La última película de Roman Polanski en EEUU fue fotografiada por John A. Alonzo [ASC] después que Stanley Cortez [ASC], el director de fotografía original, fuera despedido por Polanski por negarse a retratar a Faye Dunaway sin filtros difusores.
Como gran parte de la filmografía del director polaco, “Chinatown” está narrada desde el punto de vista de su protagonista, un detective privado de los años 30 interpretado por Jack Nicholson. Para ello Polanski y Alonzo rodaron prácticamente toda la película utilizando un objetivo 40mm anamórfico y frecuente cámara al hombro, puesto que este objetivo abarca un ángulo de visión muy similar al del ser humano.
Sirviéndose de un extraordinario diseño de producción de Richard Sylbert con predominantes tonos marrones y amarillentos, Alonzo consigue imágenes que atrapan al espectador retratando con esta ausencia de color la sequía de la ciudad de Los Ángeles al mismo tiempo que consigue una ambientación de época de un acabado reminiscente al de “El Padrino”.
Como Gordon Willis [ASC] en el film de Coppola, Alonzo subexpone gran parte de la película, consiguiendo que de esa manera los interiores sean oscuros y queden ténuemente iluminados, ocasionalmente de manera exclusiva por la luz que penetra por las ventanas o incluso con las lámparas que aparecen en pantalla debidamente potenciadas. La consecuencia es que la imagen tiene una ligera capa de grano, pese a que gran parte de la película está rodada con los objetivos a grandes aberturas con una reducida profundidad de campo.
En exteriores destaca la práctica ausencia de luces adicionales excepto en algunos atardeceres o noches para compensar la luz en los rostros, constituyendo por tanto el punto más álgido –y la única nominación al Oscar- de la carrera de un director de fotografía tristemente subvalorado. Un magnífico trabajo, por tanto, que apoya brillantemente a la narración y cuya sutileza le hace correr el riesgo de pasar desapercibido para el espectador medio. Panavision.
* * * * ½.