Emir Kusturica es considerado uno de los directores más interesantes y más personales de panorama europeo actual, con una filmografía no muy extensa ha logrado perfilar y dar forma a su propia cultura, para fundirla de forma magistral con su propia cultura cinematográfica.
FILMOGRAFÍA
1977: Guernica. Trabajo de graduación para la Escuela de Cine de Praga.
1981: ¿Te acuerdas de Dolly Bell?
1984: Papá salió en viaje de negocios
1988: Tiempo de gitanos
1993: Sueños en Arizona
1995: Underground
1998: Gato negro, gato blanco
Aunque me faltan por ver sus dos primeros largos, me ha parecido interesante realizar unos cuantos comentarios sobre su particular forma de hacer cine:
Normalmente, sus historias se reducen a relatos intimistas sobre el amor adolescente o los conflictos familiares, siempre utilizando como telón de fondo los continuos conflictos en los Balcanes, consiguiendo hacer un retrato de la realidad social lleno de humor y poesía.
Después de haber ganado en Venecia y en Cannes con sus dos primeros largos, con “El Tiempo de los Gitanos”, espléndida película acerca del tráfico de niños gitanos entre Yugoslavia e Italia y la comercialización con la mendicidad, iría acrecentado su prestigio, con la que consiguió el tono y el tipo de cine que se convertiría en sus señas de identidad: la alternancia entre la realidad y lo onírico, la fantasía, el drama y la comedia.
Pero si hay algo que caracteriza a Kusturica, aparte de su estilo barroco, y la gran belleza y complejidad visual, es su compromiso con el pueblo, un pueblo nómada que se siente abandonado de la mano de Dios, y que aunque se siente desgraciado, siempre ha tenido tiempo para música y todo tipo de ritos, tradiciones y costumbres que los ayudan a seguir adelante. Por otra parte, la música y los elementos sobrenaturales (levitaciones, hipnotismo, sonambulismo) son frecuentes en su cine, generando un peculiar estilo, una tipo de "realismo mágico", en que el carácter dramático de muchas situaciones a menudo es matizado por un singular sentido del humor convirtiendo las escenas en hilarantes y desenfrenadas. ¿Os imaginais que en medio de una escena de Star Wars, salga John Williamns con su orquesta? Pues ése es Kusturica.
Cuando estalló el conflicto de los Balcanes, tuvo que exiliarse a EEUU donde realizó “Arizona Dream”, protagonizada por el siempre eficiente Johny Deep, una película sobre la búsqueda de las raíces y en la que prima más la belleza visual y espiritual que ese humor surreal del que hablaba. De nuevo nos regala una de esas escenas impagables que tanto le gusta, y que ya pudimos ver en “El tiempor de los Gitanos”, y más tarde en “Gato Negro, Gato Blanco”: una cuerda, un suicida y grandes dosis de humor.
De regreso en Europa, en 1995 dirigió "Underground", metáfora acerca de la historia reciente de Yugoslavia, en la que las diferentes plantas de una casa articulan un discurso de denuncia contra la caótica situación política y social. Obra de amplia repercusión con la que nuevamente triunfa en Cannes, confirmó el poderoso sentido visual y la riqueza temática que caracterizan su cine. Sin duda, y hasta la fecha la película más compleja y la que logra captar la esencia de Kusturica, tanto a nivel ideológico como a nivel cinematográfico.
Por último tenemos a “Gato Negro, Gato Blanco”, en la que ya se puede identificar claramente sus peculiar forma de hacer cine: el pueblo gitano como protagonista, una boda, fantasía y realidad, y un poco de música para amenizar y estresar cada escena.
Saludos.
</p>