La película ha tenido claramente sobreexposición, pero estarás de acuerdo en que teniendo uno un criterio de selección bien construído estas cosas no deberían quitarle el sueño a nadie. Se puede ignorar olímpicamente, se puede investigar e intentar meterte en la cabeza de lo que piensa su legión de fans a fin de hallar respuestas (que es lo que yo hice), o en última instancia, convertirte en un seguidor más del culto. Ya he visto por ahí a gente que se desvive por la película que admite que no sabe realmente la razón por la que ha prendido tan fuerte en ellos que no pueden escapar de su encanto. Es una cuestión de identidad personal de cada uno, pues la peli ha tocado la fibra de mucha más gente de lo que se podría prever al principio. Ni Disney las tenía todas consigo pese a que sabían, John Lasseter el primero, que tenían un producto con clase.
Películas de moda y overhyped las va a ver siempre, y bastantes de ellas han sido o serán peores que Frozen.
Es cuando entra la percepción personal de de que si
Miyazaki,
Como Entrenar a tu Dragón o
Toy Story se merecían haber tenido mucha mejor recepción que Frozen, cuando empieza el lío (y sé de buena cuenta que algunos no han digerido bien el que Frozen haya destronado a
El Viaje de Chihiro en Japón como la película más taquillera de su historia inflación aplicada). No se puede hacer más: estas cosas tarde o temprano pasan, lo que importa es lo que uno disfrute con la película, no lo que otros hagan o dejen de hacer.
Honestamente, creo que se ha estado tensionando inútilmente el debate acerca de la supuesta glorificación de Frozen, cuando incluso bastantes fans acérrimos de la película saben y admiten que no es redonda.
Si bien es posible que no esté resuelta a la altura de los Disney más grandes, sí que creo que evoca aquellos grandes clásicos de la compañía de forma actualizada (entiéndase que dentro de ese "forma actualizada" se pueden extraer tanto pros como contras). Las demostraciones con los poderes del hielo y el complejo personaje de Elsa, objeto de tanto afecto por aficionados, garantizan que
Frozen aguantará el paso del tiempo.
El hecho de que una película de animación (y encima de princesas Disney) haya logrado tanto renombre ha excedido las expectativas de unos cuantos que esperaban encontrar, qué se yo, aliento
shakespiriano y épica a raudales en el mismo pack; total, que aquellos que no son seguidores habituales de cine de animación especialmente, se habrán visto muy decepcionados.
En ese sentido, Frozen no es la panacea, no reinventa nada.