Tema: El renacido (The Revenant, 2015, Alejandro G. Iñárritu)

Iniciado por Abuelo Igor

Me temo que si alguna vez en su vida se tropiezan con alguna de Béla Tarr o del tailandés ese con un apellido de 20 letras, caen al suelo muertos en los primeros cinco minutos. Comparado con esos, el mexicano es una combinación de Peckinpah, John Woo y Michael Bay.

Dos directores, Tarr y (supongo que) Apichatpong Weerasethakul que tengo pendientísimos. A ver si un día veo algo de ellos y puedo hacer comparaciones "pretenciosas" con Iñárritu.

Saludos

De Tarr se supone que El hombre de Londres es de las más "accesibles" y me costó un huevo verla. Tropical malady de Apichatpong también se las trae, al menos Uncle Boonmee, por sus elementos fantásticos, es relativamente más llevadera.

En plan "autores lentos y chungos", otra figura digna de considerar (o de despreciar) es la de Bruno Dumont, cuya La humanidad, pese a la dureza de parte de su temática, puede poner a prueba muchas paciencias. Para entrar en el mundo de este director, recomendaría mucho más su ópera prima, La vida de Jesús, con ese ambiente de moteros marginales de pueblo que termina siendo bastante memorable.

Y sin movernos del ámbito francófono, un experto en exasperar al respetable sigue siendo el gran Jean-Luc Godard, cuya última peli hasta la fecha, Adiós al lenguaje, llegó a provocar disputas entre el público de los cines Renoir Plaza de España. Y eso que no se trataba de la versión en 3D.

Iniciado por Abuelo Igor

De Tarr se supone que El hombre de Londres es de las más "accesibles" y me costó un huevo verla. Tropical malady de Apichatpong también se las trae, al menos Uncle Boonmee, por sus elementos fantásticos, es relativamente más llevadera.

Gracias por los comentarios abuelo Igor, de Tarr tengo en casa para ver el citado hombre de Londres (por culpa de la Swinton) y The Turin horse y de Apichatpong tengo, precisamente, las dos películas que mencionas.

Me apunto tus comentarios sobre Dumont. Respecto a Godard tengo bastantes películas de él, pero por ahora sólo he visto Al final de la escapada y El desprecio. A ver si poco a poco veo más de su filmografía (por ahora a ver si sigo con Bergman y con Fassbinder del que estoy ahora con la lata que editó DeAPlaneta).

Saludos

Yo no critico tanto la lentitud de esta peli, pero si el vacío y bueno, pretenciosa es un rato también, igual que Birdman.

En efecto, a mí me han podido gustar películas de autor mucho más herméticas y extrañas, pero son películas cuya extrañeza es auténtica, con auténtico contenido expresado en una forma que puede ser lenta o extraña, pero es adecuada. El problema de El renacido para mí no es ese, es que todo el rollo "de autor" me parece puro artificio, pose, para tapar la pobreza de contenido. De ahí que se me haga larga y aburrida.

Y por otro lado, lo aburrido no siempre va de la mano de lo lento o lo pretencioso. Con Transformers 2 me aburrí como una ostra y no puede ser más rápida y falta de pretensiones.

Iniciado por Marty_McFly

En efecto, a mí me han podido gustar películas de autor mucho más herméticas y extrañas, pero son películas cuya extrañeza es auténtica, con auténtico contenido expresado en una forma que puede ser lenta o extraña, pero es adecuada. El problema de El renacido para mí no es ese, es que todo el rollo "de autor" me parece puro artificio, pose, para tapar la pobreza de contenido. De ahí que se me haga larga y aburrida.

Y por otro lado, lo aburrido no siempre va de la mano de lo lento o lo pretencioso. Con Transformers 2 me aburrí como una ostra y no puede ser más rápida y falta de pretensiones.

No te metas con Transformers 2, que venía en el pack junto a la buena, a la 1

Cierto, Transformers 2 es un coñazo... Pero bueno, Michael Bay es el demonio

Iñarritu me da más miedo que una "troná" y ponérmela a la hora de la siesta fue un ejercicio de alto riesgo, pero acabé rendido y encantado ante un portento audiovisual. Condensado en un injusto titular para el que no la haya visto, podría decirse que es algo así como "El último superviviente" versión extrema y gafapasta.

Dejando las bromas aparte, se pueden destacar muchísimas cosas de ella, empezando por su fotografía, por lo que ya valdría la pena verla aunque no sucediera nada más en el film, por la forma en la que está rodada entre primeros planos, mini plano secuencias y cámara en mano que te hace meterte más si cabe en la experiencia. Una experiencia por la supervivencia, en la lucha contra la naturaleza, contra los salvajes y de la búsqueda de venganza. Las escenas de acción rozan la exquisitez y tiene momentos impactantes de los que perduran en la retina.

Las actuaciones no son menos, aunque más allá de alabar el notable papel de Di Caprio, de los más contenidos que ha hecho, seguramente no de los que más le han hecho merecer el Óscar y siendo justos, en muchas ocasiones limitándose a un moribundo tirando espuma, quisiera resaltar el recital de Tom Hardy.

¿Algún defecto? Pues por ser exigentes y por pedirle más, hablaríamos de pequeños detalles que le privan de ser una obra maestra o algo ya memorable. El más destacable de estos detalles quizá sea su duración, con momentos que parece recrearse en exceso en los paisajes, a lo Terrence Malick y esto quizá te haga zambullirte en un paisaje hermoso, pero te puede sacar de algunos momentos de clímax o bajar los niveles de adrenalina y de agarrarse a la butaca en la batalla por sobrevivir. Aún así, valorar su mérito que pese al metraje no se haga pesada en ningún momento y que estemos, como muchos dicen, ante CINE con mayúsculas.

Nota: 7'7

Iniciado por er_calderilla

Iñarritu me da más miedo que una "troná" y ponérmela a la hora de la siesta fue un ejercicio de alto riesgo, pero acabé rendido y encantado ante un portento audiovisual. Condensado en un injusto titular para el que no la haya visto, podría decirse que es algo así como "El último superviviente" versión extrema y gafapasta.

Dejando las bromas aparte, se pueden destacar muchísimas cosas de ella, empezando por su fotografía, por lo que ya valdría la pena verla aunque no sucediera nada más en el film, por la forma en la que está rodada entre primeros planos, mini plano secuencias y cámara en mano que te hace meterte más si cabe en la experiencia. Una experiencia por la supervivencia, en la lucha contra la naturaleza, contra los salvajes y de la búsqueda de venganza. Las escenas de acción rozan la exquisitez y tiene momentos impactantes de los que perduran en la retina.

Las actuaciones no son menos, aunque más allá de alabar el notable papel de Di Caprio, de los más contenidos que ha hecho, seguramente no de los que más le han hecho merecer el Óscar y siendo justos, en muchas ocasiones limitándose a un moribundo tirando espuma, quisiera resaltar el recital de Tom Hardy.

¿Algún defecto? Pues por ser exigentes y por pedirle más, hablaríamos de pequeños detalles que le privan de ser una obra maestra o algo ya memorable. El más destacable de estos detalles quizá sea su duración, con momentos que parece recrearse en exceso en los paisajes, a lo Terrence Malick y esto quizá te haga zambullirte en un paisaje hermoso, pero te puede sacar de algunos momentos de clímax o bajar los niveles de adrenalina y de agarrarse a la butaca en la batalla por sobrevivir. Aún así, valorar su mérito que pese al metraje no se haga pesada en ningún momento y que estemos, como muchos dicen, ante CINE con mayúsculas.

Nota: 7'7

Yo opino igual. Que la película sea lenta porque se recree en el paisaje, en sus pensamientos y en la supervivencia, a mi no me molesta si está bien hecho y la fotografía es sublimente, sus pensamientos tienen mucha razón de ser al pasarlas canutas y pasarle lo que le pasa y la supervivencia me gusta como está tratada.

Por fin fui al cine a verla durante las vacaciones! No quería entrar mucho en el hilo, aunque ya había leído bastante sobre ella
En líneas generales, me ha gustado. No es una mala película, porque tiene escenas brillantes, pero se aleja bastante de ser una obra maestra, y después de darle muchas vueltas, en mi opinión, el verdadero problema de la película es el montaje (y no me refiero a metraje, que también le sobra)
Técnicamente, es muy notable, salvo algunas tonterías absurdas, como echarle vaho a la cámara (???). No es un documental, Sr. Iñárritu. El reparto me parece sobresaliente, y la propia dirección del film destaca al mismo nivel, siendo el montaje el verdadero lastre del film.
Estoy seguro de que con el material rodado, un buen montador (dejando fuera al director) hubiera rozado la obra maestra. La constante e innecesaria alusión al pasado del protagonista, a su mujer, lo que ocurrió con los soldados, etc...sobra (con dos apuntes dentro de un diálogo hubiera generado un misterio beneficioso para la película) Está llena de imágenes supuestamente sugerentes que no sólo no explican nada, sino que generan dudas en el espectador. Ahí es donde el director peca de pretencioso y recibe las bofetadas de muchos por sus coqueteos autorales. Alguien cercano a él debería ponerle los pies en el suelo, dejándolo sólo, como a su protagonista, en medio de Alaska con una barra de pan y una botella de agua Si después de una semana sigue con vida, a lo mejor reconduce su carrera
Por quedarme con lo bueno, el comienzo es magistral, y está salpicada de grandes momentos que no voy a destripar. Lo que cuenta, pues lo hemos visto en multitud de películas, pero aporta una visión sobre la vida extrema en esos tiempos, en tierras sin civilizar, de una fisicidad impactante. Muy acertado también el reflejo de la forma de vida y las relaciones entre todos los humanos que habitaban esas tierras (tramperos, cazadores, tribus indígenas, soldados franceses y americanos, etc...)
Saludos
PD.: Muchos quitan importancia a ese "recrearse" por lo bueno que tiene la peli, pero precisamente esos defectos en el montaje hacen menos bueno lo bueno que tiene El renacido (no quiero ser refranero, pero "lo bueno, si breve...)

Iniciado por sunshine

Por fin fui al cine a verla durante las vacaciones! No quería entrar mucho en el hilo, aunque ya había leído bastante sobre ella
En líneas generales, me ha gustado. No es una mala película, porque tiene escenas brillantes, pero se aleja bastante de ser una obra maestra, y después de darle muchas vueltas, en mi opinión, el verdadero problema de la película es el montaje (y no me refiero a exceso de metraje)
Técnicamente, es muy notable, salvo algunas tonterías absurdas, como echarle vaho a la cámara (???). No es un documental, Sr. Iñárritu. El reparto me parece sobresaliente, y la propia dirección del film destaca al mismo nivel.l material
Lo que cuenta, pues lo hemos visto en multitud de películas, nada nuevo. De ahí que critique el montaje, verdadero lastre del film. Estoy seguro de que con el material rodado, un buen montador (dejando fuera al director) hubiera rozado la obra maestra. La constante e innecesaria alusión al pasado del protagonista, a su mujer, lo que ocurrió con los soldados, etc...sobra (con dos apuntes dentro de un diálogo hubiera generado un misterio beneficioso para la película) Está llena de imágenes supuestamente sugerentes que no sólo no explican nada, sino que generan dudas en el espectador. Ahí es donde el director peca de pretencioso y recibe las bofetadas de muchos por sus coqueteos autorales. Alguien cercano a él debería ponerle los pies en el suelo, dejándolo sólo, como a su protagonista, en medio de Alaska con una barra de pan y una botella de agua Si después de una semana sigue con vida, a lo mejor reconduce su carrera
Por quedarme con lo bueno, el comienzo es magistral, y está salpicada de grandes momentos que no voy a destripar. Aporta, además, una visión sobre la vida extrema en esos tiempos, en tierras sin civilizar, de una fisicidad impactante. Muy acertado también el reflejo de la forma de vida y las relaciones entre todos los humanos que habitaban esas tierras (tramperos, cazadores, tribus indígenas, soldados franceses y americanos, etc...)
Saludos
PD.: Muchos quitan importancia a ese "recrearse" por lo bueno que tiene la peli, pero precisamente esos defectos en el montaje hacen menos bueno lo bueno que tiene El renacido (no quiero ser refranero, pero "lo bueno, si breve...)

Yo prefiero esta visión a la típica película de hollywood.

En momentos de zozobra las cosas no tienen porque tener sentido. Si es probable que no lo tenga para uno mismo, para el que está ahí mirando...y porque va a tener que pensar menos en su mujer y en su hijo, si es lo que le alienta para seguir adelante? A mi no me parece que el director sea pretencioso por dejarlo patente en la película. Es que de hecho, sin esa fuerza de las visiones, otro habría caído en cualquier recodo del bosque.

El vaho en la cámara, es otra manera de meterte dentro de lo que ocurre.

Y más meterían al espectador todavía en la película si Di Caprio se gira hacia la cámara y pregunta al espectador: ¿Señores, ustedes qué harían, pueden echarme un cable? El plano secuencia es un recurso narrativo que sí mete al espectador en la acción sin decírselo, pero lo del vaho es como reconocer el engaño y decírle directamente, "oye, que Di Caprio tiene a un cámara delante". En fin, cada uno ve las cosas de una forma. Si a ti te hizo entrar en la peli más aún, pues me alegro, pero a mi desde luego no.
Con respecto a lo otro que apuntas, el misterio es una pieza fundamental de muchas grandes películas de la historia. No explicar ciertas cosas no tiene por qué ser una laguna. Puede ser algo positivo. Opino que también en la vida, pero como diría Moustache en Irma la dulce, eso es otra historia
Saludos

Iniciado por sunshine

Y más meterían al espectador todavía en la película si Di Caprio se gira hacia la cámara y pregunta al espectador: ¿Señores, ustedes qué harían, pueden echarme un cable? El plano secuencia es un recurso narrativo que sí mete al espectador en la acción sin decírselo, pero lo del vaho es como reconocer el engaño y decírle directamente, "oye, que Di Caprio tiene a un cámara delante". En fin, cada uno ve las cosas de una forma. Si a ti te hizo entrar en la peli más aún, pues me alegro, pero a mi desde luego no.
Con respecto a lo otro que apuntas, el misterio es una pieza fundamental de muchas grandes películas de la historia. No explicar ciertas cosas no tiene por qué ser una laguna. Puede ser algo positivo. Opino que también en la vida, pero como diría Moustache en Irma la dulce, eso es otra historia
Saludos

El vaho es como cuando una cámara se salpica de sangre. Te puede gustar o no, pero es otro recurso visual.

Por si no lo sabéis, se ve que aprovechando el tirón de "El Renacido", próximamente también van a editar en Bd la versión de los 70: "El Hombre de una tierra salvaje".

https://www.amazon.es/Hombre-Una-Tie...tierra+salvaje

El Steel en preventa en sanborns.

Vista de nuevo el blu ray,una pasada visualmente,me encanta esta película pero sigo sin entender que significa la escena del meteorito.
Un 10 a esta obra maestra.

Iniciado por bensil

pero sigo sin entender que significa la escena del meteorito.

Por lo que he leído, en esa época cayó uno.

Iniciado por Dr.Gonzo

Por lo que he leído, en esa época cayó uno.

Vamos que no es parte de un sueño,gracias por la aclaración.

Como supongo que muchos otros, la he vuelto a ver en BD y como es normal, se pierde algo ese factor de fascinación que sientes la primera vez que ves esas imagenes, pero al margen de eso me sigue pareciendo un peliculón.
No se me hace larga en absoluto (llegue a oir que la película se podía haber hecho en 90 minutos ) y le perdono totalmente esas (para algunos) muestras de presuntuosidad.
Imagenes maravillosas, ese encuentro del hombre y la Naturaleza salvaje mostrado a palo seco, sin ningún aderezo que nos ayude a pasar el trago, y Tom Brady haciendo el papel de su vida.

Rodé esta película porque quería pasar la resaca de Birdman en un lugar tranquilo…

Bien, echa ya la obligada gracia con mi Nick, debo decir que a pesar de que fue el director mexicano el que inspiró mi elección, no se trata de mi director favorito, y desde luego no me obsesiona en absoluto. Lo mismo con The Revenant, de la que cogí mi imagen de perfil. Por otra parte, ambos, el cineasta y la película, me gustan mucho, pero yo ni siquiera sabría decidirme por mi comida favorita. Tengo mucho que decir, así es que cojo aire y al lío.

Lo que sabemos, lo objetivo, es que es esta una de las películas más aclamadas de los últimos tiempos, por encima de sus nada discutidos 3 Oscar (director, actor y fotografía). A día de hoy, también ha quedado patente que los pocos detractores, sean críticos especializados o público poco convencido, coinciden en sus puntos débiles sean estos perdonables o no: el peso del metraje, el ritmo lento y una historia mínima con problemas para conectar y transmitir a todo el mundo.

Lo imposible de rebatir a “El Renacido”, es que goza de una calidad técnica sublime. Y es que Emmanuel Lubezki rivaliza en protagonismo con Di Caprio a cada plano, nunca mejor dicho. Yo no sabría decir dónde acaba la calidad y dónde empieza el estilo de este director de fotografía que ya entusiasmó en The New World, Children of Men, The Tree of Life, Gravity o Birdman, pero sí sé que su talento es capaz de abrir la boca a espectadores que ni tan siquiera saben en qué consiste su trabajo. Y es que este escultor de luz ha ido cogiéndole el gusto desde hace mucho a la luz natural para dotar sus trabajos de una atmosfera que extrañamente mezcla la belleza poética con el hiperrealismo, unos colores prácticamente inéditos en el cine comercial. El dato, el de que la película está rodada por completo sin luz artificial, se une a la Arri Alexa 65, la cámara digital que le ha permitido captar la baja luminosidad de ese invierno inhóspito con una claridad prístina que el grano de la película de alta sensibilidad enturbiaría irremediablemente. ¿Y qué vemos filmado como si fuese una ventana a otro lugar? ¿Un callejón neoyorkino? Pues no, las más increíbles tierras salvajes en las Montañas Rocosas canadienses, parques nacionales de Alberta, bosques de la Columbia Británica, cataratas de Montana, o incluso Tierra del Fuego en Argentina. Así es como recipiente y contenido cuadran y están a la misma altura, una cúspide. El azul de un atardecer frío, los verdes de la vegetación, los blancos de la nieve, los amarillos y naranjas en el fuego, el agua y muchos cielos. Todo me resulta espectacular. Si la película fuera solo eso, un cruce entre Ron Fricke y Terrence Malick, yo ya la amaría y no podría no querer atesorarla.

Si esa cosmovisión está ahí para subyugarnos, la lente a través de la cual miramos no podría lucirlo más. Normalmente la ubicación de la cámara, los movimientos que esta realiza o la distancia focal empleada son factores que pasan desapercibidos para el espectador medio (aunque inconscientemente sí que influya), a pesar de que estos sean ciertamente correctos o notables, salvo en algunos planos sueltos diseñados especialmente para sorprender. Sin embargo, el director Alejandro G. Iñarritu nos traslada a su historia como si de un sueño se tratase, en cuanto que los ojos con los que miramos son un ente etéreo que corre, gira, vuela, se sumerge, se acerca, y se detiene en los detalles que conforman la acción. Sin cortes, “porque el montaje sería un truco, y lo que vemos está sucediendo realmente”. Como un reportero de guerra, o un documentalista con el don de la oportunidad nos movemos frenéticamente para ser testigos de acontecimientos reservados solo a la experiencia real. Este es el valor de un plano secuencia en “El Renacido”, no el alardeo gratuito, sino el golpe de efecto que junto a la mencionada fotografía resulte en la inmersión total.

Y si el movimiento sorprende, su contrapunto en la paciente quietud nos regala otros momentos fuera de la acción, contemplativos, en los que una belleza primitiva evoca precisamente la hondura emocional que esconde el consabido esteticismo al dejarnos “a solas” en aquel paraje desolador, sin más remedio que respirar el ambiente de una ficción que no lo es. Quizás te conmueva, quizás te haga pensar en la historia que se nos narra, o se discurra por derroteros más personales que te sugieran las imágenes. También hay quien mira el reloj, pero no soy yo.

No podemos olvidar el uso de grandes angulares (hasta los 12mm.), unos ángulos de visión tan amplios que no temen la deformación de la imagen para abarcar los paisajes y la acción de una forma paradójicamente irreal y ubicua. Imágenes que nuestro cerebro interpreta correctamente, pero que si estuviéramos allí no podríamos formarlas sin mirar de izquierda a derecha, arriba y abajo. Personalmente me gusta mucho lo que aportan, en sintonía con la idea del “más real que la vida”.

He mencionado la inmersión al realismo poético que se nos propone, creada gracias a lo que vemos y desde dónde. Pero además del estímulo visual, y por fortuna, el aspecto sonoro camina en la misma dirección. En este punto los agradecimientos son para Ryuichi Sakamoto y Nicolai Carsten (aka Alva Noto), dos artistas del sonido con gusto por la electrónica experimental. Sin duda, una banda sonora atípica en este tipo de films: escasos apuntes melódicos, efectos electrónicos, el uso de los silencios, y una apariencia poco musical, minimalista. Este sonido es lo que siente Hugh Glass (Leo DiCaprio), desasosiego, densidad en el vacío. La falta de grandilocuentes orquestas favorece una sensación más orgánica, con toques oníricos y que alientan la fascinación. Es sutil y no reclama ninguna importancia indebida, pero dirige el tono ominoso de la epopeya y apoya el aura naturalista de la obra.

Creo que estos tres puntos expuestos, trabajo actoral aparte, son los que no han dejado a nadie indiferente y han provocado un “¡GUAUU!” casi unánime.

[Este análisis concluirá en mi siguiente post, donde hablaré de la pretenciosidad, la historia, el ritmo, el vaho en la cámara y algunas cosas más]

Iniciado por Iñarritu

Rodé esta película porque quería pasar la resaca de Birdman en un lugar tranquilo…

Bien, echa ya la obligada gracia con mi Nick, debo decir que a pesar de que fue el director mexicano el que inspiró mi elección, no se trata de mi director favorito, y desde luego no me obsesiona en absoluto. Lo mismo con The Revenant, de la que cogí mi imagen de perfil. Por otra parte, ambos, el cineasta y la película, me gustan mucho, pero yo ni siquiera sabría decidirme por mi comida favorita. Tengo mucho que decir, así es que cojo aire y al lío.

Lo que sabemos, lo objetivo, es que es esta una de las películas más aclamadas de los últimos tiempos, por encima de sus nada discutidos 3 Oscar (director, actor y fotografía). A día de hoy, también ha quedado patente que los pocos detractores, sean críticos especializados o público poco convencido, coinciden en sus puntos débiles sean estos perdonables o no: el peso del metraje, el ritmo lento y una historia mínima con problemas para conectar y transmitir a todo el mundo.

Lo imposible de rebatir a “El Renacido”, es que goza de una calidad técnica sublime. Y es que Emmanuel Lubezki rivaliza en protagonismo con Di Caprio a cada plano, nunca mejor dicho. Yo no sabría decir dónde acaba la calidad y dónde empieza el estilo de este director de fotografía que ya entusiasmó en The New World, Children of Men, The Tree of Life, Gravity o Birdman, pero sí sé que su talento es capaz de abrir la boca a espectadores que ni tan siquiera saben en qué consiste su trabajo. Y es que este escultor de luz ha ido cogiéndole el gusto desde hace mucho a la luz natural para dotar sus trabajos de una atmosfera que extrañamente mezcla la belleza poética con el hiperrealismo, unos colores prácticamente inéditos en el cine comercial. El dato, el de que la película está rodada por completo sin luz artificial, se une a la Arri Alexa 65, la cámara digital que le ha permitido captar la baja luminosidad de ese invierno inhóspito con una claridad prístina que el grano de la película de alta sensibilidad enturbiaría irremediablemente. ¿Y qué vemos filmado como si fuese una ventana a otro lugar? ¿Un callejón neoyorkino? Pues no, las más increíbles tierras salvajes en las Montañas Rocosas canadienses, parques nacionales de Alberta, bosques de la Columbia Británica, cataratas de Montana, o incluso Tierra del Fuego en Argentina. Así es como recipiente y contenido cuadran y están a la misma altura, una cúspide. El azul de un atardecer frío, los verdes de la vegetación, los blancos de la nieve, los amarillos y naranjas en el fuego, el agua y muchos cielos. Todo me resulta espectacular. Si la película fuera solo eso, un cruce entre Ron Fricke y Terrence Malick, yo ya la amaría y no podría no querer atesorarla.

Si esa cosmovisión está ahí para subyugarnos, la lente a través de la cual miramos no podría lucirlo más. Normalmente la ubicación de la cámara, los movimientos que esta realiza o la distancia focal empleada son factores que pasan desapercibidos para el espectador medio (aunque inconscientemente sí que influya), a pesar de que estos sean ciertamente correctos o notables, salvo en algunos planos sueltos diseñados especialmente para sorprender. Sin embargo, el director Alejandro G. Iñarritu nos traslada a su historia como si de un sueño se tratase, en cuanto que los ojos con los que miramos son un ente etéreo que corre, gira, vuela, se sumerge, se acerca, y se detiene en los detalles que conforman la acción. Sin cortes, “porque el montaje sería un truco, y lo que vemos está sucediendo realmente”. Como un reportero de guerra, o un documentalista con el don de la oportunidad nos movemos frenéticamente para ser testigos de acontecimientos reservados solo a la experiencia real. Este es el valor de un plano secuencia en “El Renacido”, no el alardeo gratuito, sino el golpe de efecto que junto a la mencionada fotografía resulte en la inmersión total.

Y si el movimiento sorprende, su contrapunto en la paciente quietud nos regala otros momentos fuera de la acción, contemplativos, en los que una belleza primitiva evoca precisamente la hondura emocional que esconde el consabido esteticismo al dejarnos “a solas” en aquel paraje desolador, sin más remedio que respirar el ambiente de una ficción que no lo es. Quizás te conmueva, quizás te haga pensar en la historia que se nos narra, o se discurra por derroteros más personales que te sugieran las imágenes. También hay quien mira el reloj, pero no soy yo.

No podemos olvidar el uso de grandes angulares (hasta los 12mm.), unos ángulos de visión tan amplios que no temen la deformación de la imagen para abarcar los paisajes y la acción de una forma paradójicamente irreal y ubicua. Imágenes que nuestro cerebro interpreta correctamente, pero que si estuviéramos allí no podríamos formarlas sin mirar de izquierda a derecha, arriba y abajo. Personalmente me gusta mucho lo que aportan, en sintonía con la idea del “más real que la vida”.

He mencionado la inmersión al realismo poético que se nos propone, creada gracias a lo que vemos y desde dónde. Pero además del estímulo visual, y por fortuna, el aspecto sonoro camina en la misma dirección. En este punto los agradecimientos son para Ryuichi Sakamoto y Nicolai Carsten (aka Alva Noto), dos artistas del sonido con gusto por la electrónica experimental. Sin duda, una banda sonora atípica en este tipo de films: escasos apuntes melódicos, efectos electrónicos, el uso de los silencios, y una apariencia poco musical, minimalista. Este sonido es lo que siente Hugh Glass (Leo DiCaprio), desasosiego, densidad en el vacío. La falta de grandilocuentes orquestas favorece una sensación más orgánica, con toques oníricos y que alientan la fascinación. Es sutil y no reclama ninguna importancia indebida, pero dirige el tono ominoso de la epopeya y apoya el aura naturalista de la obra.

Creo que estos tres puntos expuestos, trabajo actoral aparte, son los que no han dejado a nadie indiferente y han provocado un “¡GUAUU!” casi unánime.

[Este análisis concluirá en mi siguiente post, donde hablaré de la pretenciosidad, la historia, el ritmo, el vaho en la cámara y algunas cosas más]

Grande tu aportación :clap

Yo aproveché el Black Friday para comprarla en BD, en realidad esperaba una mejor edición, pero a 7€ no podía dejarla en la estantería y verla por 3ª vez me hace reafirmarme en lo dicho. Prefiero mil y una veces la propuesta de Iñarritu, lubezki, di caprio y hardy, con sus pros y contras, al 80% del cine de Hollywood que se hace actualmente.

Esta película/documental sobre la supervivencia en Bluray es tan sobrecogedor, que pocas veces me han hecho trasladarme a estar tirado en los fríos paramos de la frontera con Canadá, a esos bosques, al agua helada o el deshielo de la mañana al salir el sol.

El vaho en la cámara, confirma esas sensaciones. El sonido de la respiración, de los animales que vemos, de las copas de los árboles movidas por el viento y sin escatimar en nada, la crudeza del ser humano que arrasa donde esté.

En estos tiempos, la crítica, nosotros mismos nos estamos volviendo exageradamente tiquismiquis. Si esta película se hubiera estrenado hace muchos años, obviamente con los medios de otros años pero igual, contando exactamente lo mismo, con su actor principal siendo un Paul Newman, Nick Nolte o de Niro, por decir alguno, tened claro que ya estaría considerada una obra maestra por el tipo de relato que se habría querido contar.

Con esto no le digo a alguien que sea una obra maestra, porque esa valoración siempre es muy subjetiva, pero reconocer al margen de que guste o no, las grandes virtudes que tiene y otras películas no, debería verse muy claro.

Personalmente y después de volver a verla, en VO me parece una película de 10 y será una de esas películas que cada poco tiempo revisaré para volver a sumergirme en esa atmósfera, como me ocurre con la primera media hora de Gravity, que me hipnotiza por completo.

https://www.mundodvd.com/el-renacido...7/#post3921207
[Esta es la segunda y última parte de mi análisis. Anteriormente hablé de la factura visual y sonora.]

Me parece muy curioso cómo muchos de los que tachan a la película, o directamente al director, de pretencioso, seguidamente explican qué deberían haber hecho los responsables para que la película fuese mejor. Es cierto que Iñarritu siempre ha apuntado muy alto, y apuesto a que él mismo sabe desde que concibe el proyecto que el descalificativo fácil será ese. Pero “pretender ser lo que no se es” es el riesgo inherente a cualquier obra creativa, y muy escasas las veces que realmente se consigue al completo lo que se pretende (así se han expresado siempre los más reconocidos cineastas). Sin embargo, cuando un trabajo esforzado, bien planificado, y realizado desde el talento, tiene fallos, a menudo estos son mejores que los aciertos de otros más simples y rudimentarios. Abordar lo inabarcable puede dar resultados insuficientes, pero aportan algo que es imposible sin el intento. ¿Acaso Babel no quiso abarcar mucho? Es obvio que a un servidor le acabó convenciendo la propuesta.

No puedo ignorar que, sobre todo la primera vez que la vi, me pareció que la historia adolecía de cierta frialdad. Me resultó escasa en intensidad dramática y desarrollo de personajes. Pensé que faltaban elementos a los que aferrarse en la narración, o mayor accesibilidad para comprender el significado de elementos que se antojan misteriosos. Y precisamente esos elementos son los que me hacían intuir que sería equivocado juzgarla demasiado rápido como una historia superflua y fallida.

Entonces ¿Está el film por encima de mí? ¿Hay en él alusiones, metáforas o representaciones que se me escapan? Es posible. Y es que, si la historia es a priori sencilla, la profundidad es su fundamento. Podemos encontrar referencias claras al existencialismo (Fitzgerald), al panteísmo (Glass) y mucha miga para análisis más filosóficos y religiosos de lo que es apropiado tratar aquí. En palabras de Iñarritu “The Revenant es una metáfora de la vida, en la que morimos y renacemos muchas veces por muchos eventos" Y es que, aunque es una historia de venganza y supervivencia, es la mística de ambas la que cobra mayor importancia.

Las escenas oníricas, que algunos se han atrevido a tildar de lastre, son parte esencial y sin ellas la película se reduciría, entonces sí, a un convencional ejercicio estético vacío y a la cola de aventuras con viajes iniciáticos en escenarios peligrosos. Quizás eso era lo que esperábamos algunos, y de ahí el malentendido, y la “rabia” manifiesta de otros. Estas escenas son el vehículo para conocer al personaje protagonista, su pasado y su desarrollo personal, que al fin y al cabo es el tema principal.

Además de en los sueños, también fuera de ellos encontramos multitud de metáforas, algunas más evidentes que otras. La montaña de cráneos de bisonte, Glass con uno de esos cráneos puesto en la cabeza (01:19:23), el meteorito, la “más evidente” escena de la iglesia derruida en la que acaba abrazado a un árbol, el montaje que pasa de la exhalación de Glass a las nubes montañosas y después al humo de la pipa de Fitzgerald, la avalancha, la mirada fija a cámara del final, o la interesantísima transformación en un ser que arrastra los pies y gruñe ataviado con la piel del oso, come animales crudos y está furioso por el ataque a su cría.

No estoy seguro si es pesimismo o solo mucha seriedad, pero esta es una historia sobre la relación del hombre contra lo salvaje y lo indómito, sea esto el entorno o lo interno. El entorno está claro, es la primera capa, la película de supervivencia en un medio hostil, el dolor físico. Y lo interno es el ansia de venganza, y lo que representa el personaje de Tom Hardy al completo, que es como un animal a dos patas.

Leonardo DiCaprio tiene poco diálogo, y mucha fisicidad, pero presenta una gama de matices en gestos y emociones (no solo de dolor, como se ha dicho) que transmite un mundo interior perfectamente explícito. Creo que es una actuación difícil e inusual (un tipo de personaje mucho menos visto que el de “El Lobo de Wall Street”), que demuestra elocuencia en cada mirada. El sufrimiento tiene muchas caras, y todas las conoce DiCaprio.

Tom Hardy, sin embargo, tiene un personaje repleto de frases certeras que lo van descubriendo, capa a capa. Es un “malo” sin maldad. Más bien parece no albergar conciencia ninguna. Cree que para sobrevivir no puede permitirse empatía hacia nada ni nadie, es hostil, desconfiado y prejuicioso, fruto de los tiempos que corren. Hay que notar que su papel se ve reforzado por el personaje de Will Poulter, cuya sensibilidad hace destacar la falta de humanidad de Fitzgerald. Hardy tiene una mirada que intimida. Él es el salvaje.

El vaho, el agua, la sangre, los flares. Me sorprende que hayan llamado tanto la atención, especialmente el detalle del vaho en la cámara. Los detractores dicen que es “otra chulería” del director para recordar la dificultad del rodaje, que si es accidental, o que si eso les estropea la suspensión de la incredulidad. Bueno, desde luego va en gustos que consiga el efecto que se pretende, si te saca de la película es una apreciación subjetiva, pero eso no lo convierte en un recurso mal planteado. Esto lo hemos visto mil veces en otras películas, sobre todo los flares (destellos en la lente), y nunca han despertado tanto recelo. La ruptura de la cuarta pared se hace siempre por lo mismo, para crear un vínculo entre quien lo hace (o una escena) y nosotros. Recordemos que el oso, siendo un efecto digital, también echa el vaho en la cámara. Nosotros estamos en el objetivo de la cámara, así que es una manera de tocarnos, de añadir otra capa de estímulo. A mí en esta película me parece muy bien empleado.

Cabe decir que The Revenant no es ningún remake. Eso es de lo que yo estoy convencido. Si bien existe “El hombre de una tierra salvaje” (1971, Richard C. Sarafian, que pocos meses antes nos trajo la gran “Punto límite: Cero”) basada en el mismo acontecimiento, el propio Iñarritu deshecha esa idea porque su película está basada en el libro que Michael Punke publicó en 2002, y a esa historia él mismo le dio otro punto de vista con añadidos importantes como Hawk, el hijo de Glass. Si los hechos históricos (o la leyenda) es el germen, ambas películas serían hermanas, nunca hija una de la otra. La de 1971, con Richard Harris (“Un hombre llamado Caballo”), es buena, pero menor y a mucha distancia de la que nos ocupa. Son muy diferentes en todo.

Sobre el ritmo y la duración nada que objetar. Creo que como esta película se presta a la confusión en cuanto a lo que se espera de ella, si fuese un film puramente de aventuras esperaríamos un ritmo más ágil. Pero el ritmo lento es el que pide la narración donde el tiempo, y la relación de este con el espacio es un elemento importante para lograr la atmósfera y plantear la odisea. El montaje, a pesar de la mentira cinematográfica, transmite bien los ciclos naturales dejando un lugar para cada detalle con coherencia. Nada es al azar, como la limpieza de las imágenes reflejan el vacío, el real y el metafórico. La duración simplemente responde a las exigencias del ritmo y el contenido, a mí no se me hace pesado para nada. Ni siquiera diría que es muy lenta, simplemente lo es para un blockbuster. Y es que Iñarritu ha corrido muchos riesgos en todo, a pesar de que la factura técnica llame a propios y a extraños. Hubiera sido más fácil incluir alguna historia de amor (quizás una mujer esperando a Poulter), más acción, menos sueños, algo de intriga, más linealidad en la trama, que Glass acabe siendo todo lo contrario a cuando empezó, una banda sonora épica que te levante del asiento para aplaudir y que no supere las dos horas. Pero no se ha querido, no es ese tipo de espectáculo, se ha elegido lo que tenemos sin interferencias de grandes estudios. Y luego dicen que “quiere hacer cine de autor”, con desdén.

Incluso los pocos efectos digitales son un ejemplo de buen uso, con mesura. Las inclusiones de algunos fondos montañosos o los animales, a mí personalmente me han parecido perfectas, casi nadie lo señalará con el dedo. Nada intrusivas, muy logradas y perfectamente integradas al entorno real. La verdad es que solo me pareció fuera de lugar unas columnas de humo tras la batalla del principio. El ataque del oso, increíble escena para la posteridad en la que lo más sorprendente es lo veraz que resulta, no solo el oso, si no el ataque en sí.

Yo no sé a partir de dónde una película se convierte en obra maestra, ni siquiera soy amigo de las puntuaciones numéricas. Pero incluso con sus fallos, la dificultad que encuentra para emocionar en ocasiones, no tengo duda de que esto es un PELICULÓN mayúsculo, y no va a dejar de serlo porque pudiera haber sido mejor. Es una apuesta diferente a la mayoría, y a lo que se pueda esperar de ella, y eso yo lo agradezco siempre. Imágenes sublimes, interpretaciones de primer orden, escenas para la historia del cine, y un argumento cargado de espiritualidad. De otras buenas películas puedo dudarlo, pero de esta no, esta es ya un clásico para el futuro. Recomiendo verla más de una vez, varias veces, pues se le va exprimiendo mejor cuando deja de extrañarte su poca convencionalidad.
Creo que me encanta.

Yo en su momento si la vi muy pretenciosa... Es la típica película que te lo intenta restregar todo por la cara y hacerlo evidente pero que en cambio se pone artística y evocadora a la vez. Además de que la historia me pareció simple de cojones y de buenos y malos... La vi bastante estúpida, pero si es un ejemplo de gran producción que no tanto, en mi opinión, de dirección.

Iniciado por Voltaire

Yo no critico tanto la lentitud de esta peli, pero si el vacío y bueno, pretenciosa es un rato también, igual que Birdman.

No podría estar más de acuerdo.

Tanto ésta como Birdman técnicamente son impecables, pero me parece que están demasiado sobrevaloradas.

Revisitada

Visualmente APABULLANTE y el como coloca la camara Iñarritu es SUBLIME y sus actores, tanto Hardy como DiCaprio estan ENORMES.

Lo que pasa es que tiende a intentar ser lista (mucho plano de cielo y tal.. pero no me estas CONTANDO nada, que si, el hombre en un entorno salvaje y hostil, pero poner la camara mirando al cielo no es METAFORA), intenta ser mas de lo que es, ojo, la pelicula es VISCERAL y BRUTA y eso es INNEGABLE: la historia de VENGANZA de Glass es COMPRENSIBLE y su VIAJE tambien, pero ir mas alla de eso (y extenderse a las dos horas y media es DEMASIADO, ya le pasaba en BIRDMAN, lo que pasa es que en esta SI tiene mas interes mas alla de la carta de amor a la profesion del actor, que era BIRDMAN).

BUEN CINE, pero su autor intenta ser mas de lo que es REALMENTE, un buen director.