Como Der Januskopf, de Murnau, que se perdió como tantas otras. Aquí se trataba de una adaptación a El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de Stevenson, pero que volvía a eludir los derechos de autor. El eje simbólico era el busto del dios Jano, con dos rostros en el mismo, que representaban el bien y el mal. Parece ser que Conrad Veidt bordó el papel. Hubo un crítico de la epoca que la comparó con El hombre y la bestia, de Robertson con Barrymore (mismo año:1920), y dijo que pese a la calidad de ambas, la de Murnau era más artística. En todos los sitios se dice que se estrenó en España con el título La cabeza de Jano. Según me contó personalmente mi amigo Luciano Berriatúa, alguien de su equipo encontró un recorte de periódico en Bilbao, donde se refería que la película se estrenó en Barcelona con el título de Horror, o el extraño caso del Dr. Jekyll. Un error que probablemente lo iniciara el reputado Carlos Fernández Cuenca, y desde entonces se ha ido copiando.


Una de las muchas representaciones del dios Jano.

Expresionismo puro desde el propio cartel.

Y el monstruo...