¡VIVA! ¡ESTA VIVAAAA!
¿Que tal estais tu y los tuyos,, Campanilla?.
PD: Ahora mismo es lo de menos, y no hay prisa, pero... ¿te acuerdas de la reseña sobre cierto musical fantasmal?.
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¡VIVA! ¡ESTA VIVAAAA!
¿Que tal estais tu y los tuyos,, Campanilla?.
PD: Ahora mismo es lo de menos, y no hay prisa, pero... ¿te acuerdas de la reseña sobre cierto musical fantasmal?.
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"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
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Sí, aunque sé que a veces no lo parece
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Por ahora bien, gracias por preguntar¿Que tal estais tu y los tuyos,, Campanilla?.. Aunque ya me he tenido que hacer alguna PCR
. Espero que tú y los tuyos también estéis bien
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SíPD: Ahora mismo es lo de menos, y no hay prisa, pero... ¿te acuerdas de la reseña sobre cierto musical fantasmal?.
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, el otro día estuve con ella un poquito
, pero claro, me lleva más tiempo y lo hago sólo a ratitos que estoy tranquila y descansadilla. Creo que llevo 7 páginas ya (sin fotos). Eso sí, no esperes gran cosa
, no tengo tus conocimientos ni sé de la materia realmente como para poder ofrecer algo bueno de verdad
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. Pero lo haré lo mejor que pueda y sepa
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A veces pienso que con tanta tardanza, será un regalo de Navidades que te haré, pero bueno, si así fuese, también sería bonito ¿no crees?![]()
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¡Buenas noches, B/D!![]()
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Perdón a los demás por el off-topic![]()
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"El único modo de ser feliz es amando. Si no sabes amar, tu vida pasará como un destello" - The Tree of Life
¡¡¡No hay prisa!!! 7 páginas ya, que maravilla. Se que cuando algo te llega de verdad te salen textos preciosos (vease el hilo de Frozen), por eso te lo propuse.
Insisto, no hay prisa. Tomate tu tiempo y acabala en condiciones, con fotos y eso que se que a ti te gusta. Cuando esté lista, me avisas por privado. Sea en diciembre, en enero, o cuando sea.
¡Buenas noches!
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Tengo bastante encaminado el comentario de UN TRANVÍA pero cual Cenicienta me retiro a medianoche para no convertirme en calabaza o más bien porque me duele hasta lo innombrable.
Mañana espero tenerlo finiquitado y añadirle algo de material gráfico diferente de las habituales (y fatigosas) capturas de pantalla.
Feliz noche a todo@s.
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Yo, si nada lo impide, volveré a disfrutarla en casa con la family esta noche. Y ya comenzaré posteriormente la review. Intentaré ver la crítica de mad dog, para llevarle la contraria![]()
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Mi blog: www.criticodecine.es
07. A STREETCAR NAMED DESIRE (1951, UN TRANVÍA LLAMADO DESEO)
Director: Elia Kazan.
Producción: Charles K. Feldman Group Productions, Inc. / Warner Bros. Pictures, Inc.
Distribución: Warner Bros. Pictures, Inc.
Productor: Charles K. Feldman.
Guion: Tennessee Williams, a partir de la adaptación de Oscar Saul de la obra de teatro homónima de Tennessee Williams (Nueva York, 3 de diciembre de 1947).
Dirección artística: Richard Day.
Decorados: George James Hopkins.
Fotografía: Harry Stradling.
Música: Alex North.
Montaje: David Weisbart.
Reparto: Vivien Leigh (Blanche DuBois), Marlon Brando (Stanley Kowalski), Kim Hunter (Stella DuBois/Kowalski), Karl Malden (Mitch).
Duración: 2 h 04 m 55 s. (Copia en BD editada por Warner en 2006).
Rodaje: de mediados de agosto a mediados de octubre de 1950.
Estreno: 18 de septiembre de 1951.
Recaudación: 4.250.000 dólares (Variety, 2 de enero de 1952).
Para no repetirme y dado que, en líneas generales, comparto el entusiasmo – aunque con matices - que el séptimo largometraje de Elia Kazan ha provocado en los compañeros que ya han entregado sus reseñas, intentaré hacer una aproximación distinta a la película, comentando aspectos que se han tratado tangencialmente pero que a mí me parecen lo suficientemente importantes en la consecución del formidable éxito que supuso la traslación de la obra teatral de Tennesse Williams a la gran pantalla.
La dividiré, para hacer más amena la lectura, en cinco bloques y espero que la misma no me lleve un tiempo del que últimamente carezco, por problemas que no vienen a cuento.
Empecemos.
LA OBRA ORIGINAL:
Reconozcámoslo, una parte importante del mérito de la película proviene de la fuente literaria original, o sea, la obra teatral de Tennesse Williams (1911-1983) que se estrenó en Nueva York un 3 de diciembre de 1947 y que permaneció en cartelera hasta el 17 de diciembre de 1949, con un total de 855 representaciones.
- Portada de la primera edición, New Directions, Nueva York, 1947 -
A ello tenemos que añadir, además, el que dicha puesta en escena corriera a cargo del propio Kazan y el que se contara con la presencia de buena parte del elenco original de actores…
… a excepción de la protagonista, la exquisita Jessica Tandy…
… lo que, indudablemente, simplificó notablemente la preparación de la película.
Pero que ello no signifique el restarle méritos, nada más lejos de mi ánimo, a Elia Kazan, cuya puesta en escena roza la perfección y que sortea no sólo con éxito sino con auténtica maestría el error de convertir la película en simple teatro filmado.
Tendremos que saltar el charco para encontrarnos a la pieza que nos falta en el rompecabezas.
Y es que desde el 12 de octubre de 1949 hasta el 19 de agosto de 1950 (326 representaciones), la gran Vivien Leigh y bajo la batuta de su, por entonces, esposo, Laurence Olivier, encarnó a Blanche DuBois en las Islas Británicas.
- Un aparte importante antes de seguir adelante:
Si nos fijamos en la fotos tanto de Vivien Leigh como de Marlon Brando que incluyo al final de la reseña, la fecha del test de vestuario que se hizo a los actores, es el 9 de agosto de 1950.
De ello se pueden inferir dos cosas.
Que pese a la imprecisión en el inicio de la fecha de rodaje (y que yo tomo, como es habitual, del A(merican) F(ilm) I(institute)) y que incluyo en la ficha técnica, este no se produjo, lógicamente, antes de dicha fecha.
Y lo que es más importante, que Vivien Leigh tuvo que ser sustituida en la función londinense antes de que esta finalizara puesto que ya se encontraba en Hollywood preparando la película.
Aprovecho de paso para confirmar lo que el siempre sabio mad dog earle mencionaba en el primer párrafo de su espléndido comentario.
THE MEN (1950, HOMBRES), una producción de Stanley Kramer dirigida por Fred Zinnemann, no se estrenó hasta el 25 de agosto (con premiere, en Nueva York, el 20 de julio), por lo que, efectivamente, Marlon Brando no era todavía conocido por el gran público. -
Y para cerrar el apartado tal y cómo lo había empezado, el hecho de que el propio dramaturgo interviniera en el guion de la película es sintomático de la extraordinaria fidelidad de este a la obra original, aunque la presencia en los créditos de Oscar Saul (al que los compañeros tal vez recuerden por su participación en el libreto de MAYOR DUNDEE (1965) de Sam Peckinpah) también debería ser tenida en cuenta, especialmente en aquellos aspectos en los que la película diverge, siquiera levemente, de la obra de teatro.
EL PRODUCTOR:
Aunque todo el mundo piensa que UN TRANVÍA LLAMADO DESEO es una producción de la Warner Bros., lo cierto es que dicha afirmación dista mucho de ser correcta.
El auténtico productor de la misma es Charles K. Feldman (1904-1968), cuya agencia, la Famous Artists Corp., fundada en 1932, gestionaba los intereses de estrellas del celuloide de la talla de Gary Cooper, Marlene Dietrich, Greta Garbo, Marilyn Monroe o John Wayne.
Y no sólo eso sino que en los años ‘40 colaboró estrechamente con el director Howard Hawks en alguna de sus más apreciadas obras maestras, como TENER Y NO TENER (1944), EL SUEÑO ETERNO (1946) y RÍO ROJO (1948), además de crear su propia compañía, la Charles K. Feldman Group Productions, Inc., con la que introdujo una importante novedad en el anquilosado mundo de los grandes estudios de Hollywood.
Dicha novedad consistía en que Feldman, antes de entrar en negociación con una gran compañía con el fin de que esta le ayudara no sólo en la distribución sino también en la financiación de sus proyectos, compraba los derechos de las obras literarias que pretendía llevar a la gran pantalla. De esta forma podía jugar con ventaja en las negociaciones con las majors.
E igualmente procuraba el que sus representados formaran parte de los repartos de los mismos.
Así que fue Feldman y no la Warner, quien compró los derechos de la obra de teatro de Williams, siendo esta, eso sí, la que le proporcionó buena parte de los fondos para la elaboración de la película así como un canal de distribución a nivel tanto nacional como internacional.
Además, sin nos fijamos con detenimiento en los títulos de crédito, el copyright de la película pertenece a la Charles K. Feldman Group Productions, Inc. y no a la Warner Bros. Pictures, Inc.
Eso sí, al parecer fue Jack L. Warner, quien forzó el cambio de Jessica Tandy por Vivien Leigh a la hora de encarnar el papel principal de la película en aras de rentabilizar la fuerte inversión de capital que requería el proyecto dado que la primera era una completa desconocida en el mundo del cine.
- Por cierto y como mera curiosidad que seguro que le encantará al querido amigo Alex Fletcher, Jack L. Warner, denunció ya en 1947 a Elia Kazan como (filo)comunista.
De hecho, Warner se convirtió en el primero de los llamados “testigos amistosos” o sea, de los que colaboraron gustosa y voluntariamente con el Comité sobre Actividades Antiamericanas del Congreso (HUAC) dando nombres de presuntos comunistas que trabajaban en la industria del cine.
Algo, por cierto, de lo que Kazan no habla para nada en su libro, aunque ya sabemos de lo voluble de la memoria del cineasta.
Donde las dan, las toman. -
No se vayan todavía aun hay más.
Y es que Feldman también había sido el productor de la primera adaptación a la gran pantalla de una obra de teatro de Williams, en este caso de “El zoo de cristal” (Nueva York, 31 de marzo de 1945), firmada por el excelente (y olvidado) Irving Rapper (THE GLASS MENAGERIE (1950)) y con libreto, al igual que en UN TRANVÍA LLAMADO DESEO, del propio dramaturgo. Por cierto, su primer guion cinematográfico.
Así que fue Feldman quien convenció a Williams para que adaptase su texto a la gran pantalla y este a su vez quien convenció a Kazan.
Es incomprensible que el director despache al principal impulsor (y fuerza motriz) del proyecto con un simple (y vejatorio) comentario en el libro de entrevistas de Ciment una prueba más de lo sesgada que es la memoria del cineasta.
LA PUESTA EN ESCENA:
Como ya he indicado al comienzo de la crónica, la labor tras las cámaras de Elia Kazan deviene capital puesto que su esta no se limita simplemente a filmar a los actores como si de una obra de teatro se tratase sino que a través de inteligentes ideas de puesta en escena logra no sólo “airear” el texto sino introducir a los espectadores en una auténtica experiencia cinematográfica.
Para ello contó además con la inestimable colaboración no sólo del extraordinario reparto, del que hablaré brevemente a continuación, sino de un equipo técnico y artístico de primera.
Me gustaría destacar especialmente la presencia de la diseñadora Lucinda Ballard dado que se encargó del vestuario tanto en la obra de teatro como en la película, otro motivo más de conexión entre una y otra.
Igualmente resultó decisiva la labor del gran operador Harry Stradling, con el que Kazan volvería a colaborar en A FACE IN THE CROW (1957), en la creación de ese ambiente opresivo y decadente, perfecta mixtura entre los conceptos del amor/deseo/sexo y la muerte que son los ejes centrales sobre los que pivota toda la obra/película.
Y magnífica, la labor conjunta del director artístico Richard Day y del decorador George James Hopkins, erigiendo ese perfecto decorado que no sólo incluye el edificio donde viven los protagonistas sino igualmente los aledaños, como la estación de tren a la que llega casi como si fuese una aparición Blanche o la bolera donde juegan Stanley y sus amigos.
Tenemos también la extraordinaria banda sonora del gran Alex North, sin duda uno de los elementos decisivos en el éxito de la propuesta y que se aleja notablemente del trabajo de sus coetáneos y que expresa a la perfección esos ambientes a los que antes me refería.
En el montaje la presencia de David Weisbart, que también había trabajado en la mencionada THE GLASS MENAGERIE, deviene capital puesto que el director no tenía todavía derecho al mismo y fueron, por tanto, los productores los que tuvieron la última palabra.
Y aunque en 1993 se recuperó el metraje que la censura había obligado a eliminar antes del estreno no hemos de olvidar que los artífices del proyecto tuvieron que hacer numerosas concesiones durante la preproducción del mismo para poder conseguir la calificación necesaria que les permitiera estrenar la película en el mayor número de cines posible.
Por tanto, aquí no se puede hablar en propiedad del montaje del director porque Kazan no intervino para nada en el mismo. Eso es algo que sólo conseguiría a partir del formidable éxito de público y de crítica que supuso LA LEY DEL SILENCIO (1954).
LOS ACTORES:
Sólo una pequeña objeción al, por otra parte, espléndido reparto, aunque esta pertenece al terreno de los gustos y de las afinidades.
A pesar de ser el actor que más veces ha trabajado con Kazan (EL JUSTICIERO, UN TRANVÍA LLAMADO DESEO, LA LEY DEL SILENCIO y BABY DOLL) Karl Malden nunca ha sido un intérprete por el que sintiera un especial aprecio. Reconozco que está bien en el papel de Mitch pero es un actor que no me llena.
Subjetividades aparte, creo que fue un gran acierto que fuese Vivien Leigh y no Jessica Tandy quien encarnase finalmente en la gran pantalla a Blanche DuBois que como tan atinadamente indica el querido compañero mad dog earle bien podría ser una descendiente de la Scarlett O’Hara de LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ (1939) y la plantación Belle Reve un trasunto de la mítica Tara.
Es una lástima que Kim Hunter, quien sufrió duramente en sus carnes los azotes de la Caza de Brujas y ello a pesar de ganar un Oscar por esta película, no tenga una presencia mayor en la pantalla porque de esta forma queda un tanto desequilibrado el triángulo de amor y de odio que forman Blanche / Stanley / Stella.
De hecho, alguna de las mejores secuencias están protagonizadas por ella, con especial mención a aquella en la que Stanley suplica su perdón a gritos después de haberla agredido y ella acude a su llamada bajando parsimoniosamente las escaleras y reflejando en su rostro a la vez el deseo y la furia.
Y, por supuesto, el portentoso trabajo de un casi debutante Marlon Brando (recordemos su participación previa en la nada despreciable cinta de Zinnemann), seguramente una de las interpretaciones más memorables de la Historia del Cine.
La espléndida química que se establece entre el trío de protagonistas es, sin lugar a dudas, una de las grandes bazas de la película.
Y dado que Stanley/Brando es el agujero negro al que se ven irrevocablemente atraídas tanto Stella como Blanche, es incomprensible que su extraordinaria interpretación no fuese galardonada al igual que la de sus compañeros.
- EL PERO -
Antes de encarar el último bloque y dado que no sabía exactamente dónde incluirlo he preferido añadir un aparte para comentarlo.
Nunca he entendido el por qué de la violación de Stanley a Blanche que todos sabemos que procede de la obra de teatro de Williams.
Lo menciono porque a pesar del carácter brutal del personaje este nunca ha manifestado por su cuñada más que el desprecio más absoluto y, desde luego, el menor atisbo de atracción y/o lujuria hacia ella, alguien diametralmente opuesto a su esposa.
En ese sentido es más lógico el final de la película y no sólo porque servía para acallar a la censura sino porque un acto tan salvaje no podía tener otra respuesta que el ostracismo por parte de su esposa que además acababa de dar a luz.
EL ÉXITO:
UN TRANVÍA LLAMADO DESEO fue el mayor éxito hasta la fecha en la carrera del director.
Aunque la película se llevó 4 Oscar en 1952, superando así su récord de 1948 con LA BARRERA INVISIBLE (3), lo cierto es que no pueden compararse aquellos a estos puesto que incluían los dos más importantes: mejor película y mejor director.
Además la Academia al centrarse básicamente en el aspecto interpretativo (Leigh, Hunter, Malden) salvo la puntual referencia a la escenografía (Day y Hopkins) obvió las innovadora puesta en escena del director, la cual tendría una influencia decisiva en todas las adaptaciones posteriores a la gran pantalla, tanto de las obras de Tennessee Williams como las de otros escritores.
La película además se convirtió en la 5ª más taquillera del año con unos formidables 4.250.000 dólares (ver Variety, 2 de enero de 1952).
Desde luego, en este caso la calidad de la película va pareja tanto al éxito de crítica (especialmente el reconocimiento de sus pares) como al de público.
Sin embargo, la carrera del director no sería siempre un camino de vino y rosas como veremos ya mismo en su próxima película, la espléndida ¡VIVA ZAPATA! (1952) y que el propio director calificaba incongruentemente, al menos desde mi modesto punto de vista, como “anticomunista”.
VALORACIÓN FINAL:
Como vengo haciendo al final de cada comentario y para facilitar(me) la labor a la hora de establecer el definitivo hit-parade del autor, posterior al test de empatía Voigt-Kampff del incombustible Alex Fletcher, adjunto mi listado por orden de preferencia:
UN TRAVÍA LLAMADO DESEO > PÁNICO EN LAS CALLES > LAZOS HUMANOS > PINKY > LA BARRERA INVISIBLE > EL JUSTICIERO > MAR DE HIERBA
Buenas tardes, y buena suerte.
ADENDA I:
“Un tranvía llamado Deseo” (1947) de Tennesee Williams.
EUA:
Nueva York (Ethel Barrymore Theatre):
Del 3 de diciembre de 1947 al 17 de diciembre de 1949 (855 representaciones)
Elia Kazan // Jessica Tandy / Marlon Brando / Kim Hunter / Karl Malden
- Programa de mano original de la función neoyorquina -
Reino Unido:
Londres (Aldwych Theatre):
Del 12 de octubre de 1949 al 19 de agosto de 1950 (326 representaciones)
Lawrence Olivier // Vivien Leigh / Bonar Colleano / Renee Asherson / Bernard Braden
- Programa de mano original de la función londinense -
ADENDA II:
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Última edición por Alcaudón; 10/11/2020 a las 19:24
Documentadísimo comentarior, Alcaudón, as usual.Un par de comentarios y una pregunta:
A mí me pasa algo parecido. Incluso aquí, en el papel de Mitch, estando bien, hay algo en la interpretación que no me acaba de encajar bien con el personaje, aunque mi mayor objección, esa "sorpresa" cuando ve a Blanche bajo un foco de luz, provenga de la obra. Quizá sea porque Malden tenía un aspecto rudo, y yo me imagino que Mitch es en el fondo un hombre más frágil. De todas maneras son objecciones muy sutiles, "filant prim" como decimos en catalán. Lo que me resultó interesante, y ya lo dije en mi comentario, es que en los extras Malden diga que Mitch odiaba a la madre. Supongo que es de esas técnicas muy del Método de interiorizar el pasado del personaje más allá de lo que diga el texto.
Pienso que la violación cobra sentido como impulso definitivo que lleva a Blanche a caer en el abismo, tiene un cierto valor instrumental. Fue un tema muy controvertido en su día, incluso he leído que hubo críticos que daban por merecida esa agresión sexual a causa del comportamiento "provocador" de Blanche (vaya, como lo de la famosa sentencia de la minifalda).
En cuanto a si es más lógico el final de la película o de la obra, ya dije, y mantengo, que creo que la película es más incoherente, porque Stella pasa de decir que no puede aceptar lo que le ha dicho su hermana, porque si lo hiciera no podría vivir con Stanley, a dejar al marido al final. Puestos a dejarlo, ¡créete a tu hermana! En la obra, en cambio, sigue con la "comedia" de no creérselo, al menos de cara a la galería, aunque en el fondo se intuye que tiene claro que es cierto. Yendo un poco más allá, podríamos pensar hasta qué punto la propia Stella celebra la agresión de su marido, una forma de venganza sobre su sofisticada y pretenciosa hermana, y una forma radical de volver a su vida ideal, en que Stella se pliega a Stanley para seguir gozando de las "luces de colores" que esté le hace ver.
Y la pregunta: ya que has investigado sobre el montaje teatral, leo en la edición de la obra publicada por Cátedra, con traducción y comentarios de Ramón Espejo, lo siguiente: "La nueva obra [refiriéndose a la obra que nos ocupa], cuyo principal productor fue el conocido actor Cary Grant, contó en el reparto con Marlon Brando y Jessica Tandy y permaneció en cartel ininterrumpidamente durante más de dos años y casi novecientas representaciones".En los extras del DVD se comenta que la obra fue producida por Irene Mayer Selznick, esposa por entonces de David O., pero no se dice nada respecto a Grant. ¿El comentario de Espejo es un error?
Alcaudón, review aparte, que me leeré mañana, sin falta, decir que qué gozada esa documentación fotográfica tan buena, esas pruebas de vestuario que me encantan. Gracias.![]()
Mi blog: www.criticodecine.es
No he encontrado información al respecto de la posible participación en la producción del actor Cary Grant aunque bien podría haber invertido dinero en la misma.
En el programa de mano únicamente aparece el nombre de Irene Mayer Selznick.
Probablemente se trate un error del Ramón Espejo del que yo también estoy leyendo su traducción de la obra en la edición de Cátedra.
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