Tema: Humphrey Bogart: revisando sus películas (1941-1956)

"THE HARDER THEY FALL"

Ayer me vi "Más dura será la caída" porque quería ir dando tumbos entre el Bogart de los cuarenta y el último Bogart.

La película en sí podría ser el argumento para casi cualquier deporte, cualquier sector e incluso podría decirse que estamos en manos de publicistas y técnicas que hacen creer realidades que no existen. El mensaje está claro y un hombre se da cuenta que la avaricia por el dinero, que es lo que mueve en definitiva a todo el mundo -más si es en el mercado estadounidense-, le lleva a tomar decisiones que al final arregla.

En sí la película es un formato algo flojo porque no quiere aparentar ser una cinta de cine negro, de hecho yo no la valoro de ese modo porque no, pero claro, al ser Bogart pues la atribución del género es fácil, e incluso el siempre bien quedado Rod Steiger que hace un papelón enorme (últimamente veo muchas cosas suyas y no sé, pero me parece que se disfruta a este hombre más de segundas que de primeras). Varios son los argumentos que me sugieren que se trata más de una forma de dar a conocer una realidad.

Además, dicho sea de paso, fue en la siguiente década cuando la publicidad y los publicistas nos vendieron cosas, políticos también y aquí es cuando la película toma su sentido. Nunca te fíes de nadie que sea el mejor solo porque lo veas escrito. Las cosas se demuestran donde se tienen que hacer y lo cierto es que en eso la película es un buen ejemplo.

Podríamos poner aquí otro ejemplo de peli Bogart como "El Cuarto Poder". Creo que esta clase de cinedenuncia resuelve muchas cosas de hoy en día. Ya lo vieron venir y ya pasaba entonces. Por eso no me sorprende nada.

Las peleas están muy bien elaboradas. Desconozco el tema de dobles y demás pero me convence bastante este aspecto. Más que otras películas más rudimentarias.

¡Te has ido al final, casi casi sin pasar por la casilla de salida! Por mi parte, ningún problema, pero me reservo mis comentarios sobre The Harder They Fall para cuando toque, dentro de, como mínimo,... 33 semanas.

No puedo elegir tu escalera porque me muevo por otros intereses. Pero queda escrito. Sé de buena tinta que hay personas que aprecian leer los post e incluso años después recibo yo (y veo que otros) notificaciones por haberles gustado el comentario. Es lo único que las redes sociales no podrán quitar nunca. El nivel de indexación del que adolece toda red social.

Yo no busco verlas todas, sino que dentro de mi cinefilia le he prestado atención estos días más pero debo incursionar en otros lados. Voy de flor en flor.

Ya digo que por mi parte ningún problema. Te invito a que aportes tus comentarios cuando te apetezca, incluso de films que quedan, en principio, excluidos de esta revisión. Lo de ir de flor en flor es tentador (de hecho, yo también lo hago), pero el sentido de estas revisiones que hace años que impulso junto a otros compañeros es seguir este principio de ordenación cronológica y de completud. Pero no es más que una forma de aproximarse a una obra, probablemente ni mejor ni peor que otras muchas.

Mis segundas revisiones vienen motivadas siempre por círculos de interés diferente al principal.

Algunas películas de estas fueron vistas en su día por mí por ser de Bogart, otras por haber sido de Cine Negro y otras por haber sido de algún director en concreto. Otras veces es por la temática.

La segunda o tercera vez que la veo viene precedido de asentar conceptos olvidados. Entiendo que buscas concentrarte en la figura de Bogart, y me gusta, ya lo dije. Pero está claro que habiéndolas visto todas las que has puesto, me interesó ver la que en su día no le presté tanta atención como High Sierra y quise ver al último Bogart para darme cuenta de que en sí el género Bogart era un subgénero muy aplaudido y coincidente. De hecho incluso las que no son de Cine Negro te las encuentras como tal dentro del clasicismo de los años 50.

Volveré a revisionar, puede que no ahora, pero más adelante. Los problemas de dos foreros nada importan en este loco foro...

Yo entiendo a Rub perfectamente. Es más, siempre me movió el impulso u otros elementos subjetivos a la hora de elegir peli para ver. Es con la llegada a este foro y sobre todo, juntándome con estos ejemplares inclasificables que la metodología ha intentado entrar, no siempre con éxito, en mi vida miserable

Todas las revisiones que estamos llevando a cabo siguen las mismas reglas: respetar el orden cronológico de rodaje o de exhibición de las películas.

De esta forma es posible comprender mucho mejor la evolución del actor o del director de turno y a la vez la de la época en que fueron realizadas.

Yo también tengo a veces la tentación de saltarme determinados títulos e ir a los que en realidad me interesan pero ahí está la gracia de las revisiones. Como en las bodas: para lo bueno y para lo malo.

Alcaudón, pero tú tienes la vía de escape de abarcar muchos frentes. Sigues el orden de varios hilos, pero también vas a tu bola en otros rincones. Es como el que tiene tres o cuatro mujeres. Pero sin disimularlo.

Ya tengo cuasifiniquitada la de Lang y en proceso la de Fisher.

Y que conste que yo también discrepo a veces con el propietario del hilo por el orden de los títulos porque yo prefiero usar antes el de rodaje que el de exhibición dado que a veces las películas a veces se estrenaban años después de su filmación.

Pero las reglas las impone el que abre el hilo, que es además el que abre el fuego con los comentarios.

La de rodaje, salvo alguna excepción (como justifiqué en el hilo de Renoir), no me parece la principal, porque hasta que no se estrena una película "no existe". Me guío, a pesar del puntillismo de Alcaudón, por la de estreno, que es la que habitualmente se utiliza en las ordenaciones en casi todas partes (salvo en las lista de nuestro forero bilbaíno preferido).

Algo que pronto veremos en el hilo Lang cuando comentemos antes EL MINISTERIO DEL MIEDO que LA MUJER DEL CUADRO dado que aunque la primera se estrenó más tarde se rodó antes.

Iniciado por Alcaudón

Todas las revisiones que estamos llevando a cabo siguen las mismas reglas: respetar el orden cronológico de rodaje o de exhibición de las películas.

De esta forma es posible comprender mucho mejor la evolución del actor o del director de turno y a la vez la de la época en que fueron realizadas.

Yo también tengo a veces la tentación de saltarme determinados títulos e ir a los que en realidad me interesan pero ahí está la gracia de las revisiones. Como en las bodas: para lo bueno y para lo malo.

Ejem ejem.....Green Card

Me suena... GREEN BOOK...

Iniciado por Alcaudón

Me suena... GREEN BOOK...

Por cierto, con un excepcional Vigo Mortessen, aunque todas las loas fueran para el virtuoso músico al que conducía de gira.

Iniciado por tomaszapa

Por cierto, con un excepcional Vigo Mortessen, aunque todas las loas fueran para el virtuoso músico al que conducía de gira.

Que, por cierto, ya que se cita a Peter Weir, debutó precisamente en un film del australiano: Witness, aunque, si la memoria no me falla, sin ni una sola línea de diálogo.

Iniciado por mad dog earle

Que, por cierto, ya que se cita a Peter Weir, debutó precisamente en un film del australiano: Witness, aunque, si la memoria no me falla, sin ni una sola línea de diálogo.

Sí. Es correcto. Aunque realmente lo primero que hizo en cine, y que fue eliminado en la sala de montaje, fueron unas escenas en La rosa púrpura del Cairo, de ese mismo año.

No hay nada como que a uno le eliminen en la sala de montaje para convertirse en una gran estrella... como Kevin Costner...

Lo de los actores eliminados en la sala de montaje da para otra película o varias películas más. Un caso muy curioso fue el de Superman 2.
Brando, que había aparecido en la primera parte, como reclamo, por su prestigio, ya había rodado escenas para la segunda parte. Pero los productores de la cinta pensaron que se ahorraban un buen pastizal (de los porcentajes de beneficio de Brando) si eliminaban sus escenas. Porque como la primera había sido tan exitosa, ya no necesitaban a Brando.
En el 2005 se recuperaron sus escenas en el montaje del director de Superman 2.

... que es una cinta muy superior a la continuación original...

"El circo sangriento" (1941)



Filme que jamás había visto, uno de los pocos de Bogart de protagonista para mi totalmente desconocidos, aunque finalmente pienso que no me he perdido gran cosa.

Película realmente floja, con un argumento muy poco creíble, además los actores principales parecen incómodos en sus roles a excepción de la bella Joan Leslie.

Bogart como director de circo, pues no pega demasiado, quizás uno de sus papeles mas inadecuados; Sylvia Sidney está mejor que él, aunque tampoco es que haga gran cosa, y bueno, Eddie Albert, me resulta realmente increíble como domador de fieras, así por la cara... su escena en la droguería me pareció de risa...

Y al final, ¿cuantos tiros le dieron al pobre Caesar?, no había manera de matarlo, ni que fuera de hierro...

Lo más interesante, la malsana atracción y celos del hermano respecto a su hermana menor, aunque apenas es desarrollado, pero claro sería un argumento muy fuerte para la época, y totalmente fuera de lugar para una historia circense.

Al menos la fotografía en blanco y negro es buena; y el trabajo de los pobres leones es bastante decente, lástima que el argumento en general no saben bien lo que quieren contarnos.

Según dicen, esta fue la primera cinta en la que Bogart empezó a cobrar como una primera figura. A partir de aquí, es cuando empezó a crecer la cuenta corriente.

Iniciado por tomaszapa

Según dicen, esta fue la primera cinta en la que Bogart empezó a cobrar como una primera figura. A partir de aquí, es cuando empezó a crecer la cuenta corriente.

Aunque encabeza el reparto, me parece a mi que el personaje del domador (Eddie Albert) le hace bastante sombra.

Spoiler:

Además al final no consigue a la chica, y encima muere de forma horrorosa a manos de Caesar... (que es mi propio nombre en inglés, )

“The Maltese Falcon” es uno de los títulos primigenios y fundamentales de la llamada novela negra (apelativo nacido en Francia por el color de las tapas de una colección de libros especializados en la temática criminal, la “Série noire” de la editorial Gallimard). Escrita por Dashiell Hammett, en su día detective de la agencia Pinkerton, se publicó primero por entregas en la revista especializada en el género “Black Mask” en 1929, y completa en forma de libro al año siguiente.





La Warner adquirió los derechos del libro y ya en 1931 produjo la primera de las tres versiones que llevó a las pantallas.

The Maltese Falcon (1931), de Roy del Ruth



Esta primera versión se inscribe (y ese es su mayor atractivo) dentro de las coordenadas del cine Pre-Code. Deudora de un cierto estatismo y teatralidad, características habituales en los primeros años del sonoro (tampoco hay música extradiegética), el film de Del Ruth juega en cambio con mayor libertad que las dos versiones posteriores con los elementos eróticos. Así, Ruth Wonderley, la Brigid O'Shaughnessy de la novela (Bebe Daniels, de aspecto frágil, pero astuta), se encama sin problemas con Sam Spade (un Ricardo Cortez de permanente sonrisa sardónica).



Spade se nos presenta desde el primer momento como un mujeriego empedernido (ha tenido una cita con una mujer en su despacho; vemos que se arregla las medias al salir y que detrás todo queda desordenado, cojines y sofá, con aspecto de que se ha vivido en el su interior una relación sexual), que lanza la caña a toda mujer que se le cruza por delante, quizá con la salvedad de su secretaria, la eficiente y servicial hasta el extremo Effie (Una Merkel).



La película sigue con cierta fidelidad la trama de la novela de Hammett, aunque su corta duración (75 minutos en la edición en DVD) obliga a condensar algunas escenas. Pero los otros personajes principales responden a los que aparecen en el texto: Joel Cairo (el actor danés Otto Matieson), Casper Gutman (el irlandés Dudley Digges), el pistolero torpón Wilmer (Dwight Frye, el Renfield del Dracula de Browning), o la pareja de policías, el sargento Polhouse y el teniente Dundy. Asimismo, también revolotea permanentemente alrededor de Spade la viuda de su socio, Iva (Thelma Todd).

Como en la novela y en la versión de Huston, el McGuffin de la trama es la figura de un halcón donada por la Orden de Malta al emperador Carlos V en el S.XVI. La estatuilla, de oro macizo recubierta de joyas, siguió una larga serie de vicisitudes hasta recalar, aparentemente, en el puerto de San Francisco, trasportada a bordo del barco La Paloma desde Hong Kong. Como es bien sabido, al final la estatua resultará una vulgar imitación, plomo recubierto de un esmalte negro.



Pero por el camino han muerto tres hombres: Archer (Walter Long), el socio de Spade; un tal Thursby, al que no vemos; y el capitán Jacobi. El final modifica ligeramente el de la narración original, ya que se alude al testimonio de un comerciante chino que vio a Ruth cometer el asesinato de Archer, y Spade recibe como premio el ofrecimiento de ocupar un cargo de investigador en la fiscalía.

Pero, como ya apunté, lo que queda en la memoria es el descaro de los momentos eróticos, junto a un cierto cinismo en los diálogos (en buena medida procedentes de Hammett). No solo vemos a Ruth pasar la noche con Sam, sino que también la cámara se recrea en una escena con Bebe Daniels en la bañera,



o ilustra sin pudor el momento en que Spade fuerza a la chica a desnudarse para comprobar si se ha quedado con un billete de mil dólares (escena contenida en la novela).

Satan Met a Lady (1936), de William Dieterle



Cinco años después, la Warner vuelve a intentar adaptar la novela de Hammett, esta vez recurriendo a un director procedente del cine alemán, Wilhelm “William” Dieterle (que acababa de dirigir para la Warner la adaptación de Shakespeare A Midsummer Night's Dream, junto a Max Reinhardt, y uno de los films que cimentaron el prestigio de Paul Muni como experto en biopics, The Story of Louis Pasteur) y una actriz que empezaba a despuntar, Bette Davis (gracias sobre todo a su éxito en Of Human Bondage, aunque en este caso fue una producción de la RKO).

Para la ocasión, se partió del libro de Hammett para acabar perpetrando una trama argumental (guion de Brown Holmes) que uno nunca sabe si tomarse en serio. La película, por momentos, parece más una screwball comedy (y no de las buenas precisamente) que un film criminal, y por supuesto poco tiene de film noir.



En buena medida, el tono queda marcado por la caracterización de Sam Spade, ahora Ted Shane, por parte de Warren Williams, permanentemente risueño (ese Satan del título, algo que en cierto modo está extraído del libro, donde a Spade se le describe de la siguiente manera: “tenía el simpático aspecto de un Satanás rubio”), como si estuviera constantemente de jarana y todo se lo tomara a guasa. Junto a él, el resto de personajes sufren una transformación radical: el untuoso Joel Cairo se convierte en un locuelo británico, Travers (Arthur Treacher), que podría haber interpretado perfectamente un Edward Everett Horton. El orondo Gutman cambia incluso de género, convirtiéndose en Madame Barabbas (Alison Skipworth), una famosa delincuente. Su acólito ya no es el jovenzuelo Wilmer, sino el orondo y patoso Kenneth (Maynard Holmes), tocado con una especie de boina.



Y la Brigid de la novela es aquí Valerie Purvis interpretada por la Davis. Si no fuera porque tanto ella como Williams da la impresión que se están cachondeando durante toda la película de lo que se ven forzados a interpretar, uno pensaría que aquello fue un castigo para la actriz (cosa que, si no me equivoco, en cierta forma sí fue, fuera algo intencionado o no por parte de Jack Warner).



Pero donde la película ya entra en el terreno del ridículo es en el trastoque del McGuffin: lo que en origen era una estatua de oro y pedrería aquí es el cuerno de caza de Roldán, supuestamente relleno de joyas, que se habrían mantenido en su interior durante más de mil años. Por supuesto, al final de joyas nada, solo un puñado de arena. Como de arena y no de piedras preciosas es esta versión digna de ser olvidada rápidamente. Si no fuera por la presencia de la Davis y por ser una inevitable referencia cuando se habla del film de Huston y de la novela de Hammett, Satan Met a Lady estaría criando polvo en el desván de la cinefilia.

Después de este prólogo obligado para cumplir la propuesta de sesión triple, el próximo comentario (quizá mañana o el lunes) será ya el de la película de Huston, un gran film que sigue siendo magnético después de 80 años, un hito indiscutible e indispensable en la historia del llamado cine noir y en la conversión de Bogie en un mito.

Tan pronto como cene (frugalmente) me pondré con el visionado de THE WAGONS ROLL AT NIGHT, de Ray Enright, aunque tendré que dejar para mañana su comentario y raudo me veré EL HALCÓN MALTÉS, de Dashiell Hammett, quiero decir de John Huston... para evitar tener que subirme siempre al tren en el vagón de cola.

Y es que uno no puede estar a todo, que acabo de finiquitar el postergado comentario de LA GRAN ILUSIÓN en el foro Renoir y en breve me pondré con el de MOONTIDE en el de Lang si antes no me explota la televisión debido a la paupérrima calidad de la copia...

Y retomar el rincón Bette Davis de la compañera hannaben que tengo bastante abandonado, aunque mi absurda obsesión por la cronología más estricta me está volviendo un tanto

Y "mad dog" como un niño estrenando zapatillas nuevas Mi lectura solamente ha incluido la presentación de momento, justo antes de llegar el primer film: High Sierra.

Acabo de descubrir este hilo y desde luego que va a ser de los que apetece ver su progresión, comentar pelis e interactuar un poco.... cuando me encuentre un poco mejor. Desde luego, Bogart como persona era de ésas que si confraternizabas con él ya tenías un amigo leal para toda la vida y se preocupaba por sus compañeros (al margen del caso de "Sabrina" en el que se sintió incómodo desde el comienzo). Pero ayudó a Joan Bennett cuando esta entró en un punto muerto en su carrera o a Gene Tierney cuando vio que la mujer emitía señales alarmantes de mala salud mental, y fue el origen de la encarnación original del Rat Pack y padrino de la segunda. Ya comentaré algo sobre su afectuosa relación con Robert Ryan o de cómo parecía detestarle Sylvia Sidney.
Como anécdota quedará que si el cáncer no hubiese surgido, muy probablemente habríamos disfrutado de un film más de la pareja Bogart-Bacall puesto que las pruebas de vestuario ya se habían realizado.

Habla la Bacall:

"We hadn’t made a film together in eight years, since Key Largo, but in 1956, now that both the children were a little older, we started making plans: there was a book we liked, called Melville Goodwin, USA, a love story between a military man and a female politician.
Life seemed very good indeed. But Bogie came home one day and told me that he’d run into an old co-star, Greer Garson.
Over lunch, she’d announced that she didn’t like the sound of his cough, and dragged him to see her doctor, Maynard Brandsma, at the Beverly Hills Clinic.
We stayed in Palm Springs, at Frank Sinatra’s house, and I was disturbed that Bogie seemed unable to swallow much solid food. When the tests came back, Dr Brandsma called us in to his office. The movie would have to be postponed, he said, because Bogie needed surgery. The biopsy had revealed malignant cells, a cancer in the oesophagus.
We were due to start shooting in a week, and we had already filmed the wardrobe tests, to help get the costumes right."

Un fragmento de un largo artículo.


No sé si habréis visto alguna vez alguna fotografía en la que aparezcan juntos Bogart y otro icono como Gary Cooper. Pues aquí está, con Humphrey visitando el set de rodaje de "Clandestino y caballero" .... de Fritz Lang.