En Alcalá también había un Gigante, y era ENORME, cientos de pelis, a veinte duros todas.


La grandeza del videoclub es que se nos abrieron las puertas del cine, junto a los estrenos había centenares de pelis que no las conocía ni la madre que parió al director, entrar al videoclub era un viaje fascinante a lo desconocido.

Hoy vas y son todo las pelis de hace 6 meses, y te alquilas las que pasaste de ir a ver al cine. No hay lugar para la sopresa.

¿Y las carátulas pintadas, eh?

>O esos títulos que jamás JAMÁS veremos remasterizados en formato digital.

Muy cierto. Yo mismo tengo pelis en VHS, adquiridas estos últimos años, que ni salen en la IMDB ni encuentro info en ningún lado!