Sitges pone vigilancia en la cala Balmins para frenar la prostitución masculina
RAMON FRANCÀS - 18/05/2005
SITGES
Mientras el Ayuntamiento de Sitges estudia mejorar la limpieza en las playas cara al próximo año, esta temporada ha adoptado diversas medidas, como alejar el estacionamiento de coches e incrementar la vigilancia para intentar acabar con la prostitución masculina en la cala Balmins, que hace años es frecuentada por nudistas y bañistas homosexuales.
El concejal de Vía Pública, Limpieza y Playas del Ayuntamiento de Sitges, Josep Orriols, que ha recibido quejas de los vecinos de la zona de Aiguadolç por la práctica de la prostitución masculina, advierte que "no hay problemas entre los nudistas y los no nudistas en esta cala, pero
lo que no puede ser es que a las doce de la mañana una pareja gay practique penetraciones o felaciones en las hamacas de la playa". La cala, situada entre rocas, es frecuentada por todo tipo de usuarios.
Diversos sectores de Sitges consideran que la proyectada urbanización del paseo de Balmins permitirá que la cala quede menos resguardada y contribuya a reducir la conflictividad con algunos colectivos gays que realizan prácticas sexuales a pleno día en una cala que cuenta con una asociación naturista en su defensa (Amica Balmins).
Como se recordará, esta playa, situada entre el antiguo cementerio y el espigón de poniente del puerto de Aiguadolç, ya fue noticia hace ocho años tras las polémicas multas que el Ayuntamiento, que entonces presidía Pere Junyent, aplicó a los nudistas. Tras hacerse públicas las denuncias a los nudistas, diversos vecinos de la zona recogieron firmas en contra de los bañistas de esta cala de aguas tranquilas y poco profundas y de arena fina y dorada.
Paralelamente, el entonces gobierno municipal fichó policialmente de forma ilegal a homosexuales en la zona de la playa del Estanyol con el pretexto de acabar con la prostitución masculina. Las fichas que realizó la policía local motivaron un gran revuelo y una manifestación organizada por diversos colectivos de homosexuales, que recibieron impactos de huevos en diversas calles de la población durante su acto de protesta. Por aquel entonces el sector hotelero local se apresuró a afirmar que la apuesta del municipio, la para muchos considerada como la San Francisco catalana, debía ser la del turismo familiar.
La cala Balmins se anuncia entre colectivos nudistas y gays como una playa semiurbanizada de 230 metros de largo por 23 de ancho. Se añade que se trata de "una playa mixta con gran afluencia gay". El propio Club Català de Naturisme, que asegura que el nudismo "es legal en cualquier espacio público", recoge esta playa de uso mixto como playa nudista.