• Los clubs de fútbol serán castigados con la pérdida de puntos y la exclusión de las competiciones
La FIFA ha dado un paso al frente en su deseo de luchar contra el racismo en el fútbol. El organismo internacional dejó ayer el terreno de las palabras y las buenas intenciones, y aprobó la enmienda del artículo 55 de su código disciplinario, que estipula severas sanciones para los actos de racismo o de discriminación en los estadios. Los clubs se exponen a castigos que van desde la suspensión de partidos y pérdida de puntos (3 en la primera infracción, 6 en la segunda y descenso de categoría en caso de reincidencia) hasta la exclusión de las competiciones.
Los crecientes episodios de racismo que se han producido en algunos campos, especialmente en España, con Etoo como principal protagonista, y en Italia, han movido a la FIFA a tomar esta firme decisión, que se produjo después de que el comité ejecutivo, reunido ayer en Zúrich, escuchara el testimonio del internacional francés y jugador de la Juventus, Lilian Thuram. "Sólo hay una raza, la raza humana. Algunas personas han asaltado el fútbol y no aprenderán jamás, y es por esto que la FIFA debe intervenir para sanear las cosas y mantener a estas personas lejos de los estadios", declaró, en la primera de dos jornadas dedicadas a debatir este tema.
ALEGATO DE BLATTER
Y la FIFA intervino de una vez de forma contundente, con la adopción de sanciones ejemplares, impulsadas por Joseph Blatter, su presidente. "He subrayado muchas veces la postura de la FIFA en contra del racismo y la discriminación, pero los recientes sucesos han demostrado que existe la necesidad de una acción concertada y la urgencia de adoptar medidas más rigurosas a fin de eliminar esta sombra de este hermoso juego. Por eso estoy muy satisfecho de que hoy se haya dado este gran paso", dijo el dirigente.
La decisión de la FIFA se produce dos días después de que el pleno del Parlamento Europeo adoptara una declaración, firmada por 423 eurodiputados del total de 732, condenando el racismo en los campos de fútbol y reclamando a la UEFA y al resto de federaciones sanciones más duras. Entre las propuestas ya figuraba, precisamente, tanto la suspensión de partidos como la exclusión de los clubs de las competiciones. "No se pueden suspender los derechos fundamentales los fines de semana", fue una de las quejas del presidente de la cámara, Josep Borrell.
Todas las federaciones y las asociaciones miembros de la FIFA estarán obligadas a incorporar estas disposiciones en sus reglamentos, que en principio serán efectivas la próxima temporada, y cualquier asociación que infrinja el artículo puede quedar excluida de toda competición internacional durante dos años. El presidente de la Federación Española, Ángel María Villar, era uno de los participantes en la reunión de ayer en Zúrich y, por tanto, será el responsable de poner en marcha esta modificación.
El primer paso lo dará la comisión delegada de la federación, que podría reunirse la próxima semana para empezar a estudiar esta enmienda. El cambio tendrá que ser aprobado después por el Consejo Superior de Deportes. En principio, la idea de la FIFA es implantar este código a partir del 1 de julio, es decir, una semana antes de que acabe el Mundial de Alemania.
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