No sé cómo nadie puede poner en duda que sea bueno que llegue Amazon.es o cualquier otro: cuanta más competencia, mejor.
A ver si algunos que están desde hace tiempo durmiendo el sueño de los (in)justos espabilan de una vez.
Y no todo es cuestión de precios, sino de servicio al cliente (antes de la venta, durante la venta y después de la misma).
Un gigante como Amazon podría apretar las tuercas a las adormiladas delegaciones españolas de las grandes distribuidoras de cine, no sé si en precio, pero al menos en calidad de ediciones.