
Iniciado por
Versta2
Yo, por ahora, me bajo del carro. El capítulo, en su cadencia semanal, se me hace muy bola y aburrida. Prefiero ver a mi ritmo la temporada entera cuando esté disponible. Al tratar tramas, por ahora tan inconexas entre sí, hace difícil empatizar con la historia, con los personajes, no profundiza y se quedan muchas cosas en el tintero, no llegas a entrar. La semana que viene, me imagino, nuevo empuje a la historia de los Enanos en Moria con Elrond, y, el resto, bajo mínimos. Esas historias tan corales se convierten en un "coitus interruptus". Cuanto te metes en una historia, te la cambian por otra. Se hace difícil la complicidad emocional. Y la periodicidad semanal no ayuda, en mi opinión, en ese aspecto.
Nuevamente el pasado (ese "cameo" Elfos/Elrond que se queda en nada) de Arda queda muy desdibujado. Galadriel, para mí, sigue siendo un sumidero. Conforme pasan los capítulos, un personaje menos creíble en su inmadurez, -detallitos como taparse las orejas para que no la reconozcan como elfa (sic)-, que cualquier personaje que le rodea sea mucho más inteligente, pausado, reflexivo, y la deje siempre en evidencia, duele y mucho. La excusa es, bueno, que se trata de su arco evolutivo hasta ser la Galadriel que conocemos (está por ver...). No lo compro, ni me gusta, ni me lo creo. Uno puede tener sed de venganza y orgullo (que tampoco me lo creo), pero perder la inteligencia, la sutileza, los modos... Nunca me he creído los personajes que cambian o pretenden cambiar 180º, y menos con el concepto de un Eldar de más de 5000 años. Me huele a excusa, un caso impropio e insólito en una gran Noldor. Aun así, si aceptamos pulpo como animal de compañía, el personaje, en sus manierismos y convencionalismos y tópicos, me interesa cero.
Y sin embargo, pensándolo bien, la historia podría dar muchísimo de sí. Bien contada, con unos tiempos correctos acorde con que nos encontramos ante un producto de periodicidad semanal... La dirección es horrenda, lo cual demuestra que medios casi infinitos pueden dar resultados mediocres con una mala dirección. Los encuadres son, en muchas ocasiones y cuanto menos, discutibles. La pelea final, con los orcos, es lamentable. El huargo risible, el montaje inconcebible, las cámaras lentas, un recurso detestable. Y me dejo las conveniencias brutales de guion, las frases y situaciones manidas...
Eso sí, bonitas postales de Númenor.