Vista esta mañana, para mí otro gran film de Larraín que, además, casi nos obliga a no ser indiferentes ante él, ya sea por su continente (formalmente el film me parece una verdadera gozada) como por su contenido, con una historia, (tal como se indica en su cartel) visceral, electrizante y a la postre, sí, casi casi inclasificable.

Y de postre, pues alabar al dúo protagonista, un Gael García Bernal como siempre solidísimo y una Mariana Di Girolamo que no conocía de nada y crea un personaje grandioso que para mí es la verdadera alma del film.

Saludos