A mí me parece que todo eso (el monólogo, los momentos familiares) es precisamente lo que da equilibrio y hace más interesante la película. Humanizar al personaje, que no se convierta en una caricatura. No sería creíble que fuera un monstruo en cada minuto de su vida. Es lo mismo que las escenas de Hitler con Eva Braun o con sus perros en El Hundimiento. Resulta más real, y por lo tanto, dan más miedo. Demuestra que seres humanos que son capaces de tener sentimientos pueden llegar a cometer las mayores atrocidades.
El presentar los motivos que tiene un personaje para hacer lo que hace no es justificarlo.