Yo soy un poco más joven, pero recuerdo lo de Tio Vivo. Iba de niño al quiosco y estaba repleto de estos tebeos. Y del Pronto, el Superpop y las revistas de cotilleo.
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Pues como parece que la avería es seria tengo dos opciones: o aceptar el ofrecimiento de la dueña de irme a vivir unos días a un hotel a su cargo o volver al domicilia maternal.
O sea, que seguramente estaré inoperativo durante varios días.
Intentaré finiquitar esta misma noche, aunque sea a prisa y corriendo, la reseña que ya tengo bastante bien encaminada de ESPÍRITU DE CONQUISTA para evitar perder el hilo... de mi propio hilo...
A eso hay que añadir, además, el dolor cada vez más acentuado en mis ya muy castigadas rodillas.
Por una vez, y sin que sirva de precedente, ya he visto y redactado el comentario (que es breve) de Western Union antes de leer el tuyo. O sea, tan pronto como lo publiques añadiré el mío... Y pasamos a la siguiente (cuando puedas), que me parece mucho más interesante.
Y a ver esas rodillas, que aquí el soy yo.
Rodillas... y la obra en el baño que o bien me obliga a volver a casa materna o bien a vivir a cuerpo de rey en un hotel céntrico de la capital...
Como indico en mi comentario, aunque LA VENGANZA DE FRANK JAMES me parece mejor lo cierto es que me gusta más ESPÍRITU DE CONQUISTA.
Eso sí, el protagonista no es Robert Young sino el westerner por excelencia (John Wayne aparte), Randolph Scott.
Y como simple chascarrillo, Virginia Gilmore era la amante de turno del director y de la que mad dog earle podrá contarnos más cosas dado que coprotagoniza la primera cinta norteamericana de Renoir, AGUAS PANTANOSAS, que se estrenó el mismo año.
Un bonito western en Technicolor para pasar un rato la mar de entretenido delante de la pantalla del televisor.
Yo la vi durante el confinamiento aunque no tuve oportunidad de comentarla y tampoco conservo de ella un gran (o pequeño) recuerdo.
Última edición por Alcaudón; 26/01/2022 a las 20:25
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Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar...
o
REVISANDO LA FILMOGRAFÍA DE FRITZ LANG (1890-1976) / PARTE XXV:
23. WESTERN UNION (1941, ESPÍRITU DE CONQUISTA)
Director: Fritz Lang.
Director de 2ª unidad: Otto Brower.
Producción y distribución: Twentieth Century-Fox Film Corp.
Productor adjunto: Harry Joe Brown.
Guion: Robert Carson, basado en la novela homónima de Zane Grey (Nueva York y Londres, 1939).
Fotografía: Edward Cronjager y Allen M. Davey, en Technicolor (1.37:1).
Dirección artística: Richard Day y Albert Hogsett.
Decorados: Thomas Little.
Dirección musical: David Buttolph.
Montaje: Robert Bischoff.
Reparto: Robert Young (Richard Blake), Randolph Scott (Vance Shaw), Dean Jagger (Edward Creighton), Virginia Gilmore (Sue Creighton), John Carradine (Doc Murdoch), Slim Summerville (Herman), Chill Wills (Homer) y Barton MacLane (Jack Slade).
Rodaje: 56 días.
Duración: 95 minutos.
Estreno: 21 de febrero de 1941.
…
Omaha, Nebraska, 4 de julio de 1861 > Salt Lake City, Utah, 24 de octubre de 1861
Como decía con sorna un artículo publicado en el “New York Herald Tribune” con fecha 26 de enero de 1941 (o sea, un poco antes del estreno de la película hoy comentada):
"In 1861 it cost $212,000 to extend the telegraph from Omaha to Salt Lake City, and the crew took four months and eleven days, covering 1,100 miles, to do the job. To reproduce their feat in 1940, a company of 300 traveled 2,000 miles in ten months at a cost of more than $1,000,000."
Lo que traducido (malamente) por un servidor vendría a decir más o menos:
“En 1861 costó 212.000 dólares tender el telégrafo desde Omaha a Salt Lake City y al equipo le llevó cuatro meses y 11 días cubrir 1.100 millas. Para reproducir su hazaña en 1940, una compañía integrada por 300 personas viajó 2.000 millas en 10 meses con un coste de más de 1.000.000 de dólares”.
Sigamos…
Aunque pueda parecer contradictorio he de admitir que a pesar de que LA VENGANZA DE FRANK JAMES sea un western superior ESPÍRITU DE CONQUISTA me gusta más.
Basada en la última novela publicada en vida por el popular escritor Zane Grey (1872-1939) la segunda incursión en el género del director vienés se sustanció en un rotundo éxito de taquilla, superior incluso al de la cinta anterior.
- Primera edición, Harper & Brothers Publishers, Nueva York y Londres, 1939 -
No obstante es justo indicar que la participación de Lang en el proyecto fue mucho más tangencial que en la continuación de la saga de los Hermanos James.
ESPÍRITU DE CONQUISTA fue la respuesta, en rutilante Technicolor, al éxito de epopeyas coetáneas de la competencia (léase la Paramount) como UNA NACIÓN EN MARCHA (1937), de Frank Lloyd o UNIÓN PACÍFICO (1939), de Cecil B. DeMille.
La historia tiene lugar en 1861, apenas iniciada la Guerra de Secesión (1861-1865) y en ella se nos narra el tendido del primer cable telegráfico transcontinental entre Omaha, Nebraska y Salt Lake City, Utah, a cargo de la Western Union Telegraph Company y bajo la dirección de Edward Creighton (1820-1874), personaje que en la película encarna el actor (y furibundo anticomunista) Dean Jagger (1903-1991).
Como antes decía Lang se embarcó en el proyecto a última hora y no participó para nada en la elaboración del libreto.
Del mismo se encargaría finalmente Robert Carson (1909-1983), un escritor por completo ajeno al género pero que ya había ganado un Oscar en 1938 junto a William A. Wellman por el argumento de HA NACIDO UNA ESTRELLA dirigida por este último.
- De hecho, Wellman y Carson trabajaron codo a codo en cintas como JOAQUÍN MURRIETA (1936), UNA CHICA DE PROVINCIAS (1936), HA NACIDO UNA ESTRELLA (1937), LA REINA DE NUEVA YORK (1937), MEN WITH WINGS (1938), BEAU GESTE (1939) y EN TINIEBLAS (1939), aunque no siempre se acreditara la participación del segundo. -
Zanuck se encargaría de supervisar la cinta de principio a fin y Lang únicamente intervino en la adición al casting de su amante, la actriz Virginia Gilmore (1919-1986)…
… que curiosamente intervino a continuación en la primera cinta en suelo norteamericano de Jean Renoir, AGUAS PANTANOSAS (1941)…
Justo es reconocer junto a la espléndida labor tras las cámaras del gran (y prematuramente desaparecido) Edward Cronjager (1904-1960) [y que volvería a trabajar con el director en HOUSE BY THE RIVER (1950)] y del no menos grande Allen M. Davey (1894-1946) como adjunto a la fotografía en Technicolor, la hermosa partitura anónima dirigida (e intuyo que, al menos en parte, compuesta) por David Buttolph (1902-1983), al igual que sucedía en el caso de LA VENGANZA DE FRANK JAMES.
- Si estamos de nuevo ante un caso de música de stock lo cierto es que es mucho más completa y ajustada que la de las dos cintas anteriores. -
Aparte de los nombres citados dos destacan poderosamente sobre los demás.
El del productor de facto Harry Joe Brown (1890-1972)...
... y el del actor Randoph Scott (1898-1987)...
La excelente relación que ambos establecieron durante el rodaje de la película (y que se vería reforzada por su participación en el primer largometraje en Technicolor de la Columbia, LOS DESESPERADOS (1943), de Charles Vidor) haría que en 1946 formaran su propia compañía, Producers-Actors Corp. (luego Ranown Pictures Corp.), de la que saldrían alguno de los títulos fundamentales del género, especialmente su famosa pentalogía con el director Budd Boetticher (THE TALL T (1957), DECISION AT SUNDOWN (1957), BUCHANAN RIDES ALONE (1958), RIDE LONESOME (1959) y COMANCHE STATION (1960)).
Y es que de hecho, aunque en los títulos de crédito Robert Young (1907-1998) le preceda...
... , el verdadero protagonista de la cinta es el personaje encarnado por Randolph Scott, el hombre del Oeste por excelencia, con permiso del gran John Wayne.
Seguramente el hecho de que Young coprotagonizara el espléndido western (más bien northern) PASO AL NOROESTE (1940), de King Vidor (y Jack Conway), basado en la primera mitad de la famosa novela “Pasaje al Noroeste” (1937), de Kenneth Roberts y que hubiese significado el acceso de la MGM al Technicolor de no haber mediado un notable retraso en las filmaciones, fue determinante para el orden de prioridad en los genéricos.
Sin embargo, los roles tanto de Jagger como especialmente de Young están claramente subordinados al de Scott, sin duda el personaje más poliédrico de los tres.
Igualmente la hermosa Virginia Gilmore apenas ejerce sino de interés amoroso de uno (Young) y de otro (Scott).
Randolph Scott no era ajeno al mundo de Zane Grey puesto que a principios de la década anterior ya había protagonizado una serie de títulos basados en sus historias y dirigidos todos ellos por el luego más conocido (y excelente realizador) Henry Hathaway (1898-1985).
En concreto serían siete: EL LEGADO DE LA ESTEPA (1932), WILD HORSE MESA (1932), EL PASO DEL OCASO (1932), EL HOMBRE DEL BOSQUE (1933), TO THE LAST MAN (1933), LA HORDA MALDITA (1933) y EL ÚLTIMO RODEO (1934).
Aunque en apariencia una película menos personal que LA VENGANZA DE FRANK JAMES lo cierto es que ESPÍRITU DE CONQUISTA no sólo comparte con esta uno de los temas fundamentales del mundo langiano como es la venganza (aunque recordemos que el título original de la primera no es LA VENGANZA sino EL REGRESO) sino el todavía más determinante de la fatalidad o el destino aciago.
En una cinta que ineludiblemente tendremos que incluir en la presente revisión como es WINCHESTER 73 (1950), de Anthony Mann, en realidad un proyecto largamente gestado por Lang y al que este dedicó dos años y medio antes de que la Universal-International se adueñara del mismo, el director nos presentaba con mucha mayor profundidad una historia de odio entre hermanos (incluyendo la muerte final de uno de ellos) pero que tiene indudablemente sus raíces en la presente película.
De hecho, para mí la mejor escena de la misma no es la que el propio Lang comenta en su libro de entrevistas con el recientemente fallecido Peter Bogdanovich (“En una escena hay un plano en el que Randy Scott, Dean Jagger y Robert Young recorren el tendido en un carromato, mirando los cables: la cámara hacía un barrido vertical y se veía que el último poste tenía un cable suelto; la cámara hacía un barrido del cable hacia abajo hasta enfocar el extremo, enrollado en el suelo con una lanza india en el centro, con plumas de colores. De repente, la cámara hacía un barrido de 90º (la toma completa era de 180) y allí, en color, aparecían doscientos indios con pinturas de guerra”) y que el mismo atribuía al director de fotografía Cronjager...
... , sino una para mí mucho más bella como es la muerte de Vance (Scott) a manos de su propio hermano, Jack (Barton MacLane, por ahora el actor que más veces ha trabajado con el austríaco) y en la que la mano de aquel, todavía medio vendada a causa de las quemaduras sufridas al tratar de huir del cautiverio, se aferra al marco de la ventana...
Una de las cosas que más parece irritar a los críticos es la abundancia de contenidos cómicos de la historia, desde el romance a tres bandas entre Scott/Gilmore/Young hasta las divertidas peripecias del cocinero encarnado por Slim Summerville, pasando por la actitud netamente fordiana del doctor Murdoch (John Carradine, al que en las cintas anteriores habíamos visto matar por la espalda al mismísimo Jesse James) aunque yo soy de la opinión contraria.
Vamos, tan fordiana, que hasta el propio hermano mayor del director, Francis (Ford) (1881-1953) hace acto de presencia en la figura del conductor de la diligencia en la que pretendía huir el miedoso (y con razón) cocinero.
Para terminar y como curiosidad, indicar que el inicio del telégrafo como medio de transmisión de noticias de costa a costa supuso automáticamente el final del servicio de correo a caballo del “Pony Express” y en el que llegaría a trabajar hasta el propio Wild Frederick “Buffalo Bill” Cody (1846-1917).
De hecho, el “Pony Express”, que había comenzado a funcionar el 3 de abril de 1860, finalizó justo dos días después (el 26 de octubre) de la culminación de la empresa que da título a la película.
- Por si alguien está interesado, seguramente la cinta más famosa dedicada a dicho servicio sea EL TRIUNFO DE BUFFALO BILL (1953), de Jerry Hopper y protagonizado por el gran Charlton Heston. -
También me gustaría destacar de la película una cierta mirada crítica, aunque sea somera, tanto sobre el exterminio de los bisontes, con un par de escenas en las que se aprecian los estragos ocasionados por los blancos sobre estos bóvidos...
... así como la visión más bien positiva -y ciertamente atípica para la época - que se da sobre las tribus indias que se alimentaban de ellos...
Y para finalizar las propias palabras del director y que yo comparto:
PETER BOGDANOVICH: ¿ESPÍRITU DE CONQUISTA la hubiera escogido usted antes que LA VENGANZA DE FRANK JAMES?
FRITZ LANG: Yo no diría “escogido” – recuerde que trabajaba en la nómina de la 20th Century-Fox – aunque la verdad es que me gusta hacer películas del Oeste. Pero tengo mucha más simpatía por ESPÍRITU DE CONQUISTA, porque, en primer lugar, LA VENGANZA DE FRANK JAMES era la segunda parte de una película que no había hecho yo, con Tyrone Power”.
Y la próxima semana…
… ¡hablaremos del Gobierno!…
… quiero decir, que hincaremos el diente a la primera (al menos oficialmente) película antinazi de su director, la espléndida EL HOMBRE ATRAPADO (1941)…
… y si el querido compañero mad dog earle ha tenido más suerte que yo tal vez la siguiente sea CONFIRM OR DENY (1941), de Archie L. Mayo (¿y Fritz Lang?)…
Spoiler:
… o MOONTIDE (1942), de… Archie L. Mayo (¿¿y Fritz Lang??) de la que sí dispongo (o eso creo al menos) de una copia…
En cualquier caso,
Buenas noches y, buena suerte.
Que falta me hace…
Última edición por Alcaudón; 27/01/2022 a las 02:03
Western Union (1941)
Lo mejor que se puede decir de Western Union es que, viéndola, se hace difícil imaginar que detrás de la cámara hay un director vienés que lleva poco tiempo en Estados Unidos. Uno se imagina más bien que quien la dirige debe ser un veterano director norteamericano forjado en el género ya en la época del cine mudo.
Lang dirige su segundo western consecutivo en la 20th Century Fox, en Technicolor, producido como el anterior por el poderoso Darry F. Zanuck, con Harry Joe Brown como productor ejecutivo. Aunque la película se basa en una novela del popular especialista Zane Grey, publicada poco antes, se comenta que del libro poco queda más allá del título. Como era habitual, trabajaron varios guionistas en el tratamiento fílmico, aunque parece ser que es Robert Carson el responsable final (y el que aparece acreditado). Carson, hablando del film, resume a la perfección lo que me parece la película: “El resultado era un western perfecto en su género, pero sin ninguna originalidad”.
Esa es la impresión que siempre me da esta película. Como película de género me parece correcta, pero no pasa de ser una más, como hay tantas otras, tan fácil de visionar como de olvidar. Aquí, en lugar de las vías del ferrocarril, lo que se tiende son los cables del telégrafo (de Omaha a Salt Lake City), en el camino imparable hacia la conquista del Oeste norteamericano. Para ello, la película se acoge a toda la panoplia habitual de tópicos del género: el outlaw ambiguo, Vance Shaw (Randolph Scott, que siempre me ha parecido un actor un tanto anodino, salvo en su ciclo de films con Boetticher y alguna otra excepción, como la peckipahiana Ride the High Country); el petimetre de la Costa Este (al que le gastarán la típica broma del caballo salvaje para que monte), Richard Blake (Robert Young, al que me cuesta verlo en este papel), que, cómo no, será rival de Shaw en el amor de la joven Sue (Virginia Gilmore, desaprovechada, en un papel que no va mucho más allá del de hacer de bote de miel para las moscas-macho que la rodean; nos la volveremos a encontrar en el hilo de Renoir);
unos indios, ingenuos y borrachuzos, que tanto se pirran por el whisky como se atemorizan ante los calambrazos que les proporciona el cable telegráfico; unos “falsos indios”, en realidad unos bandoleros, que podrían ser una suerte de banda de los James, ocupados en robar a la Western Union ganado y caballos para revendérselos, aunque actúan con la excusa de que son confederados (la película se sitúa en 1861, año del inicio de la Guerra de Secesión), al mando de los cuales se encuentra el “malo malasombra”, Jack Slade (Barton MacLane);
llanuras, búfalos, y el alivio cómico que proporciona el cocinero de la compañía, un Slim Summerville (bastante cargante), que ya aparecía como carcelero en el film de King con la misma función humorística.
La instalación de los postes de telégrafo está bajo el mando del ingeniero jefe, Edward Creighton, un Dean Jagger que cumple, pero sin más, con lo que el reparto en su conjunto acaba siendo para mí uno de los hándicaps del film, por su falta de carisma, su grisura.
Como curiosidad, se echa mano de un fijo en un pequeño papel: Francis Ford, hermano del gran John.
Siempre que se habla de este film se acaba citando el mismo plano: una panorámica resigue el cable telegráfico hasta el final de la línea para acabar revelando que hay una multitud de indios, con pinturas de guerra, esperando a los de la compañía.
Efectista, pero poca cosa más. En esa misma secuencia es cuando intentan convencer a los indios de la potencia del hilo que habla, contraponiendo la astucia del hombre blanco a la inocencia del piel roja (otro tópico).
Hacia el final, la película gana algo de mordiente con el incendio provocado por Jack y el duelo final en Elkville entre Vance y Jack (que resulta ser su hermano, detalle melodramático que me parece perfectamente prescindible y metido con calzador) y su banda. Un detalle en forma de colgante, le da una pátina de romanticismo a la resolución del film, que me hace, finalmente, recordar que Lang dirige la función.
En resumen, western correcto, pero pasemos a la siguiente.
El incendio en el campamento de la Western Union lo filmó el director de 2ª unidad Otto Brower, que ya había firmado alguna de las secuencias más espectaculares de JESSE JAMES.
Coincido en que es un título menor de su director pero se deja ver con agrado de principio a fin.
Y desde luego Scott es el protagonista absoluto de la película. Precisamente su escasa expresividad le da esa pátina especial a sus interpretaciones que para mí le convierten en el westerner por excelencia, a la altura del mucho más reconocido John Wayne.
Más que nada porque los personajes de Young y Jagger dan poco de sí. De todas maneras, sin negar que sea el personaje más interesante con diferencia, el guion podría haber puesto más interés en ese outlaw del que nunca acabamos de saber muy bien quién es ni cuáles son sus motivaciones u objetivos. ¿De quién huía al inicio del film? ¿Cuál es su compromiso con la Confederación (el tema de la Guerra de Secesión me parece introducido con calzador)? Incluso esa dialéctica, un tanto tópica, de Caín y Abel, de dos hermanos confrontados, me parece mal resuelta, no en la ejecución, que como he comentado me parece correcta, sino en el guion. Western Union es un film que tiene todos los ingredientes, pero el guiso resulta algo insípido, de menú intersemanal, de los de "jueves, paella".
Más extraño es el caso de Robert Young dada la escasa relevancia de su personaje y al hecho de que tuvo que ser pedido en préstamo a la MGM que lo tenía contratado, lo que imagino que no saldría barato. Como indico en el comentario seguramente fue su coprotagonismo (junto a Spencer FURIA Tracy) en el espléndido northern PASO AL NOROESTE lo que indujo a Zanuck a su contratación.
En cuanto al tema de la Guerra de Secesión tengamos en cuenta que estaba recién iniciada.
De todas formas yo sí creo que Lang tomó nota de esa rivalidad fratricida entre hermanos y que desembocará en la muerte de uno (aquí el bueno, allí el malo) para uno de los proyectos más queridos de su carrera como fue WINCHESTER '73 y Anthony Mann manejó de forma igualmente superlativa.
Yo tengo un muy buen recuerdo de Winchester 73. Gran año, por cierto, el de 1950 para el western. De hecho, Winchester 73 estuvo nominada a mejor guión en el apartado de western en los premios del sindicato de guionistas. Compartía apartado con otras maravillas como Flecha rota (ganadora), El pistolero, Río Grande o La puerta del diablo.
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James Stewart además ganó una fortuna porque prefirió un porcentaje sobre los (posibles) beneficios más que un sueldo en sí y la cinta fue todo un éxito.
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"Espíritu de conquista" (1941).
Debido al gran éxito de "La venganza de Frank James", Zanuck decidió contar de nuevo con Lang con otro western, pero ya de más envergadura y de presupuesto: "Espíritu de conquista", que no obstante fue un éxito moderado.
A día de hoy, se ve algo tópico y estereotipado su argumento, porque de épica hay bien poco, más bien es una historia de buenos y malos como tantas hay en el género... El tendido del telégrafo es casi mas como trama secundaria... no tiene la épica de DeMille por ejemplo en "Unión Pacífico", una película mucho mas conseguida, mas épica, más romántica, mas espectacular, y eso que no cuenta con el technicolor... que para mi es el gran aliciente de esta película, sin él sería un western más.
Por cierto, las escenas del incendio me parecieron espectaculares, pero leyendo el libro de Quim Casas dice que fue realizado por el director de segunda unidad: Otto Bowner, en fin, pues bueno.
No encontré gracioso al personaje del cocinero, mas bien me daba lástima, además era casi un anciano... pobrecillo.
El elemento femenino es una vez más, superfluo, si se quita no pasa nada...
Las escenas de los indios me parecieron muy flojas y decepcionantes, sobre todo cuando aparecen borrachuzos y disparan tres flechas ahí al aire... muy mal.
Y la otra escena, con los tres protagonistas frente a cientos de indios, muy risible, antes haría gracia, hoy me incomoda.
Respecto a los tres protagonistas pues ninguna queja, aunque Robert Young, me parece totalmente desaprovechado, y Randolph Scott con su cara de siempre de no sentir nada... pero bueno, ya lo conozco.
Spoiler:
A pesar de todo no me disgustó la película, que se sigue con facilidad, como he dicho antes, gracias al technicolor sobre todo, y que me gusta este tipo de cine añejo.
No dejas a un indio vivo, cinefilototal Lo mejor, el Technicolor!! Lo demás, un mojón! Eso no son gotas de vinagre: es una jarra de cianuro.
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