'Guardianes de la noche: Tren infinito'
Pocas son las veces en las que una película salida de una serie de TV anime tiene relevancia dentro de la propia trama. En la mayoría de ocasiones son historias alternativas, secundarias o que en su conclusión siempre consiguen salirse con la suya para que lo ocurrido en ellas (por grande que sea) no tenga repercusión en la serie. El caso de 'Guardianes de la noche: Tren infinito' es una rareza, la primera vez en la que un largometraje es tratado como continuación directa de una serie, avanzando en la trama principal y dando por hecho que el espectador ya ha visto la primera temporada. Quizá esto es lo que ha llevado a este film a ser el más taquillero en la historia de Japón y a recaudar casi 400 millones de dólares en su país, en plena pandemia COVID-19. También puede ser porque la serie fue un auténtico fenómeno y el manga se vende como churros. Sea como sea, la película ha gozado de un éxito tremendo, que por suerte viene acompañado de una de las mejores adaptaciones de un anime a la gran pantalla.
Como he dicho, es imprescindible haber visto la primera temporada para comprender lo que sucede aquí. No te presentan a ningún personaje protagonista ni te explican casi ninguno de los términos propios del universo en el que se ambienta. ¿Esto quiere decir que no funciona de forma independiente? Claramente no transmitirá las mismas sensaciones, y va a ser imposible no perderse en ciertas ocasiones, pero los responsables ya se han encargado de dejar las píldoras de información suficientes como para que sepas como son las relaciones entre los personajes, que conflictos tienen y cuales son sus motivaciones, para poder disfrutar de ella como el gran entretenimiento que es y, quien sabe, añadir otro seguidor a la enorme lista que tiene la serie.
El trabajo en su guion es fantástico. Está un poco encorsetado en el género "shonen", pero se nota que tratan de hacer las cosas bien, sin prisas. Es una trama dividida en inicio-nudo-desenlace que guarda varias sorpresas en su estructura y acontecimiento de los hechos. Se reinventa. Su incursión en el mundo onírico le da mucha libertad a la hora de jugar con el espectador y buenas ocasiones para definir a los personajes, que aprovecha. En la trama hay sitio para la acción, el humor, la tensión, la emoción y el drama. La acción transcurre en un tren, localización principal de otras grandes películas como 'Train to Busan' o 'Runaway Train' que suele dar a la cinta un frenetismo y movilidad inusual. Aquí en cuanto el tren se pone en marcha la película es un no parar, no paran de suceder cosas, a partir del segundo acto apenas te da tiempo a parpadear y todo esto sin dejar de lado la evolución de los protagonistas, que es donde se nos da algún que otro momento de respiro para coger una bocanada de aire, empatizar con ellos y estar preparados para la siguiente escena frenética.
En el apartado de la animación, el estudio UFOTABLE ya lo bordó en la serie, pero aquí han conseguido alcanzar unas cotas de calidad surrealistas. Es muy distinto de lo que suelen hacer Studio Ghibli u otros autores como Satoshi Kon o Makoto Shinkai, estilos de animación muy refinados y elegantes. El estilo de dibujo de 'Guardianes de la noche: Tren infinito' es basto y poco ortodoxo. Las líneas del contorno de los personajes son gruesas y nada disimuladas, y el diseño artístico está claramente inspirado en los cuadros clásicos japoneses, donde prima la sencillez ante el realismo o grandes capas de detalle. El nivel de detalle es notable, pero no es lo principal. El gran dinamismo sin perdida de detalle en los momentos clave o el coloreado son mucho más importantes y se encuentran a un nivel altísimo. Mucho más que eso, es la máxima referencia en cuanto a aunar grandes secuencias de acción con una sensación de movimiento brutal, un gran detalle y una explosión de colores. Su BSO acompaña a la perfección todas estas escenas. La película brilla especialmente en sus últimos 20 minutos, una montaña rusa de emociones animada magistralmente, cerrando el film de una forma poco usual y muy emotiva.
'Guardianes de la noche: Tren infinito' es un gran espectáculo de principio a fin, que deja un gran sabor de boca. Otra muestra de que el anime, actualmente, está a un gran nivel y aparecen películas que se hacen notar fuera de sus fronteras. Otra muestra más de que la animación es un medio increíble para contar historias prácticamente imposibles fuera de él, gracias a su plasticidad. Otra muestra más de que los prejuicios hacia la animación ya no deberían ni existir.