Yo tambien he visto la película y me ha parecido magnífica. Es sencillita en su planteamiento, compuesta de detallitos muy simpáticos, pero pienso que tiene algo que para mi es esencial: candor. Y eso para mi es mas que suficiente para atraparme. No sabría que decir de la película... Lo único que quiero señalar es que me sabe mal ver todas las películas a un paso de estar disponibles y restauradas.
¡Pues imagínate lo que eran los 70 u 80! Ahora puedes tener todo Fellini (y la mayoría de grandes directores) en la estanteria (o en un disco duro ), a mano, con una calidad de imagen en general aceptable, aunque muy mejorable en muchos títulos.
Respecto a Luci del varietà, estoy de acuerdo, es un film sencillo que apunta maneras. Evidentemente, si no conocieramos lo que viene después, es probable que lo considerásemos un film simpático y atractivo, pero poco más. Y a pesar de ello, tiene momentos que muestran algo especial, como la buñueliana cena en casa del abogado; el club nocturno a donde asisten Checco y Liliana (con ese baile con las mujeres cabalgando sobre los hombres o unas atracciones de los más delirantes); el deambular de Checco por las calles de una Roma solitaria donde uno se puede encontrar un trompetista negro a la vuelta de la esquina (como Anita se encontraba un gato en La dolce vita) o una guitarrista brasileña que está cantando una canción en español (creo recordar que es "Granada"); las caminatas de los actores: cuando llegan al pueblo y no pueden contratar el coche de caballos, lo que me recordó el Fernando Fernán Gómez de El viaje a ninguna parte, o luego cuando se desplazan a la casa del abogado para cenar y parece que no van a llegar nunca, algo que me trae a la memoria nuevamente a Buñuel. Tiendo a pensar que esos detalles son los fellinianos, pero detrás también están Lattuada, Pinelli y Flaiano.
Vamos a mojarnos un poco no? Que ópera prima prefieren la de Antonioni o la de Fellini?
A mi me impresionó más la de Antonioni, también la vi en buena calidad, un correcto dvd, en cambio la de Fellini y Lattuada un pobre TV Rip con subtítulos en castellano. Cuando salga una edición decente, iré a por ella seguro.
¿De dónde has sacado esa edición? La disponible de Feel Films no es tan mala. Sobre la opera prima, me costaría pronunciarme. Las dos me gustan, pero son muy diferentes, y ni una ni la otra están entre las mejores de esos directores.
A ver si puedo hacer un aporte aunque tengo muy pocas películas suyas y además estoy enfrascado en demasiados frentes.
Por tematica y tono a mi me ha gustado mas la de Fellini. Ojo, que la de Antonioni me gustó, pero son tan distintas... Crónica de un amor aunque técnicamente apunta mas maneras a nivel técnico tiene una historia con la que sintonizo menos.
Y si digo lo de la calidad no es por esta que he visto (la versión de Criterion), se ve mas que decente. Es porque la próxima, Lo sceicco bianco, parece mucho mas gráfica y sale en un mes! Se aprecia lo que digo solamente del trailer:
A raíz de una confusión en el hilo Revisitando a Ingmar Bergman, me he acordado de un comentario que John Baxter, en la biografía que dedica a Fellini, incluye en una nota a pie de página y que me parece oportuno reproducir aquí. Baxter cita una encuesta de la revista Sight and Sound de 1992 en que diversos directores seleccionaron sus diez películas favoritas, entre ellos Fellini. Entre las 10 que obtuvieron más votos figuraban dos de Fellini: La strada y Otto e mezzo, lo que lo convirtió en el único con dos películas en el grupo de cabeza, nueva muestra del prestigio del italiano en esa época.
La lista de Fellini fue la siguiente :
Maciste all'inferno, de Guido Brignone (film mudo).
City Lights, de Chaplin.
Fra Diavolo, de Hal Roach (un film de Laurel y Hardy).
Frankenstein, de James Whale.
Stagecoach, de Ford.
Paisà, de Rossellini.
2001: A Space Oddity, de Kubrick.
Le charme discret de la bourgeoisie, de Buñuel.
Totò e peppino divisi a Berlino, de Giorgio Bianchi (donde Peppino era Peppino di Filippo).
Intervista, del propio Fellini (que fue el único que votó una película propia...¡genio y figura!).
A destacar que tanto Bergman, en la lista que comentamos en el hilo correspondiente, como Fellini tienen un recuerdo para Chaplin, lo que me hace experimentar una vez más unas enormes ganas de dedicarle una revisión completa al gran Charles Chaplin. Es evidente que el cine cómico silente, en especial el slapstick, influyó notablemente en el cine de Fellini, que está repleto de citas y homenajes a los grandes cómicos de la época muda.
Primera peli como director de Fellini... una colaboración sumando producción y guion con A Lattuada. Hasta entonces,Fellini había trabajado esencialmente como guionista destacando Roma,città aperta de R Rossellini,Lattuada era ya reconocido como director.
Drama agridulce de artistas teatrales de segunda fila.
La película en conjunto es entretenida y agradable.La joven protagonista....que se unirá al grupo de itinerantes artistas convirtiendose en la atraccion del show.
La cabra tira al monte....
A destacar el afecto del director por los personajes de carnaval que formaran parte del paisaje de futuros clasicos en la filmo del de Rimini.
6.8/10
Última edición por hannaben; 29/02/2020 a las 19:25
Si nos circunscribimos exclusivamente a los largometrajes de Chaplin (que tengo todos) su obra es notablemente breve. Yo también soy partidario de revisar su obra pero creo que por ahora no va a ser posible con tantos frentes abiertos como tenemos.
La presentacion de los personajes en este ultimo video que colgué en el mensaje anterior ..es magnífica y del público los niños campando....encima del piano....JAJA.Ya comenté los variopintos personajes que aparecen a lo largo del metraje algunos muy "italiano típico"..
Última edición por hannaben; 02/03/2020 a las 01:35
Ese inicio, ciertamente espléndido, es una especie de borrador de lo que Fellini retrata de manera más extensa en Roma: el ambiente de ciertos cines o teatros populares de la época, en donde se podían mezclar películas con variedades: números musicales, de prestidigitación, cómicos, concursos, etc. Y entre el público podía haber de todo: familias enteras, parejas (que procuraban ocupar la llamada "fila de los mancos"), niños jugando o meando en los pasillos (había cines con una especie de canal para recuperar la orina), comiendo, etc., sin contar, en algunos locales, con las pajilleras o jóvenes ofreciendo sus servicios en los lavabos. Un microcosmos que retrata, deformándola, la sociedad. Yo no llegué a ver lo que nos muestra Fellini, pero sí algo parecido.
Aunque como ya he dicho sólo tengo en BD LA DOLCE VITA tengo alguna de sus primeras películas en DVD y sí que me gustaría colaborar al menos revisando sus primeros trabajos aunque mi agenda está cada vez más apretada.
Pues hazlo cuando puedas o te apetezca. El hilo se mantiene abierto a tus comentarios, sin necesidad de seguir el ritmo semanal, la única condición es la de siempre: procurar no avanzarse al orden cronológico. Pero... ¡no fuerces la máquina!.
¿Cuál es la mejor opción para ver "Luci del varieta" con subtítulos spanish?
Estoy siguiendo el hilo día a día, pero hace mucho mucho que no la veo, y algunas cosas quizá no son como recordaba. Me han pillado a contrapié.
De hecho, ni siquiera recuerdo cómo la vi en su día. Eso supone muchos años atrás.
Hay una edición de Feel Films en DVD bastante aceptable.
https://images-na.ssl-images-amazon....JL._SY445_.jpg
Cuando la restauren como dios manda me la pillaré.
La próxima es esta?¿
https://www.mundodvd.com/comparativa...s-regia-95364/
Última edición por hannaben; 05/03/2020 a las 03:33
Sí, Lo sceicco bianco,primer film dirigido en solitario por Fellini, con su amigo Alberto Sordi y la Masina en un pequeño papel de prostituta (que se llama Cabiria ). Y la primera aparición de Nino Rota como compositor de la música del film. La reviso esta tarde y por la noche o mañana la comento.
Veo que hay edición en DVD de la mano de Regia en su colección Programa Doble aunque en Amazon está descatalogada. Una lástima dado que tengo bastantes de la misma y las copias estaban francamente bien en cuanto a imagen y sonido, además de llevar un ajustado subtitulado.
Yo tengo una edición de Universal-StudioCanal, que esta bien de imagen e incluye algunos extras (que no recuerdo qué tal estan).
El jeque blanco (Lo sceicco bianco, 1952)
El primer film dirigido en solitario por Fellini parte de una historia original de Michelangelo Antonioni sobre el mundo de los fotoromanzi (las fotonovelas), fenómeno de la cultura popular de aquel tiempo que este ya había tratado en su corto L’amorosa menzogna. Teniendo fresca la obra del ferrarense, al que le dedicamos una revisión exhaustiva hace unos meses, y habiendo visto el corto en cuestión (comentado aquí), me aventuraría a decir que poco debe quedar en Lo sceicco bianco del argumento de Antonioni, sino en la trama (que seguramente tampoco), seguro que no en el tono del film, uno de los más bufonescos de Fellini. Para la ocasión, Fellini contó con sus habituales Tullio Pinelli y Ennio Flaiano para elaborar colaborativamente (como se dice hoy en día) el guion.
A Roma llega una pareja provinciana en viaje de novios (matrimonio al que parece que han llegado sin haber perdido la virginidad). Ella es Wanda (Brunella Bovo), una joven extremadamente ingenua, fascinada por el mundo de los fotoromanzi, que tiene en Fernando Rivoli (Alberto Sordi), protagonista de las historias de “El jeque blanco”, a su héroe, al que ha enviado varias cartas como admiradora firmadas como “bambola appassionata” (“muñeca apasionada”). Él es Ivan (Leopoldo Trieste), un tipo gris de aspecto funcionarial, amante del orden y de las buenas costumbres, un carca, que tiene planificada la visita a Roma al minuto. Su estancia en la capital pasa por encontrarse con sus tíos, que los acompañarán al que ha de ser el punto culminante del viaje: una recepción papal en San Pedro, al día siguiente de su llegada. Wanda y Ivan son dos personajes un tanto grotescos, excesivos, poco más que unas marionetas en manos de Fellini, a lo cual ayuda las interpretaciones de Brunella Bovo, con expresión permanentemente alelada (la misma que ofreció el año anterior en Miracolo a Milano, de De Sica),
y de Leopoldo Trieste, con ojos constantemente desorbitados y al borde del colapso, incapaz de comprender nada de lo que está pasando.
Lo que parecía que tenía que ser una convencional visita turístico-religiosa, se va a complicar debido a la atracción irresistible que Wanda siente por el mundo de ensueño de las revistas ilustradas. A escondidas del marido, visita la redacción donde se edita la fotonovela “El jeque blanco”. Allí, la que parece ser la directora, le comenta: “la vida real [o verdadera] es la del sueño”, algo a lo que asiente convencida Wanda (y que encaja a la perfección con el universo felliniano).
La muchacha, aturdida, deslumbrada, por los destellos, un tanto apagados en realidad, del mundo de los artistas y los técnicos (comparable a la compañía de variedades del film anterior de Fellini), se deja arrastrar hasta la costa donde se va a llevar a cabo una sesión de fotos. Allí, en el bosque que hay en los alrededores, como caído del cielo, descubre a Fernando, columpiándose entre los árboles (en una estampa muy felliniana).
Wanda se dejará convencer por su héroe para vestirse de odalisca y participar en el montaje fotográfico, que consiste en artificiosas estampas guerreras y románticas.
Fernando, más interesado en flirtear con la joven que en otra cosa,
se la lleva en una barca mar adentro, aunque la aventura acaba de manera un tanto ridícula, al mismo nivel bufonesco del personaje, talmente extraído de un tebeo (hay momentos que uno casi se imagina lo que ocurre en pantalla circunscrito a una viñeta).
Mientras tanto, en la ciudad, Ivan descubre la desaparición de su mujer. Una carta firmada por el “sceicco bianco” de respuesta a “bambola appassionata” le hace temer lo peor, que su mujer lo ha abandonado por alguna aventura amorosa. Al tiempo que ha de disimular la ausencia de su esposa delante de su familia, intenta descubrir el paradero de Wanda, sin éxito. Incluso llega a ir a la policía que casi lo toman por loco.
En paralelo, en la playa aparece la ordinaria mujer de Fernando, que le abronca en público por su galanteo con la chica, a la que propina unos sopapos.
El "héroe" se revela como un vulgar y rechoncho actorzuelo, dominado por su mujer, que busca contactos fáciles con sus admiradoras. Wanda huye espantada y se esconde en el bosque, mientras la troupe de la revista regresa a la ciudad. Tendrá que ser un tipo un tanto baboso que curioseaba por la playa el que la retorne a Roma, con el objetivo obvio de obtener los favores de la joven como "agradecimiento".
Ivan, por su parte, a duras penas consigue disimular durante el día la ausencia de Wanda ante sus familiares, en el restaurante o en la ópera (donde se representa, irónicamente, el “Don Giovanni” de Mozart). Desesperado, vagará en solitario durante la noche por las calles romanas. En una plaza desierta conocerá a dos prostitutas, Cabiria (Giuletta Masina, en una breve pero intensa aparición) y Assumpta (un encuentro que nos recuerda el momento en que Checco contactaba con el trompetista negro y la guitarrista brasileña en Luci del varietà)
Fellini recurre (como hará en otros muchos films) a la irrupción de lo fantástico en mitad de la noche, la subversión de orden por medio de personajes marginales. Aquí, junto a las putas, aparece un faquir que lanza fuego por la boca. Ivan, apesadumbrado, se marcha con Assumpta, que parece dispuesta a darle consuelo.
Wanda, de vuelta al hotel, arrepentida de su aventura, declarará ahora que “a veces los sueños son un abismo fatal”. Avergonzada y desesperada, decidirá suicidarse lanzándose al Tíber, pero solo consigue caer en la orilla entre el fango. A la mañana siguiente comunican a Ivan que la han encontrado y que está internada en un hospital.
Contra reloj, Ivan lleva la ropa a Wanda para que se cambie (todavía conservaba el vestido de esclava) y corren a encontrarse con la familia en San Pedro para la recepción papal.
Se confiesan mutuamente que se mantienen “puros e inocentes” (¿Ivan también?), y ella le dice al marido: “tú eres mi jeque blanco”. En comitiva y a paso ligero, pautado por la festiva marcha de Nino Rota, avanzan hacia el templo.
Personalmente, creo que los actores protagonistas, Trieste y Bovo, son uno de los puntos débiles del film, demasiados esquemáticos, caricaturescos, hubieran requerido otros rostros más versátiles (como el de De Filippo, por ejemplo). Tampoco me parece que el guion esté bien trabado, lo encuentro deshilvanado, salta de la peripecia de Wanda a la de Ivan de manera un tanto forzada, a veces parece simplemente una acumulación de gags (por ejemplo el de la marcha de los bersaglieri, que me recuerda el desfile de los fascistas de Amarcord) más o menos graciosos, en especial por lo que se refiere a Ivan.
A pesar de estas debilidades, y de una dirección de actores un tanto caótica (aunque esa será una característica habitual del cine de Fellini, incluso en sus mejores títulos, esa permanente sensación de improvisación y cierto desconcierto, potenciado por el uso tan singular del doblaje), la película tiene momentos brillantes. Encontramos ya muchas “marcas de fábrica” fellinianas: el sonido del viento en la playa; los paseos nocturnos donde todo es posible; las irrupciones grotescas, como la del camellero o el faquir; los apuntes tristes y melancólicos, pero a la vez patéticos, como el intento de suicidio, etc. Y por encima de todo, empieza aquí la comunión entre Nino Rota y el director. La película se ve potenciada por la partitura del milanés, que redondea el carácter de comedia bufa que le imprime Fellini. No figurará entre las mejores del director, pero no deja de ser un film estimulante.
En todo caso, no tuvo demasiado éxito. Aunque se exhibió en el Festival de Venecia y gustó al público, las críticas fueron cáusticas, según comenta John Baxter. La distribución fue caótica y se tuvo que enfrentar con un fenómeno hoy difícil de entender: Alberto Sordi, que con los años se convirtió en uno de los más apreciados actores cómicos italianos, era en sus inicios un actor poco valorado, se le consideraba veneno para la taquilla. Sería precisamente con este film y sobre todo con el siguiente, I vitelloni (que comentaremos la semana que viene), que Sordi empezó a escalar posiciones. A mí personalmente me parece adecuadísimo al personaje, uno de los grandes aciertos de la película.
Comentaremos la próxima semana