Tema: Elia Kazan: revisando sus películas

Yo no soy partidario de dar valoraciones a las películas pero de cara al famoso test Fletcher me vendrá de perillas para listarlas de mejor a peor aunque ciertamente a veces es difícil ubicar una película por delante o por detrás de otra.

No creo que sea disparatado comparar a Cobb con Nicholson aunque el primero solía ejercer de secundario en comparación del segundo.

Por cierto, nunca me gustó demasiado Nicholson, como he podido comprobar (de nuevo) al ver la incomprensiblemente sobrevalorada EL RESPLADOR del demasiado endiosado Stanley Kubrick.

Iniciado por Alcaudón

No creo que sea disparatado comparar a Cobb con Nicholson aunque el primero solía ejercer de secundario en comparación del segundo.

Por cierto, nunca me gustó demasiado Nicholson, como he podido comprobar (de nuevo) al ver la incomprensiblemente sobrevalorada EL RESPLADOR del demasiado endiosado Stanley Kubrick.

A mi tampoco me gustó demasiado.

Respecto a Cobb, recuerdo otra película en la que hizo un gran papel, esta vez principal junto a William Holden: Cerco de odio (1948), la han pasado algunas veces por televisión, me pareció muy interesante:



En esta ocasión no era el villano, al contrario...

Iniciado por Alcaudón

Por cierto, nunca me gustó demasiado Nicholson, como he podido comprobar (de nuevo) al ver la incomprensiblemente sobrevalorada EL RESPLADOR del demasiado endiosado Stanley Kubrick.

Ya veo que este hilo va acabar sirviendo un poco para todo, empezando para saldar "viejas cuentas", porque este comentario sobre Nicholson, Kubrick y The Shining ya te lo he leído varias veces.
Para seguir con las repeticiones, te replicaré lo de siempre: The Shining es un film que a cada visionado me gusta más (y ya llevo acumulados un montón), Kubrick me parece uno de los grandes (quizá en este caso sí me llevaría alguno de sus films a una isla desierta, y puede que más de uno), y la interpretación de Nicholson me parece magnífica en su exceso.

Es que me he acostado peleón.

Pues Jack acabará apareciendo en este mismo hilo más adelante; vete preparándote, Alcaudón, porque dejará su impronta brevemente Y no dejará a nadie neutro.



Pero el Nicholson de "Chinatown", de "Alguien voló sobre el nido del cuco", de "El honor de los Prizzi" me parece de muy alto calibre y superior, tanto en sus actuaciones como los films, respecto a "El Resplandor".

POR LOS CLAVOS DE CRISTO! quién maquillaba a Brando en ZAPATA y LA LEY DEL SILENCIO lo bordó con hilos de plata....fascinada con los parpados que le adosan y ese maquillaje de ojos...hipnótico. NO
By te way...ya haré mi chorri comentario peero Elia Kazan de momento no lleva ninguna OBRA MAESTRA...
2 estupendas pelis EL TRANVIA y LA LEY y alguna más a reivindicar.
Ya llegaremos a ESPLENDOR espero que no me defraude su revisionado.
La peli es un 8 largooo peero la dejo un pelín atras del tranvía.

Iniciado por cinefilototal

A mi tampoco me gustó demasiado.

Respecto a Cobb, recuerdo otra película en la que hizo un gran papel, esta vez principal junto a William Holden: Cerco de odio (1948), la han pasado algunas veces por televisión, me pareció muy interesante:



En esta ocasión no era el villano, al contrario...

En La canción de Bernadette era el doctor. Eso sí, caracterizado

Iniciado por mad dog earle

Ya veo que este hilo va acabar sirviendo un poco para todo, empezando para saldar "viejas cuentas", porque este comentario sobre Nicholson, Kubrick y The Shining ya te lo he leído varias veces.
Para seguir con las repeticiones, te replicaré lo de siempre: The Shining es un film que a cada visionado me gusta más (y ya llevo acumulados un montón), Kubrick me parece uno de los grandes (quizá en este caso sí me llevaría alguno de sus films a una isla desierta, y puede que más de uno), y la interpretación de Nicholson me parece magnífica en su exceso.

Lo veía venir, mad dog. El amigo Alcaudón es un provocador nato. Al final, terminaremos tirándonos los trastos a la cabeza unos a otros Es broma
Por aquí, otro admirador de Kubrick. Aunque tengo que admitir que su cine lo veo de tarde en tarde. Una al año. Un año fue 2001, otro, La naranja mecánica (esta me dio un guantazo en toda la cara, porque no me esperaba ver varias cosas)...

Iniciado por Otto+

Pues Jack acabará apareciendo en este mismo hilo más adelante; vete preparándote, Alcaudón, porque dejará su impronta brevemente Y no dejará a nadie neutro.



Pero el Nicholson de "Chinatown", de "Alguien voló sobre el nido del cuco", de "El honor de los Prizzi" me parece de muy alto calibre y superior, tanto en sus actuaciones como los films, respecto a "El Resplandor".

Podrá gustar más o menos, pero hay que reconocer que es un personaje en si mismo. Desde luego, en los Oscar siempre era la atracción de la cámara, y lo ponían en primera fila centrada, esperando sus reacciones.
En Mi vida es mi vida también hace un gran papel, un tanto amargado y en Alguien voló sobre el nido del cuco, todo el mundo diría que es el auténtico paciente, un paciente real en la película, por lo que no tuvo que actuar. Magnífico.
en casa, además, nos gusta mucho, porque lo hemos visto de hecho, muchas veces, como astronauta en La fuerza del cariño y como maniático escritor en Mejor imposible. Ambas de James L. Brooks, a quien admiramos a partes iguales mi amigo Guillermo y yo.

A mí EL RESPLANDOR me chifla,Nicholson incluído que siempre hace de él...pero tiene mucha gracia el tío ahí congelao y demás.Me gusta hasta doblada por Veronica Forqué y no sé quién más..

Hoja de ruta de visionados:

- Hoy: MANK (2020) de David Fincher y a través de Netflix.

- Mañana: AL ESTE DEL EDÉN (1955) de Elia Kazan (¿hacía falta decirlo? )

- Pasado: THE HITCH-HIKER (1953) de Ida Lupino o LA MOMIA (1959) de Terence Fisher o los dos capítulos finales de AHP/TAHH o...

Por supuesto, si antes el cielo no cae sobre nuestras cabezas...

... claro que eso no va a pasar...

... todavía...

Ve física y emocionalmente descansado a ¨Al este...¨

Film duro. Maravillosa, otra Obra Maestra...Pero extenuante....

¿Y qué me dices de la banda sonora?

Yo la pintura, la escultura y la fotografía la veo por la mañana. La música y las películas tarde-noche.

La banda sonora es música...por la noche....

Iniciado por Alcaudón

¿Y qué me dices de la banda sonora?

Maravillosa. Por cierto, Leonard Rosenman, otro neoyorquino de Brooklyn, se estrenó en el cine ese 1955 con Al este del Edén y Rebelde sin causa. E hilando con el Kubrick que comentábamos antes, recibió uno de sus dos Oscar como compositor de la música de Barry Lyndon.

Iniciado por C.Bethencourt

Yo la pintura, la escultura y la fotografía la veo por la mañana. La música y las películas tarde-noche.

La banda sonora es música...por la noche....

No está nada mal el plan. En mi caso, sin embargo, siempre es buen tiempo para escuchar música. Ahora mismo, mediodía, estoy con la banda sonora precisamente de Al este del Edén y me recuerda un poquito a la de Un tranvía llamado deseo.

Hablando de música, estoy dando las últimas pinceladas a mi comentario de East of Eden escuchando "Bone Machine" de Tom Waits. Durante esta tarde lo publico, porque antes lo he intentado y he tenido algún tipo de extraño problema con el foro, que no me ha dejado acabar el proceso de publicación.

Es una banda sonora, que yo recuerde....Muy enfática.

Me acuerdo sobre todo de la escena del techo del tren, y luego hay mucho enfásis en la escena de los bloques de hielo...

Es una obra muy enfática en sus funciones extradiegéticas, que suma a lo en´fatico de Kazan, y el dramón del texto. Es intensa...

Que es demasiado intensa?...Es que la obra es así...

El caso es que excelente en todos los aportados artísticos y técnicos. Vamos, que tiene nivel Netflix...

Iniciado por mad dog earle

Hablando de música, estoy dando las últimas pinceladas a mi comentario de East of Eden escuchando "Bone Machine" de Tom Waits. Durante esta tarde lo publico, porque antes lo he intentado y he tenido algún tipo de extraño problema con el foro, que no me ha dejado acabar el proceso de publicación.

Por cierto, el tema que abre ese álbum, The earth died screaming, aparecía en 12 monos.

Iniciado por tomaszapa

Por cierto, el tema que abre ese álbum, The earth died screaming, aparecía en 12 monos.

Y este, "Goin' Out West", se ha popularizado como sintonía de algún programa televisivo (de cuyo nombre no puedo acordarme).




Y perdón por el off topic... uno más.

También aparecía el Goin´out west en El club de la lucha.

Al este del Edén (East of Eden, 1955)



Con East of Eden tienen inicio varias cosas en la obra de Kazan: es su primer film en color, con el veterano Ted McCord tras la cámara; es su primer film en cinemascope; y es su primer film como productor ejecutivo (aunque lo de “An Elia Kazan Production” ya aparecía en On the Waterfront),



además de ser el primer film como protagonista de James Dean, algo que ha marcado sin duda el devenir de la película. También hay repeticiones: vuelve a contar con la financiación de Warner, como en A Streetcar Named Desire, y a colaborar con John Steinbeck, como en Viva Zapata!, aunque en este caso se limita a la adaptación de la novela del mismo título del escritor californiano, estando el guion firmado por Paul Osborn.

Leí hace muchos años la voluminosa novela de Steinbeck (de la que tengo un recuerdo un tanto difuso), en una edición de 1984 de Orbis, en dos volúmenes que sumaban casi 700 páginas. El guion del film solo utiliza el tramo final de la obra, introduciendo además notables modificaciones. Por poner algunos ejemplos, la madre de Cal, Kate, se suicida en la novela, o el hermano, Aron, cae muerto en los campos de batalla de Europa. Además, hay un personaje muy importante, el cocinero cantonés Lee, que está presente de manera decisiva en la escena final, con Adam postrado en lo que probablemente será su lecho de muerte. Osborn/Kazan eliminan por completo este personaje (sería interesante saber por qué), poniendo en boca de Abra el ruego final a Adam para que se reconcilie con su hijo.

Sin duda, East of Eden ocupa un lugar de excepción dentro de la obra de Kazan, a lo que no es ajena la presencia de James Dean. Puestos a jugar con el calificativo de “obra maestra”, sobre el que hemos debatido un poco estos días, en mi opinión la película se queda un poco por detrás de A Streetcar Named Desire y On the Waterfront, sin negar sus múltiples méritos y puntos de interés.

No menor mérito es el uso del color, desde los luminosos paisajes campestres y el estallido de colores de la feria hasta la lúgubre atmósfera de la habitación de Adam, filmada en un inquietante plano picado al final del film (que me recordó al de la muerte del personaje de Ethel Barrymore en Pinky), pasando por los sombríos ambientes del prostíbulo que regenta Kate.



Hay, eso sí, un uso un tanto afectado de los planos inclinados, supongo que con la pretensión de incrementar la tensión de las secuencias: así, en la larga conversación, en plano-contraplano, entre Cal y Adam, sentados en la mesa del comedor, cuando el hijo le cuenta al padre que sabe que su madre no murió, o, ya hacia al final del film, cuando estalla la discusión entre padre e hijo, después de llevar a Aron al burdel de Kate, en la que Cal le espeta a Adam que ha intentado comprar su amor, pero que ya no lo quiere (aquí Kazan incluye incluso un plano en que la cámara se mueve al mismo ritmo que el columpio donde se balancea Cal).







Otro mérito del film está en su reparto, aunque respecto a Dean tengo sentimientos enfrentados. Por un lado, al verlo, más que a un muchacho de 1917, me parece contemplar a un joven de mediados los 50. Es una sensación que me acompaña durante todo el film, junto a la de que el comportamiento de Cal, tan infantil en algunos momentos, resulta demasiado patético, quizá debido a la forma de interpretar de Dean, diría que capaz de lo peor y lo mejor en la misma secuencia, incluso en el mismo plano. Con todo, es evidente que sin Jimmy la repercusión del film no hubiera sido la misma, y que su imagen en pantalla es, en buena medida, lo que ha convertido la película en mítica.

El resto del reparto me parece perfecto: tanto Raymond Massey, como el estirado y puritano Adam,



como Julie Harris en el papel de la dulce Abra,



o Jo Van Fleet como la inquietante Kate, una mujer que arrastra una tragedia que se manifiesta en su rostro ajado y en sus doloridas manos artríticas.



También me parece magnífica la interpretación de Richard Davalos, como Aron, el hermano “bueno”, y muy de agradecer la presencia del gran (en todos los aspectos) Burl Ives como Sam, el sheriff. Completan el reparto Albert Dekker, como el compañero de Cal en la operación especulativa con las judías; el kubrickiano Timothy Carey como Joe, el empleado de Kate; o Harold Gordon (al que ya vimos en Viva Zapata! en el papel de Madero) como el zapatero alemán.

Por último, pongo también el guion de Osborn en el capítulo de méritos del film. Aunque modificando notablemente la novela de Steinbeck, Osborn consigue que la trama fluya de manera perfectamente engrasada. En este sentido la película puede dividirse en tres bloques bastante claros, en especial el primero y el último. Y no quiero olvidar tampoco la banda sonora de Leonard Rosenman, con la que debutó brillantemente. No soy muy de destacar las bandas sonoras (me fijo más en las que me molestan que quizá en las que me gustan), pero aquí es fácil detectar algunos momentos de gran belleza, de un profundo lirismo.

El primer bloque nos presenta a un joven atormentado de visita en Monterrey (1917), ciudad costera, donde intenta desesperadamente contactar con una mujer que, como descubriremos pronto, regenta un prostíbulo.



Este joven es Cal y lo veremos ir y venir de Salinas, en el interior, a Monterrey y viceversa, viajando subido al techo de un vagón de tren (un magnífico plano, de una enorme fuerza expresiva), con un objetivo: confirmar que esa adusta madame de Monterrey es su madre.



En este primer bloque, de resonancias bíblicas como todo el film, se distingue entre el hijo “malo”, Cal, y el hijo “bueno”, Aron (en una analogía indisimulada con Caín y Abel), mediante la preciosa secuencia del almacén de hielo, donde se nos presenta también a Abra, que será el nexo entre ambos hermanos, a la vez puente para unirlos y objeto de su rivalidad amorosa.

Es en este primer bloque cuando asistimos a la disputa entre padre e hijo “malo” sobre la mentira en que Adam ha mantenido a sus dos hijos durante toda su vida: su madre no está muerta, sino que vive; no falleció, sino que los abandonó. Más tarde, Cal consigue hablar con Kate, aunque nos queda una cierta duda sobre el porqué de la separación y, más aún, por qué Kate ha llevado su vida por ese lado salvaje (como cantaba Lou Reed). ¿Es porque es “mala”? ¿Cal ha salido a su madre y por eso también es “malo”, mientras que Aron se parece a su padre y por eso es “bueno”? ¿Es tan sencillo delimitar lo bueno de lo malo? Este es sin duda el núcleo argumental del film.

El segundo bloque desarrolla diversos hilos que desembocarán en un final explosivo. Por un lado, sabemos de los intentos, un tanto ingenuos y utópicos, de Adam por congelar las verduras (esas lechugas que se pudrirán en un tren frenado por la nieve), en que el padre se muestra ilusionado casi como un niño. Para compensar la pérdida del padre, Cal invertirá 5.000 dólares, que consigue de su madre, en una operación especulativa con judías, esperando que el estallido de la guerra haga subir el precio de venta (un rasgo “malvadamente capitalista” del hijo díscolo, que parece comprender mejor que el padre el funcionamiento de la sociedad que habitan). Por otro lado, asistimos a la relación entre Abra y Cal, en que la muchacha cada vez se va mostrando más atraída por el hermano de Aron.

Y, finalmente, estalla la guerra, con sus alegres desfiles de soldados, bajo la mirada incómoda de Aron, que se muestra contrario a alistarse para matar enemigos. Junto al fervor militar, también se despierta la xenofobia contra los alemanes, pagando las consecuencias Gustav Albrecht, el zapatero amigo de la familia Trask. El ataque tumultuoso que sufre Gustav se produce mientras, en paralelo, Cal y Abra se van uniendo más y más en la feria, hasta llegar a ese tierno beso en la noria.



Quizá la fiesta de cumpleaños de Adam, que Cal prepara con un cariño hacia su padre que desconocíamos en él, marca el inicio del tercer bloque y, en definitiva, nos arrastra al trágico desenlace. La forma en que Aron consigue eclipsar el empeño de Cal de conseguir el afecto del padre, mediante la treta de anunciar su compromiso con Abra, entregándolo como su regalo a Adam, nos muestra la cara perversa, envidiosa, celosa y retorcida del hermano “bueno”. Esa victoria de Aron se acrecienta cuando Adam rechaza el dinero ganado por Cal mediante la especulación con el precio de las judías, en un momento extremadamente doloroso, que en mi opinión Dean está a punto de hacer fracasar por una interpretación exageradísima, patética. Quizá el personaje lo requiere, pero un poco de contención en el actor creo que beneficiaría el resultado.



Pero Cal tiene una manera de vengarse de su hermano: acabar con sus certezas morales mostrándole el destino de su madre, en qué se ha convertido. Con ello consigue destrozar a Aron, en un clima final, in crescendo, que casi tiene un punto de película de terror (esa visita al prostíbulo, en que Cal abre la puerta y muestra a Kate, como si fuera la freak de una atracción de feria, filmada en un plano desde fuera del despacho, con la cámara situada por encima de los actores). El gesto de Aron de romper con la cabeza la ventanilla del tren me ha recordado el espejo roto de A Streetcar Named Desire, como símbolo del desequilibrio mental.



La apoplejía que sufre Adam y que lo postra en lo que probablemente será su lecho de muerte, nos lleva a la magnífica escena final (nuevamente, el rostro con los ojos enormemente abiertos de Massey dan un cierto aire terrorífico al film). Y con ella a la duda de si se produce o no la reconciliación entre padre e hijo, puesto que no oímos el susurro de Adam. Un lento travelling de retroceso que va elevando la cámara sobre los actores, deja a los personajes sumidos en el acongojante ambiente mortuorio de la verdosa habitación paterna, hasta el fundido en negro final.



Me doy cuenta que mi comentario ha resultado, en el fondo, más positivo de lo que creía. Quizá porque me parece un excelente film, aunque haya algo, quizá los excesos de Dean (a la vez virtud y defecto de la película), quizá cierto exceso de evidencias en el juego entre el bien y el mal, quizá el uso demasiado enfático de los planos inclinados, que no me acaban de gustar, de ahí que la situara un poco por detrás de las anteriores “obras maestras” de Kazan (a las que, no obstante, no les ahorré algunas críticas). Con todo, un gran film, sin duda.

La próxima entrega será Baby Doll, con la que volveremos al blanco y negro, a Tennessee Williams y al Deep South. La primera y diría que única película con aires de comedia de Kazan, film que no me gustó la primera vez que la vi. Veremos qué me ofrecerá la revisión.

AL ESTE DEL EDEN

Según Kazan se trata de su film más autobiográfico, entiendo que el alter ego de Kazan es el fucker James Dean verdad?, concepto, el de fucker, que Abra (Julie Harris) no para de recordárselo en todo el film, eso si algo más sutil que servidor. Es difícil analizar el film por separado de James Dean, ya que éste está en casi todo el minutaje del film, aunque voy a intentar separarlo para que mi chufla de reseña no nade sólo en una piscina de vinagre.

Una pregunta para empezar, lo de poner OVERTURE en un film que razones tenía? podría ser para que los espectadores acabaran de entrar a la sala? para alargar el minutaje del film?, ya que mínimo los 3-4 minutos ahí estaban, eso si suelen ser bellas escenas, pero sobre todo en la época de ahora, innecesario. Encuentro más lógico los minutos de intermedio en films de larga duración, ya que en esa época ya existía los problemas de próstata relajada. Ahora mismo recuerdo que si que había un Overture en la muy buena la conquista del Oeste, y no recuerdo más, aunque apostaría que lo que el viento se llevó también las tiene. Cuando decidieron suprimir esta práctica?

Esa introducción con la borde Jo Van Fleet en el banco y su posterior desplazamiento hacia su casa, todo muy panorámico lo he encontrado bello de ver, y le sumas el poderío visual que tiene un Cal deambulante pues queda una pieza la mar de compacta. Y ahí empieza el desfile de los personajes principales, la familia Trask y Abra, la novia. Aaron el hermano guay con su novia, interpretado por un correcto Richard Davalos, aunque me huele a cuota de cantante en el casting, por lo menos tenía pintas de ello. Ese retrato familiar que hace Kazan encuentro que es lo mejor del film, junto a Abra, una excelente interpretación por parte de Julie Harris, que su grado de enamoramiento depende de la compasión que sienta, o sea Aaron al final le parece demasiado sano y se va a por un más bipolar Cal; lo mejor de esto es que ella consigue (junto con Kazan) que el espectador no vea que sea un enamoramiento sólo físico, que hubiera sido lo fácil, sino que huele el sufrimiento y se muestra cómoda en la compasión, un diez para ella sin duda, aunque el peso dramático del film es la relación aceptación entre Cal y el padre, y la colateral relación con Aaron, que a sus ojos pasa de ser el pobre hermanito a un rival temible, aunque irreal, dado al posicionamiento inmovible del padre. Sólo en la escena final, con el padre ya casi muerto del disgusto y Cal consiguiendo una hipotética aceptación, o quizá dicha aceptación salió sólo del universo propio de Cal y ésta no se acabó por producir?, podría ser ya que la cabezonería del padre es extrema y posiblemente incluso inquebrantable a las puertas de la muerte o al estado vegetal. La gran lucha de Cal, parece, que es la de ser querido por su padre, y dicha imposibilidad que el mismo palpa, consciente de ser un segundón, hace que una parte de él proyecte su furia, la imagen de un inadaptado, como resultado de dicha no aceptación del padre, tiene el contradictorio resultado en los otros miembros del entorno en forma de compasión, ya sea del hermano (en su inicio del film) y la de Abra, que se va gestando a fuego lento hasta la explosión final. Cuando todo parece que al final el padre va estallar de orgullo, vuelve a sacar el látigo y fustigar verbalmente a ya un desquiciado Cal, y como consecuencia un tocado y hundido general familiar; el desenlace de todos es más propio de un film de terror, ya sea conceptual como a nivel cinematográfico, ya que la escena del padre postrado en la cama con ese fondo verdoso oscuro y con es hipotética aceptación, le sumas a la última escena de Aaron, con la cabeza fuera y sangrando de una ventanilla del tren, con el cristal coqueteando con hacerle una guillotina, y esa sonrisa de locura ida total, es sencillamente espeluznante, y para mi, a niveles de escenas, la mejor del film, a nivel actoral ya lo he dicho, la Harris, aunque Jo Van Fleet creo que ganó el oscar a actriz secundaria, incluso siendo secundario tiene muy poco peso escénico, mucho más conceptual eso si, sinceramente queda bien así, pero me hubiera gustado a nivel personal algo más de peso en el personaje de Van Fleet.



Y que no me gusta del film, pues ya lo he ido anunciando, James Dean, su histrionismo puntual me saca de quicio, ya que alterna escenas potentes muy bien resueltas y ejecutadas, pero ya sea entre medio, al principio o al final deja su sello histriónico desacompasado, que me descoloco, me irrita y me afea una escena, por ejemplo la de la Noria, que en un momento parece tan adulto para que después se comporto como un niño de 11 años, o en la misma introducción nombrada, cuando sigue a su supuesta madre y es avistado, este reacciona con un disimulo de tarjeta roja directa, en frente de la casa como silbando y mirando para arriba, diciendo no verbalmente como un pasaba por aquí, claro al ser la introducción pensé “pero que mierda hace éste”, y además al tener un revisado reciente del film, para aún más atención en estos gestitos impulsivos, sobreactuados y en que, muchas veces, no le dan sentido a lo que está diciendo. La escena del cumpleaños del papi, es el auge total de rabieta de 11 años. Siempre he odiado del cine clásico las sobrereacciones en personajes mayormente femeninos de despecho, enfado, desolación, siempre con unos tempos de movimientos tan marcados, que transforman una escena potencialmente dramática en un mecanismo prefabricado de manual, y esto es lo que sucede con la reacción de James Dean, curiosmanete la parte inicial muy conseguida, con esos ojos inyectados de rabia, furia a la par que desolación pero lo estropea con sus bailoteos espasmódicos, lo siento no me gusta, ya se que muchos diréis que no es para tanto, para a mi me ha resultado muy molesto, en un film realmente muy interesante, y al ser un personaje que acapara mucho en el film, le resta, para mi, demasiado con sus prontos, he enocntrado un personaje muy molesto de ver, y ojo, según Kazan la mejor interpretación de Dean, bueno era 1/3, no era muy complicado. No le recuerdo muy bien, y ahora si que me lloveran las hostias (hay mucho Rayista por aquí), pero al ver Rebelde sin causa, el cual parece una continuación del personaje de Cal, tuve la misma sensación de que el film y concretamente él, estaban sobrevalorados, y que Natalie Wood y cualquiera que compartiera pantalla con él, le daban dos buenas hostias interpretativas.



Por cierto ojo a las contradicciones que he encontrado de Kazan sobre James Dean, en su libro lo alaba y lo pone por encima de Brando, argumentando que Brando siempre estaba tenso, en un reportaje del film en un fotogramas de la edad de piedra de un artículo de Jorge de Cominges, escribe que Kazan pensaba de J.Dean: “ Dirigir a James Dean era como dirigir a Lassie. Le tenía que echar la lección, aterrorizarle, halagarle, tocarle el hombro o darle golpecitos a la espalda, era tan instintivo y tan estúpido en algunas cosas”; madre mía que diría de Brando entonces!!!!!!. También sale muy mal parado, para mi un fantástico Raymond Massey, el cual Kazan tampoco sentía mucho respeto por él, dice en el artículo que Kazan forzó a Dean a blasfemar ya que en las escena de los bloques de hielo, ya que Dean no lograba irritar lo suficiente a Massey, así que con un par de blasfemias (Massey era muy religioso y puritano) logró el resultado buscado.

Y el cierre breve, un muy buen film con un actor principal que no es de mi gusto para nada y entiendo que desvirtua el resultado total del film.

Cuanto texto con vinagre Alex... mucho mas que los míos... Me he leído las dos críticas pero por encima, porque del argumento no me acuerdo demasiado bien, y no quiero tragarme spoliers...

Por cierto, "Rebelde sin causa" nunca me pareció gran cosa, ni siquiera la tengo en bluray... en cambio recuerdo a Dean como lo mejor...
La verdad, mi memoria ya no es lo que era, pero como veo tantas películas pues se me va a veces la olla...

Ayer "¿Angel o diablo?", antes de ayer "La ley del silencio", hace un par de días "Vive como quieras", el domingo pasado "Krakatoa, al este de Java"... son muchos fotogramas mezclados (que no agitados) en mi cabeza.

Los valores narrativos, dramáticos están comentados en muchos estudios sobre esta obra maestra....



Mis apuntes, sugerencias y preguntas técnicas sobre el film.

- Además del Cinemascope, un Color excepcional....De fuertes contrastes, con ambiente perfectamente recreado en un pueblo costero, pero, no húmedo, tan cálido. No hay que confundir los saturados....Toda la película establece una amplia gama de colres quebrados que hacen disfrutar cada fotograma como pinturas de enorme calidad.

Es un continuo Singer Sargent y Anders Zorn...Una maravilla.


- Para mí el mejor uso del plano holandés de la Historia. Con ese movimiento de ¨Tentetieso¨ que contrarresta la acción del columpio. Una vez visto el ¨truco¨, claro.....Obvio. A toro pasado...

Pregunta: ¿En que otro films habeis visto ese recurso de movimiento de cámara curvilineo para mantener el plano holandés?...

Doy pistas: es de los 90´s.