Original en la web: sesioncinefila.com



FIRST MAN – CHAZELLE VIENTO EN POPA

Últimamente ir al cine se convierte en el día de la marmota, te sientas en la butaca, se apagan las luces, ves la película de turno que toca en la cartelera y sales con los compañeros de experiencia, a confirmar, en un 90% digamos, que el cine “comercial” esta en un momento muy crítico.

En ocasiones, algunos trabajos llegan tocados o bendecidos por Majors y en momentos de gracia de Directores y equipos. Estos luchan por seguir haciendo un cine que se va alejando cada vez más de lo que las nuevas generaciones están dispuestas a conceder a las películas en una sala de cine comercial.



First Man cuenta con un director jovencisimo pero tocado con la varita mágica del buen cine, Whiplash fue un dolor de cabeza enorme para poder sacar la película adelante, nadie confiaba, nadie daba un duro y tuvo que crear un cortometraje con una escena de la película, para que una productora pequeñita confiase en el, el resto… ya es historia, un PELICULON, que de haber sido realizada por un director con peso en la industria…hoy en día hablaríamos del oscar a mejor película, aparte de los 3 conseguidos.

Con el impulso que Whiplash le otorgo a Chazelle, su segunda película podría haber sido…no se…la nueva de Juegos del Hambre, Venom, Predators…cualquier cosa de estas que mandan las productoras potentes a los directores que parece que asoman un poco el morro, pero que hacen lo que les manden a pies puntillas, y no fue el caso, nos regalo LA LA LAND otra fantástica película, con la música por bandera y con una realización de quitar el hipo, este chico parecía que no era flor de un día, pero OJO, ¿a donde vas?, y con un maravilloso juego de manos, el oscar a mejor película se esfuma entre una bochornosa, pero siempre espectacular escena americana sobre el escenario de los sueños. Hayyyy joven padawan aun no debes subir tan rápido.

Pero, (siempre hay un pero, en este caso bueno) el joven, pero sobradamente preparado Damien Chazelle se rodea de gente de nivel, véase…Steven Spielberg, Josh Singer, sus compañeros de camino el compositor Justin Hurwitz, y el director de foto Linus Sandgren, dos pedazo de profesionales que a no tardar mucho tendrán que darle muchas, muchas gracias a Chazelle por cruzarse en sus vidas. Este entorno le facilita la posibilidad de llevar a cabo una película titulada First Man, de mismo titulo que el libro en el que se basa, que no es otra cosa que la vida de Neil Armstrong y todo lo que supuso la carrera espacial.

Si no recuerdo mal, esta película paso por diferentes opciones en la dirección, entre ellos, Clint Eastwood, que no habría sido mala opción, de hecho es uno de mis directores vivos favoritos, pero que no creo que le hubiese dado, ni la visión, ni la forma, ni la estructura, que nos ha regalado Chazelle.

First Man es ante todo, una película cinematográfica completa, con lecturas profundas y que requiere de la participación constante del espectador, por eso lo que he comentado al principio sobre la distancia abismal que encontramos entre las películas más comerciales y fotocopiadas en forma y estilo, a trabajos como el que nos ocupa, no es ni un ataque, ni menospreciar al cine más facilón, que puede divertir o no, pero que no va a entregar nada más allá que el de una estructura “base” manida.



Si la mayoría de las películas descubren sus limitaciones en la primera docena de planos, First Man nos descubre su potencial más bestia y la forma más perfecta de contextualizar la película, nos alejamos de los posibles cliches del genero, de ideas preconcebidas de lo que puede que vayamos a ver y de un plumazo en su primera escena, nos presenta al personaje principal, al tono de toda la película y al estilo que nos va a acompañar todo el metraje, simplemente cine de muchos quilates.

Chazelle junto a su DOP Linus Sandgren, optan por pegarnos literalmente a los personajes, de llenar la pantalla con primerísimos primeros planos, algo que favorece muchísimo el tono de la película y que eleva nuestra empatía con los personajes a unos niveles parecidos a lo que nos ofrecía El Arbol de la vida, de Malick, consiguiendo que prácticamente nos metamos en su mente, que no nos perdamos ni un ápice de los gestos y sentimientos de todos ellos, porque no nos olvidemos, esta película trata ante todo de lo personal, los sentimientos y el sufrimiento en silencio, una carga que incluso el espectador llevara junto con el personaje de una manera casi simbiótica y prácticamente sin nombrarla, algo que desde el apartado de guión es sublime y de lo mejor o lo mejor que ha realizado Josh Singer.

Si los PPP (Primerísimos primer plano), son el santo grial del rodaje, el fuera de campo toma un nivel estratosférico en esta película, no llega al nivel de implicación que tiene en la película El hijo de Saul, pero si es un factor importantisimo a la hora de darle una dimensión enorme a la película, es cierto que tendremos maravillosos planos generales, pero sin abusar para nada de ellos, son prácticamente de apoyo al espectador para saber donde esta o a donde va, esto no es Gravity…Gravity le hace los recados a esta película.

Linus Sandgren rueda hasta en tres formatos distintos de celuloide, 16mm, 35mm e Imax de 65mm, distribuidos meticulosamente para diferentes momentos de la película, yo no seré quien diga que el celuloide es mejor o peor que el digital, lo que ofrece el digital es innegable, pero First Man, se aprovecha del celuloide y sus formatos para conseguir un “cuerpo” creíble y orgánico, que no hace más que potenciar, la verosimilitud de todo lo que vemos, de la época en la que se basa, de los personajes, de los hechos, para mi, un 10 por alejarse de la fiebre de la imagen hiper detallada, con ultra definición, que en este caso, desde mi punto de vista, no hubiese hecho más que lastrar a la película.



Ryan Gosling, con su estilo impávido tan característico, ofrece una interpretación contenida, dura, pero que encaja de sobremanera en el papel que le toca lidiar y cumple sobradamente con un nivel altísimo, al igual que Claire Foy que interpreta a su mujer Janet Armstrong, que es la parte no contenida de la pareja, la que otorga al espectador la fuga dramática necesaria que su marido Neil Armstrong se niega a soltar, salvo en momentos muy puntuales. Pero seria injusto nombrar solamente a estos dos actores, porque realmente esta película cuenta con un plantel de secundarios de un nivel estratosférico, que dotan a la película de una calidad continua sea quien sea el que ocupa el plano o la palabra en cualquier momento, esto,no es muy común en las películas y encontrarse algo así es otro claro ejemplo de que no estamos ante una película simplemente buena.

Los que intuyan esta película como “otra más del viaje a la luna” quitaros ese prejuicio, porque nada más lejos de la realidad, esta película tampoco es un biopic al uso, es la demostración y la sensación más primitiva del ser humano, de sus miedos, sus taras, sus fobias y de todo lo que Neil Armstrong tuvo que arrastrar a la vez que la carrera espacial avanzaba inexorablemente engullendo parte importante de las vidas de los implicados, abriendo de forma indirecta muchísimas preguntas en el espectador, no creo que esta película sea juez y verdugo, ni mucho menos, pero si es cierto que es de agradecer que un director como Chazelle nos brinde la oportunidad de vivir esta película de la manera que nos la ofrece.

Los sonidos, tan importantes en las película de Chazelle, aquí son otro personaje más, con una banda sonora contenida pero espectacular, con efectos que nos trasportan al momento vivido por los astronautas, angustiosos, impactantes y ante todo expansivos, dentro de ese maravillo fuera de campo que se crea en cada escena, potenciando el conflicto interno y externo que el personaje principal debe arrastrar continuamente, de ahí parte esa unión constante, subterránea de la trama secundaria, la importante, con la principal, la no tan importante, el viaje a la luna.

Poco más puedo decir sin entrar en spoilers, cosa que me encantaría, ya que la película se presta a comentar prácticamente cada escena y plano, la importancia de los reflejos, tanto físicos, como psicológicos, de los silencios…simplemente maravillosa película que crece a cada día que pasa de su visionado y que volveré a ver en el cine en los días venideros, 2 horas y 21 minutos, 1 minuto más que Venom, la cual se me hizo más o menos como Cleopatra (en modo versión completa) y en donde First Man el tiempo vuela rapidísimo.

Un impresionante trabajo, al nivel de Blade Runner, 2001: Odisea en el espacio o El Árbol de la Vida, el tiempo le dará el valor que le corresponde.

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