bien es cierto que se echa de menos la presencia del taimado Peter Lorre que bien podría haber encarnado (y seguramente que con muchos más matices) el personaje del traidor (al menos a su país de adopción) Joe (Sen Young).
Igualmente se encarga de la fotografía Arthur Edeson, perfectamente intercambiable con Sid Hickox, ambos exponentes máximos del look característico de las cintas Warner de los años ‘30 y ‘40.
Ah, y por supuesto el incombustible Adolph Deutsch…
Aunque hay una tendencia entre la crítica a desmerecer el trabajo de Vincent Sherman, que finalizó el rodaje debido a la súbita incorporación a filas del director titular, lo cierto es que yo no noto gran diferencia entre lo filmado por uno y por otro.
Y bien es cierto que parece ciertamente premonitorio el que el protagonista se llame y se vista de igual forma que el personaje del que hablaremos, imagino que largo y tendido, la semana que viene…
Lo de más a menos viene dado porque lo mejor de la película no es la habitualmente rocambolesca trama de espías de turno (ya sean alemanes o japoneses) sino los excelentes diálogos que el guionista Richard Macaulay (1909-1969) pone en boca de la pareja protagonista y que convierten el primer tramo de la película en una muy divertida comedia de enredos y donde vuelve a brillar la excelente química que destilan Bogart y Astor.
Bien es cierto que dichos diálogos seguramente procedan del serial que el conocido escritor Robert Carson (1909-1983) [del que ya hablamos en su momento cuando tratamos ESPÍRITU DE CONQUISTA (1941) en el rincón Lang] publicó en la prestigiosa revista “The Saturday Evening Post”.
Por ello cuando esa jugosa (y atrevida) dialéctica entre Rick y Alberta desaparece en buena medida para dar paso a una trama más convencional de quintacolumnistas y/o espías la película pierde buena parte de su encanto.
Y si en referencia a THE BIG SHOT he mencionado dos títulos clásicos del cine negro, la trama de ACROSS THE PACIFIC me ha recordado poderosamente a la del famoso western EL HONOR DEL CAPITÁN LEX (1952), de André De Toth, aunque en este caso sea a la inversa.
O todavía más claramente al auténtico canto del cisne del género (clásico) de gánsteres, AL ROJO VIVO (1949), del repetidamente mencionado – y con razón – Raoul Walsh.
En todos ellos el protagonista (o coprotagonista) se hará pasar por delincuente/desertor/traidor con el fin de ganarse la confianza del villano (o villanos) de turno y de esta manera desbaratar sus planes.
Con atino se optó por no indicar en los títulos de crédito el original del serial de Carson, “Aloha Means Good-by” (que no “Aloha Means Goodbye”, de nuevo uno de esos errores que se copian unos a otros)...
- Primera entrega -
- Última entrega. Por cierto, maravillosa la ilustración de portada del gran Norman Rockwell. -
... dado que el grueso de la trama acontece en Panamá y no en Hawai, como muy bien indica el compañero mad dog earle debido al reciente ataque de los japoneses a Pearl Harbour, el 7 de diciembre de 1941.
En cuanto a la cinta muda japonesa que se proyecta en el cine en el que se refugia Rick, la misma bien podría ser una versión de “Madame Butterfly” y que como bien recordaréis fue la segunda entrega del coleccionable Lang (autobombo, ya lo siento ), dado que el personaje encarnado por el inmenso (en todos los sentidos, salvo en lo referente al calibre de su pistola… ) Greenstreet, el doctor Lorenz, intenta (aunque infructuosamente, seguramente por imposición del Código de Producción, que prohibía mostrar un suicidio en pantalla) hacerse el harakiri cuando ve que todos sus planes han sido frustrados, al igual que hacía la joven japonesa enamorada del apuesto oficial norteamericano.
Al contrario que en la superior ALL THROUGH THE NIGHT el tono de comedia no se mantiene homogéneo a lo largo de la proyección y por ello me parece una película ciertamente más interesante que la anteriormente comentada pero menos lograda que la primera.
Aunque sólo por los desopilantes diálogos que se cruzan la pareja Bogart/Astor (y el sutil erotismo que los impregna) y que bien podrían codearse con los de las comedias más locas de los años ‘30 el visionado de la cinta es altamente recomendable.
Por cierto, Huston no volvería a dirigir un largometraje hasta 1947…
… una película ciertamente olvidada como es…
… EL TESORO DE SIERRA MADRE…
Buenas noches y, buena suerte…
… al pueblo ucraniano…
Última edición por Alcaudón; 06/03/2022 a las 22:59
Debido al febril ritmo de trabajo de revisiones que me he impuesto estos días (el jueves EL MINISTERIO DEL MIEDO; el sábado THE BIG SHOT; el domingo ACROSS THE PACIFIC y AGUAS PANTANOSAS ) y su correspondiente comentario (el domingo, por la mañana Lang y por la tarde programa doble Bogart) no me ha permitido profundizar en demasía en algunos de los aspectos de las películas objeto de revisión y aprovecho la ocasión, antes de preparar la comida que pese a que como indiqué THE BIG SHOT me pareció mucho menos interesante que ACROSS THE PACIFIC es de agradecer que la primera nos muestre una visión de los poderes públicos, léase de la policía, notablemente crítica, como la (brutal) secuencia del interrogatorio a la única testigo del asalto al furgón blindado, que se ve completamente coaccionada para señalar al bueno de Duke (Bogart) como el autor material del mismo. En cuanto a ACROSS THE PACIFIC hay una clara descompensación entre la primera y la segunda mitad - más o menos, porque no lo he calculado ni siquiera a ojo - y, ciertamente, me gusta mucho más la primera, con ese toma y daca entre la pareja protagonista, Rick (Bogart) y Alberta (Astor) y que en algunos momentos tengo la sensación de que los diálogos se improvisaron sobre la marcha dada la frescura de los mismos y la excelente química que desprenden ambos. Y me ratifico en que soy incapaz de saber en qué punto finalizó el rodaje Huston y en qué punto lo inició Sherman, un director mejor de lo que se suele considerar (ahí tenemos la reciente ALL THROUGH THE NIGHT o sus melodramas con Bette Davis y Joan Crawford) y que además ya había trabajado previamente con la estrella.
La próxima entrega será la inmortal CASABLANCA, seguramente una de las cintas más míticas de Hollywood, junto con LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ.
A ver si es posible a estas alturas decir algo nuevo sobre la misma.
¿Intuyo algo de vinagre por parte de.... ?
Será mi segundo visionado de Casablanca, espero que sea un Blade Runner, o sea, que en su primer visionado me dije, "está bien, pero para una obra maestra", pero en su segundo visionado me tuve que comer mis palabras con patatas y salsa barbacoa (porque se sigue usando ketchup para las patatas fritas cuando la salsa barbacoa le de mil vueltas?). Pues eso, con Casablanca espero lo mismo, primer visionado en glorioso VHS, o sea doblado y en una TV dominicana, o sea culona, ahora se viene el BD y en una TV de traca y mocador, además uno al ver el elenco saliva el doble de lo normal: Lorre, Bogart, la Bergman, Veidt, Rains y Greenstreet..... todo pinta bien!!!!
Para mi, Adolph Deutsch solo con la maestría que desplegó en El apartamento, ya me tiene ganado para siempre.
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