Declaración de intenciones:
Intentaré ponerme esta noche con el visionado (y posterior comentario) de EL MINISTERIO DEL MIEDO (1944) que, como ya he dicho en reiteradas ocasiones, se rodó antes (en 1943) que LA MUJER DEL CUADRO (en 1944) pero que se estrenó más tarde.
Viendo que, si mis cuentas no me fallan, me quedan (o mejor dicho, nos quedan) todavía 19 cintas por completar, excluyendo la anteriormente mencionada e incluyendo WINCHESTER '73 (1950), de Anthoy Mann (en mi modesta opinión uno de los mejores westerns de la Historia del Cine) y EL DESPRECIO (1963), de Jean-Luc Godard, os anuncio que esta va a ser la última retrospectiva larga que me meta entre pecho y espalda. Sea propia o ajena. No tengo ya el cuerpo ni la cabeza para embarcarme en empresas tan ambiciosas y menos poder mantener el ritmo frenético de alguna de ellas.
Aunque la anterior revisión larga a la que me enfrenté, la de (Sir) Alfred Hitchcock fue uno de los escasos alicientes que tuve durante lo peor de la pandemia que todavía (y que nadie nos olvide) pandemia y que constó finalmente de 52 + 2 (3 en el caso de mad dog earle) + 20 entradas, o sea, ¡74! titulos de uno u otro calado, el esfuerzo acabó por pasarme factura hasta el punto de pensar dejar de lado los episodios que el maestro rodó para la televisión, pero... me pudo el completismo.
El listón quedó tan alto gracias a la paticipación de los sospechos habituales que rondan por aquí que no hay nada que me haya proporcionado mayor placer dentro y fuera del foro... salvo lo que el amigo Alex Fletcher sabe...
Dados los problemas crónicos de salud que la edad no hace más que acentuar así como la imposibilidad de participar en todos los frentes me ha impedido colaborar con mayor asiduidad en rincones tan apasionantes como el de Bette Davis o el del Cine Pre-Code, comandados, respectivamente, por las queridas compañeras hannaben y Nina Ivanovna y que son una auténtica delicia.
Bien es cierto que uno mismo tiene demasiados frentes abiertos aunque ya tengo cerrados (o cuasicerrados) ciclos como el de Douglas Sirk (otro de los rincones de los que me siento más orgulloso), el de Ida Lupino o el de Verne. O, atípicamente, con buen ritmo como el demencial de la Hammer con/sin Terence Fisher.
Por todo ello he tenido que abandonar, siquiera coyunturamente, foros como el de Visconti o el de Renoir, aunque intento mantener el ritmo en el de Bogart.
En resumen.
Limitar mi participación, al menos activa, en los distintos foros e intentar no privilegiar unos frente a otros e igualmente dar un nuevo impulso a los que yo llevo, especialmente el de Lang y de Fisher.
Por lo mismo anuncio que los dos directores que más me gustaría revisar son Dreyer y Murnau, dos cineastas europeos de una importancia capital y que además tienen una filmografía notablemente escueta, aunque por distintas razones. El primero 14 largometrajes y, afortunadamente, todos en (más o menos) impecable estado (y estamos hablando de un arco temporal que va desde 1919 hasta 1964) y el segundo, en cambio, con tan sólo 21, de los que se conservan 12 (de 1921 a 1931).
Otro realizador al que tengo echado el ojo es Ozu, del que el visionado de PRIMAVERA TARDÍA (1949) fue casi una epifania y del que tengo bastantes títulos en DVD y/o BD gracias a la labor del BFI.
For the times they are a-changin'
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