Peter Jackson no tiene nada de las películas o, máximo, un % de explotación. Dicho negocio sólo lo logró George Lucas y en tal caso, amén de que fue en una época donde pudo enredar a la Fox para retener derechos, era el autor; pero Jackson en 1995-1998 (años de negociación con Miramax y luego New Line), jamás tuvo oportunidad, no sólo porque ya era otra época, sino porque el material original no es suyo. Aunque Jackson participó en la producción con su empresa, Wingnut Films, la propiedad compete a New Line.
Se trata de que si quieren hacer referencia a los films en imágenes (no por reciclaje sino por el uso de una referencia visual a X momento, por ejemplo, como se ha usado en series Marvel con el MCU) o en hechos que competen a las películas pero no a los libros, necesitan un pacto con New Line.