Yo siempre quise estudiar cine. Al final, a los 20 años, salí de mi pueblecillo y estuve dos años viviendo en Valencia y estudiando en una escuela. Y os puedo asegurar que en general, las escuelas de cine españolas, por lo menos las que yo conocí, lo único que hacen es matar la creatividad. Tus cortos tienen que someterse a X estandares, son como un examen, ¿como puedes ser creativo así? Tienes que demostrar que has aprendido la teoría, pero no puedes elegir que partes de la teoría llevar a la práctica, tienes que usar TODOS los recursos que te han enseñado. Aprendí mucho de guión, de fotografía, de encuadres... pero de PASIÓN por el cine nada. La mayoría de los cortos eran académicos, pedantes y políticamente correctos y comprometidos socialmente: que si el sufrimiento de un inmigrante, que si el miedo de una madre a que su hija se quede embarazada... cuanto más políticamente correcto era tu corto, más le gustaba a los profesores. Una compañera hizo un corto más heavie, sobre un tipo enganchado a la droga, pero más en plan "Eloy de la Iglesia" bastante crudo, y en el segundo curso prácticamente la echaron
Al final, cuando volví a mi pueblo, cogí mi cámara de vídeo vieja y a unos cuantos amigos. Y los cortos que hicimos no serán tan formales, ni tendrán tanto cuidado, pero rebosan energía, ganas, ilusión... y la verdad, en una escuela de cine no aprendí nada que no podría haber aprendido de los libros técnicos de cualquier biblioteca pública.
Bueno, si. Aprendí las razones por las que el cine español nunca será realmente una industria a nivel de otros países: demasiada autocensura. Aunque hay excepciones gloriosas.