Marty, rollo va...
En
Jurassic Park, Marty, ocurre algo muy similar a
Jaws , si bien no con un motivo musical concreto; si te fijas, la mayoría de set pieces centrales alrededor de ataques de dinosaurios -ataques directos, me refiero- carecen de música . Hay, claro, mucha musica de acción (y muy buena), alrededor de la persecuciones y huidas, más fomentando la tensión que la espectacularidad, incluso con graves y amenazantes coros masculinos secundando el viento metal.
No obstante, esta primera entrega de la saga se caracteriza más por sus elementos humanistas; el tema principal, solemne y aventurero cargado de
sense of wonder , representa más lo insignificante del hombre frente a la naturaleza y la fascinación de nuestra especie por los dinosaurios
resucitados, siempre desde nuestro
punto de vista. Así el amable y bonachón tema de brontosaurio contrasta de manera evidente con la amenazadora, opresiva y agobiante musica asignada al Rex, si bien al final se equilibrarán ambas músicas, sugiriendo Williams la dualidad de la naturaleza, bella y terrible al mismo tiempo.
Es una partitura rica y variada, dinámica, exquisitamente bien utilizada en la película y que equilibra a la perfección los momentos aventureros con aquellos de terror por los desconocido, dramáticos y de acción. Un clásico moderno, en mi opinión, donde después de haber parido esa cumbre referencial que es
Hook (cercana al ballet, una de las mejores creaciones de todos los tiempos, y así aparece referenciada en múltiple bibliografía) , Williams no se acomoda y potencia la planificación visual de su amigo de la mejor forma posible.
Anecdota: Hay un tema concreto de la banda sonora, denominado
Stalling Around por Williams en su manuscrito orignal . El nombre y el estilo de la composición musical hacen referencia a Carl Stalling, compositor inventor del mickeymousing (la orquesta imita y sigue milimetricamente los movimientos de los personajes, si se resbalan o se caen hay un golpe de efecto orquestal), y responsable de la totalidad de los cortos y series de animación clásica de la Warner desde los años 30 hasta su fallecimiento, varias decadas después. Max Steiner usó esta técnica en su seminal King Kong -del que hablaré más adelante- por ejemplo, al final, donde las tubas hacen las veces del sonido de los aviones sobrevolando alrededor del gorila.
Spielberg sabía que la escena a la que acompaña requería un tono irónico, juguetón y algo bufo, ligero, de rápidos fraseos. Williams había usado mickemousing a raudales en Hook (recordemos, concebida como un ballet), pero el director quería otro tono dentro de ese estilo.
Respuesta de Williams:
There they go go go (1956)
Spielberg: ?¿
Williams:
Spielberg:
Por su parte,
The Lost World, fue una cosa completamente diferente. Spielberg quería desmarcarse por completo de la primera entrega y rendir homenaje a las Monster Movies clásicas... con las que Williams (y más tarde el mismo), habían crecido. De modo que cuando Spielberg le puso como referencia musical el
Kong de Steiner (1933) o al
Godzilla del 54, a Williams se le dibujó una gran sonrisa en la cara.
La partitura es, raro en Williams, acción non stop desde que empieza hasta que acaba, casi dos horas de musica de musica percusiva, tribal, rítmica en vez de melódica -también raro en Williams- descarnadamente agresiva en su contundencia del viento metal y en definitiva, una salvajada con todas las letras. Maravillossamente escrita, es una gozada (también por raro), escuchar a Williams desmelenarse de esta manera.
En su segunda mitad, cae descaradamente en el terror, mostrándo a los dinosaurios como seres poderosos y terribles que un día habitaron la tierra. Se abandona por completo el carácter aventurero y humanista de la primera entrega - de hechos sus músicas apenas se referencian salvo en los créditos, así, se opta por crear un nuevo tema principal-, e incluso se pasa de puntillas por los resortes dramáticos del relato; se está rindiendo homenaje a todas aquellas películas de serie B, y nos estamos di¡vistiendo con ello. El climax final posee ciertas connotaciones satíricas, cómo incidiendo en lo desproporcionado y ridiculo de semejante situación.
Por último, tampoco existe musica para la perspectiva humana del relato, como si ocurría en la primera entrega, sino que todo pone empeño en reflejar a los dinosaurios como criaturas acestrales que no deberían haberse traído de vuelta, y el
Hell on Earth que provocan. Cómo en la anterior entrega, en este caso hay referencia explicita en un tema de la banda sonora a Max Steiner, principal influencia del estilo musical de la película :
En resumen, rara avis en la carrera de Williams, que a ratos funciona como sátira /parodia de las partituras para las Monster Movies clásicas (¿cómo la propia película?).
Tremendamente infravalorada, cañera y muy divertida.
Me apetecía contarte mis impresiones, compañero. Espero que te guste.