Puede que el primer detonante serio al margen del clásico de Neal fuese "20.000 leguas de viaje submarino", que tiene por primera vez un reparto potente ya consagrado (en 1942, como ancestro distante, Piratas del Mar Caribe -reparto histórico, aún en formación, pero histórico- y con otro octópodo legendario). Revestidos del halo autoral de Julio Verne las películas de corte fantástico atraen nombres de mayor enjundia del mundo de la interpretación.
Y luego se encuentra el paradigma de Charlton Heston, nombre importante para comprender la evolución de Hollywood; del cine espectáculo bíblico-histórico a la ciencia ficción. Y por supuesto la aparición de autores como Ray Bradbury o el éxito televisivo de Twilight Zone.
Ray Milland a comienzos de los sesenta ya estaba envuelto incluso en la dirección de películas un tanto distópicas (Pánico infinito, 1962). En 1959 se me ocurren dos films de ambientación postnuclear: "La hora final (Stanley Kramer, y repartazo) y "El mundo, la carne y el diablo", antecedente de "El último hombre vivo" y con relación interracial de por medio.
Y en general, tras el magnicidio de Kennedy, la manifestaciones en pro de los derechos para las minorías (Luther King) y el auge de la cultura pop, personalizada en Marty McFly
, las parábolas de la "Guerra Fría", e, importante, ya con la censura atenuándose, ya nada va a volver a ser lo mismo lógicamente.