Seguro que tú sabrás más que yo en lo tuyo.
Un abrazo.
Seguro que tú sabrás más que yo en lo tuyo.
Un abrazo.
Con gente "defendiendole" asi a veces dan ganas de pasarse al otro lado. :inaudito
En fin...
Interesante debate, el del resto. Obviamente, Spielberg nunca sera Fellini y viceversa. Pero ese "viceversa" es lo q la gente omite. Cosas del cristal con que se mira.
El sentimentalismo (no barato, para mi, la mayoria de veces) es intrinseco a su cine. Es intrinseco a su persona, me temo. Igual q Lynch desvaria. Son asi. Cada uno a lo suyo. Y lo mismo con esa conexion comercial con la platea. Eso no ha de ser ni bueno ni malo. Simplemente es.
Última edición por Elliott; 22/01/2008 a las 18:41
Al hilo de estos dos enfoques ante el cine (hay muchos más, pero vamos a centrarnos en las actitudes que podíamos llamar 'director de Hollywood' y 'director europeo') me viene a la memoria un ejemplo con el que se puede entender más claramente lo que digo.
Saving Private Ryan está considerada como una de las mejores películas de Spielberg. Sigue el recorrido, durante la II Guerra Mundial, de un escuadrón en busca de el soldado Ryan por las circunstancias que todos conocéis, y se centra fundamentalmente en la peripecia de Miller, su capitán, interpretado por Tom Hanks.
Treinta años antes, en Europa, el director galo Jean-Pierre Melville rodó una película sobre un grupo de la Resistencia francesa en esa misma guerra, L'armée des ombres, personalizándolo en la figura de su jefe, el ingeniero Gerbier, que interpretó Lino Ventura.
Una misma guerra, dos anécdotas, dos personajes. Aquí se acaban las similitudes. Mientras la película americana empieza y termina con muestras de emocionado patriotismo (¡esa bandera, esas lágrimas del veterano!) y muestra a los americanos (los buenos) en acciones heroicas como el desembarco en la playa de Omaha y el asalto a la instalación de radar, la francesa no permite ninguna simpatía por nadie; desde el principio queda claro que hay una guerra, y que los dos bandos tendrán sus razones, pero son tan criminales unos como otros. La razón ha dado paso al animalismo, lo que sea con tal de matar antes de que te maten.
Saving es un film con amplios escenarios, espacios abiertos, mucha luz natural. Sus protagonistas tienen miedo, pero también un acusado sentido del deber, y sus críticas a la decisión de los mandos son, en el mejor de los casos, irónicas pero no airadas. En L'armée, por el contrario, toda la película discurre en la oscuridad, incluso la campiña francesa está teñida de una luz neblinosa; el grupo de resistentes desconfía de todo el mundo dentro de su sórdido anonimato, incluso entre ellos. Las acciones son siempre inmediatas y brutales, ya sea con el enemigo o dentro del grupo. Reina en toda la película un deje de desesperanza que incomoda al espectador.
Imagino que al final de Saving Private Ryan, los americanos saldrían del cine con su patriotismo a tope. Yo sólo puedo decir que cuando la vi en un cineclub a principios de los setenta, L'armée des ombres me dió un mal rollo total, y que cuando la he vuelto a ver en DVD hace unos meses esa sensación de desesperanza sobre la condición humana se ha, si cabe, multiplicado.
Pero, ¡qué extraordinaria película! Sólo un director como Melville, que perteneció a la Resistencia, pudo plasmar con tanto realismo lo que fue esa guerra oculta que se libró durante la ocupación nazi; y sólo un maestro del cine pudo producir ese horror que conserva la cinta incluso hoy en día. Y todo ello, manteniendo durante todo el metraje un ritmo lento pero tenso que no decae en ningún momento. Spielberg logra con el desembarco un comienzo espectacular, de lo mejor que ha filmado, y las escenas finales de la batalla en el pueblo también están muy conseguidas. Pero la película decae en muchos de sus tramos intermedios, que se te hacen pesadísimos, hasta que llega al desenlace.
Los números cantan y no mienten: Saving Private Ryan ha sido vista por cientos de millones de personas más que L'armée des ombres; ha producido cien mil veces más beneficios; y siempre será más conocida que el film francés. Pero estoy seguro que hay miles de aficionados que consideran a ésta última una forma superior de cine (no hablo técnicamente, sino en cuanto al planteamiento de la historia) y la prefieren sin dudar a la cinta de Spielberg; yo soy uno de ellos.
It's not personal, Sonny. It's strictly business.
¡No tienes ni puta idea, hombre!yo soy uno de ellos.
PD: Es broma, es broma...
Leonardi, olé.
Y La lista de Schindler no es ni por asomo de lo mejor de Spielberg. Se le pueden poner pegas a toneladas. Sin provocar infartos a nadie.
O2
Pues yo creo que no ha entendido ni por asomo Soldado Ryan. ¿Película bélica gloriosa? ¿Una película en la que venden una misión absurda en la que no cree ni el rescatado? ¿Orgullo patriótico donde? ¡Si no puede haberlo! ¡No hay misión heróica! ¡Todo es un disparate!
Grande el judío, again.
Si lo de la misión absurda se entiende muy bien... y está bastante recalcado por si acaso, claro, pero la queja está en cuanto a prólogo y epílogo.
O2
Por supuesto que la entendí. Pero son dos temas distintos: la misión es una estupidez, y Spielberg deja claro que es una estupidez y que los soldados lo saben; pero no por ello el tratamiento de la misión en particular, y de la película en general, deja de ser como he dicho.
Searching sí ha entendido mi postura.
It's not personal, Sonny. It's strictly business.
"Salvar al soldado ryan" es junto a "senderos de gloria" mi película de guerra favorita. En mi opinión, Leonardi, has simplificado demasiado a la película. Vemos la guerra desde el punto de vista de los aliados, si, pero en ningún momento se ve (o yo por lo menos) patriotismo de ninguna clase. Nunca oí decir a un soldado que quería luchar por su país. Es simplemente una misión que les ha tocado cumplir (a la fuerza) y que están desando acabar para volver a casa con sus mujeres o simplemente seguir con su vida. (citando al capitán Miller). Lo de la bandera...Yo lo veo más pictórico que patriótico. Yo he estado allí, y la presencia de la imponente bandera americana (recuerda que también se ve la francesa) es indispensable. Y por cierto, no creo que Ryan llore por patriotismo precisamente.
Acciones repugnantes se ven en ambos bandos (recuerda el "no disparéis, que se quemen", y aquellas escenas donde los nazis se rinden y son acribillados por los americanos mientras los insultan y hacen bromas...se ven denigraciones y actos inhumanos por doquier (así es la guerra). No se muestran a alemanes malos ni a americanos buenos (aunque en el subconsciente veamos a régimen nazi como el mal absoluto), simplemente son chavales llenos de odio por el enemigo.
Lo dicho, una peli que roza la perfección. Todo ello con la mejor interpretación de Hanks de sus carrera, una fotografía de kaminski de obra de arte, increíble bso de williams (y cuando lo precisa, porque en las secuencias de guerra todo es crudeza, no hay música), y un sentimiento (no sensibleria) mucho más allá y nada que ver con patriotismos pseudo-pearl harbor y cia.
Me paro porque podría seguir durante horas, y que conste que comprendo totalmente otras opiniones, que en materia de arte todo es subjetivo.
salu2
"Movies are dreams. You grow up being a daydreamer like I did and someday you take those daydreams and turn them into something" Steven Spielberg
Iba a defender mi postura, pero McBain opina más o menos lo mismo que yo y lo ha expuesto de forma genial, me lo ahorro. ;)
gracias macasfaj, uno se expone lo mejor que puede, aunque en ocasiones es complicado ser objetivo en películas que han significado (y significan) tanto para mi. Y en el cine de este señor, tengo unas cuantas...
"Movies are dreams. You grow up being a daydreamer like I did and someday you take those daydreams and turn them into something" Steven Spielberg
Lastima, porque justo hasta ese parrafo final me habias convencido.
RYAN es un gran film belico. Pero es eso, un film belico, aun con los apuntes citados sobre la absurdez de la guerra o q saca lo peor de cada uno (o lo mejor). Spielberg no quiere ir mas alla (hasta te diria q quizas no sabe... pero llegó MUNICH), como han ido otros antes q el. Y, desde luego, es cierto q flaco favor hacen esos asquerosos prologo y epilogo, q dan armas (y nunca mejor dicho, en su poetica ironia) a los detractores del cine del judio.
Lo q tp dire es q es una peli para salir con el patriotismo "a tope", como dices tu...
Pero Munich tiene el mismo problema. El comando israelí parece lleno de objetores de conciencia, con más trabas morales que una monja viendo Gran Hermano. La eterna historia de los buenos y los malos.
Yo no leí la novela en que se basa la película, pero sí otra sobre el mismo tema. Y te puedo asegurar que los israelíes, después de lo que pasó en Alemania, estaban deseando cepillarse a los culpables sin el menor escrúpulo, cuanto antes mejor. Y, de hecho, los persiguieron por todo el mundo como ratas hasta que acabaron con ellos. Con todos menos con uno, que logró salir ileso del atentado.
Comprendo muy bien a Spielberg, que es judío y, por tanto, parte afectada. Pero ningún servicio secreto está formado por hermanitas de la caridad, y el Mossad menos que ninguno. Una vez más, la doble moral: perseguimos a los asesinos y, en vez de llevarlos ante la justicia, los asesinamos, poniéndonos a su altura. Pero lo sentimos mucho, porque nosotros somos muy buena gente.
Te pongo una referencia de la wikipedia:
Las consecuencias
El 5 de septiembre, la entonces primera ministra de Israel, Golda Meir instaba al resto de naciones a reprobar el bárbaro acto criminal. El ataque fue ampliamente condenado por todo el mundo, incluidos significativos personajes árabes como el rey Hussein I de Jordania.
Las autoridades alemanas encarcelaron a los tres terroristas supervivientes y crearon la unidad antiterrorista GSG9 para dar una respuesta contundente en futuras acciones de rescates de rehenes.
El 9 de septiembre, la fuerza aérea israelí bombardeó como respuesta las bases de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Siria y Líbano, ataque que fue reprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Asimismo, una resolución de la ONU de condena de los hechos de Múnich, amparada por los Estados Unidos, fue rechazada.
El 29 de octubre, un avión de Lufthansa fue secuestrado, exigiendo los terroristas la liberación de los tres integrantes de Septiembre Negro presos en cárceles alemanas. Sus reivindicaciones fueron atendidas por las autoridades germanas.
Los hechos acaecidos en Múnich traerían consigo una espiral de violencia por parte de Israel, con el fin de dar caza a los supuestos responsables del acto terrorista. Tras el ataque a la villa olímpica y la posterior liberación de estos tres terroristas, Golda Meir y el Comité de Defensa Israelí dieron órdenes secretas al Mossad de matar, dondequiera que se encontrasen, a los once hombres de Septiembre Negro y del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) que planificaron y organizaron la matanza de los atletas israelíes. Para ello, el servicio secreto israelí creó una unidad encubierta que sería ayudada por las células de información israelíes instaladas en Europa. Esta misión se conocería más tarde como operación Cólera de Dios (o de Mivtzah Za'am Hael en hebreo).
Gracias a la información capturada a la OLP, y a la facilitada por los servicios de inteligencia europeos aliados, el Mossad elaboró una lista de objetivos encabezada por Wael 'Aadel Zwaiter, un miembro sopechoso de pertenecer a Septiembre Negro y que representaba oficialmente a la OLP en Italia, quien sería asesinado el 16 de octubre. La muerte de Zwaiter fue seguida de atentados mediante cartas bomba, que no causaron víctimas mortales, contra representantes de la OLP en Argelia y Libia, contra palestinos en Bonn (Alemania) y Copenhague (Dinamarca), y contra un representante de la Cruz Roja en Estocolmo (Suecia).
El 8 de diciembre, el representante de la OLP en París (Francia), Mohammad Hamshiri fue asesinado mediante una bomba activada por control remoto, la cual estaba instalada debajo de su escritorio. En los tres meses siguientes, cuatro integrantes de la OLP y la FPLP fueron asimismo asesinados en Chipre, Grecia y París.
El 9 de abril de 1973, Israel lanza la operación Primavera de Juventud en Beirut, (Líbano). Los objetivos eran Mohammad Yusuf al-Najjar (Abu Yusuf), Kamal Adwan y Kamal Nasser, todos ellos importantes dirigentes de la OLP. Un grupo de comandos israelíes desembarcó en una desierta playa del Líbano, dirigiéndose posteriormente a Beirut, donde acabaron con la vida de los tres palestinos, cuatro civiles libaneses, tres turistas sirios, un italiano y dejando 29 personas más heridas. A continuación, explotaron el cuartel general del FLPLP en la ciudad y una fábrica de explosivos de Al Fatah.
El 28 de junio de 1973, el argelino Mohammad Boudia, encargado de las operaciones de Septiembre Negro en Europa, fue asesinado mediante un coche bomba en París.
El 21 de julio de 1973, tuvo lugar el conocido como asunto de Lillehammer. Un equipo de agentes del Mossad mató en Lillehammer (Noruega) a Ahmed Bouchiki, un marroquí sin relación alguna con los hechos acaecidos en Múnich, después de que un informador del Mossad le confundiera con Ali Hassan Salameh, integrante de Septiembre Negro. Cinco agentes del servicio secreto israelí, incluyendo dos mujeres, fueron capturados por las autoridades noruegas, siendo juzgados y encarcelados. Posteriormente serían liberados y expulsados a Israel.
El 22 de enero de 1979, el servicio secreto israelí daría finalmente con el paradero de Salameh, asesinándole con un coche bomba.
De aquellos que planearon o ejecutaron la matanza de Múnich, únicamente Mohammed Daoud Oudeh, de quien se dice que fue el que concibió la acción, sigue vivo en Ammán, (Jordania). El 27 de julio de 1981, fue tiroteado en una tienda de Varsovia (Polonia), pero sobrevivió al ataque.
It's not personal, Sonny. It's strictly business.
De todos modos puede defender cualquier película bélica sobre Ryan fuera de la interpretación moral: el guión es patético. Los personajes están muy forzados, caricaturescos, parecen figuras planas y no hay apenas rasgos contradictorios en ellos. Es lo que hace que tenga narrativa de Telefilm. ¡Y eso que hay hallazgos prodigiosos! La elipsis inicial, aún con la familia cutre de tetonas a la derecha (¡Spielberg no tienes clase alguna!), es algo que hace Malick y tenías a medio Dirigido Por erecto.
Oliveira director de la MTV ya
Formalmente, como dices, no tienen nada que ver (cosa a la que se acoge Spielberg siempre y creo que es lo principal para entender su cine). Eso por un lado y, por otro, esa gente pueda considerar lo que quiera, habrá otra gente que no.
Pero me da igual, me parecen dos cimas del bélico absolutas y cada plano de Ryan me invita a una reflexión formal que me deja patidifuso. Enfrentarlas me parece algo absurdo, porque van por dos derroteros totalmente diferentes, igualmente válidos. Luego, allá cada cual.
PD: No vi nada de patriotismo ni vi buenos por ningún lado. Vi de todo en los dos lados y vi una bandera americana DECOLORADA.
Munich buenos y malos? Tampoco lo veo, veo miedos, pero no veo trabas morales ninguna.
De todos modos, creo que Spielberg, como el mismísimo Godard, es un tío para cogerle (y degustarle) del gaznate formal, y a partir de ahí, entroncar con toda su majestuosa obra.
Me parece absolutamente alucinante que se esté juzgando a Spielberg como director... ¡POR EL CONTENIDO DE SUS PELÍCULAS!
Yo es que con lo que me DESCOJONO es con lo permisivo que es el tiempo, para bien y para mal.
Spielberg en todas sus películas tiene revoluciones formales a mares, puntos de vista técnicos gloriosos y un contenido que suele ser hilo conductor. Vamos, lo que hacía media nouvelle vague. Lo que pasa es que está vivo y lo que pasa es que gana pasta. Ni más, ni menos.
Gracias a Dios, viviré lo bastante para verle en su sitio, si no ocurre ningún destiempo.
Es como si nos ponemos a cagarnos en la narrativa artrítica y de traspiés que posee Al final de la Escapada. Y suena a disparate, pero Spielberg es un tío visceralmente técnico y hay que empezarle a partir de ahí, reinventando la capacidad de encuadre y, últimamente, hasta de hombro y diseños de sonido.
Es más, creo que Spielberg tiene varias fases: primero te fanatiza (creo que todos venimos de él, con esta generación), luego te pones a ponerles trabas a contenidos y luego, cuando empiezas a entender del aparato técnico y su uso, te tienes que rendir hasta la evidencia.
Vuelvo a remitirme al cine de HItchcock y sus fundamentos, sin lugar a dudas.
Pero para mí la naturaleza del planteamiento es importante, porque revela la valentía del director. Volviendo a Munich, en este mismo foro se alabaron los huevos de Spielberg por hacer una película sobre el comando del Mossad. El elogio hubiera sido adecuado si hubiera contado la verdad; pero prefirió una historia descafeinada que no se creen ni en Israel (bueno, en Israel menos que en ninguna parte).
Hombre. ésa es una parte. Pero a mí me importa mucho el mensaje de una película, lo que el director quiere decir. Si no fuera así y sólo me fijara en la parte técnica, igual pasaba del cine y me quedaba viendo algún Telediario, que está muy bien hecho.Iniciado por Felix Winter
It's not personal, Sonny. It's strictly business.
La mayor verdad que he leído en todo el santo dia.Lo que pasa es que está vivo y lo que pasa es que gana pasta. Ni más, ni menos.
Las buenas o malas películas no lo son por la moralidad implícita, si así fuese, hacía tiempo que "El nacimiento de una nación" estaría perdida o quemada.
Creo que hay evidentes diferencias entre la narrativa cinematográfica y la realización de un telediario. A lo mejor el problema es que no las ves, por ello, te recomiendo dos libros imprescindibles: "El discurso televisivo" de González Requena y "El cine según Hitchcock" de Truffaut. Verás las diferencias.Si no fuera así y sólo me fijara en la parte técnica, igual pasaba del cine y me quedaba viendo algún Telediario, que está muy bien hecho.
Munich tiene muchísima cafeína y frialdad. De hecho, convenció hasta a los pocos antiSpielbergs que queden.
Y un telediario no está bien hecho, no, un telediario es basura. Y Spielberg no tiene contenidos malos o vacuos, para nada, por Dios...pero nace de su aparato formal...lo mismo que Kubrick, Hitchcock y tantos otros..., tantísimos...
Pero encima gana pasta, el hijo de puta. No me extraña que se le odie.