Uff, el Godzilla de Emmerich es difícil hasta considerarlo Godzilla, pero sí que le tengo cierto aprecio. Por nostalgia y porque el diseño del monstruo en sí me parece fantástico (soy admirador de Patrick Tatopoulos como diseñador y artista conceptual). No es Godzilla, pero sí una reinvención más "naturalista" y dinosauriana, de líneas más sinuosas, acorde a las necesidades de la película (desde el principio lo quisieron corriendo a toda velocidad y escabulléndose entre los edificios).
Aún así, el Godzilla de 2014, como REDISEÑO del monstruo, es mil veces más impresionante y fiel a la criatura original.

En el Godzilla de Emmerich tienes a un Matthew Broderick terrible y a la chica, Maria Pitillo, que era sosa como ella sola, pero también a Jean Reno, que se robaba la película y que por mí podría haber sido protagonista absoluto (tengo debilidad por ese hombre). Creo que si hubieran atinado más con el casting sería una película algo mejor considerada.

Un poco off-topic, pero el cine de Emmerich es una especie de placer culpable para mí. No me gusta ese concepto, pero es la definición más ajustada que se me ocurre.
El tipo suele empezar genial sus películas de catástrofes, sabe ir construyendo el suspense inicial y los primeros compases de la destrucción, luego se suelen ir desinflando un poco. Aún así, y a pesar de ser chorradas monumentales, encuentro sus películas enormemente disfrutables (al menos hasta 2012, su filmografía más reciente es bastante floja). Independence Day es la mejor película estúpida de la historia del cine blockbuster americano (wink wink), y Godzilla es maja y tiene unas cuantas escenas muy potentes, le tengo cariño. El día después de mañana tiene su punto y tengo buenos recuerdos de ella, y 2012 es un despiporre de destrucción cgi muy apañado.

Además, a lo mejor soy yo otorgándole más crédito del que tiene, pero creo que el cine de Emmerich es bastante autonsciente sin tirarse de lleno a la parodia. Algo de eso tiene que haber.
En mi cabeza resulta irónico, y tiene un puntito de mala leche, el hecho de que sus películas sean AMERICANADAS en toda regla (con sus banderas ondeando y sus militares y sus discursos de presidentes heroicos), y a la vez una orgía de destrucción dedicada a dejar los Estados Unidos hechos un solar, siendo ÉL, Emmerich, ALEMÁN