Una cosa que no me ha gustado del episodio es el momento en que los númenóreanos cargan a galope hacia el pueblo. Puedo asumir que han visto humo, o que siguen un rastro, pero me falta algo ahí para vender mejor esa sensación de urgencia.
Por lo demás, me encanta cómo confluyen muchos elementos, nunca mejor dicho. Los túneles, la empuñadura, las semillas de Arondir, el "rey prometido" que se menciona en el primer capítulo, el mural de la atalaya, la motivación de Adar; han ido a fuego lento pero todo queda razonablemente bien atado. Muchas pistolas de Chekhov han sido disparadas, y todavía quedan un par de puntos que necesitan resolución.
Spoiler: