Hay gente a la que le fastidia que yo gane" - A un día de su posible coronación, reflexiona sobre su año mágico
“Si lo gano, dedicaré el título a mi familia y a mis amigos. Y a nadie más”
Raymond Blancafort / SAO PAULO
25/09/05 03:00 h.De todas las virtudes de Fernando Alonso, la que tiene más 'mosca' a Ron Dennis es que parece invulnerable a la presión a pesar de lo que se está jugando. De hecho, a Fernando le puede más el peso de la fama y la presión mediática que lo que ocurre en las pistas, como si lo segundo es algo que tiene asumido y controlado y lo primero fuera
algo que se le escapa y enturbia las posibilidades de su vida privada y la de los suyos.
Dicen sus allegados que su madre y su hermana no puede salir de casa, que desde hace semanas ha habido periodistas intentando descubrir dónde se celebraría el posible título o que han intentado entrar en el hospital donde trabaja Lorena, su hermana. Y musita que no habrá celebraciones porque la prensa se las ha cargado.
Pero él niega que la presión mediática pueda afectarle. “La llevo bien. Ha sido más o menos como otros años, porque el número de actividades ha sido similar... pero sí que ha habido más seguimiento porque he estado liderando el mundial y todos los eventos han tenido mayor repercusión. Pero la forma de trabajar no ha cambiado”, declara.
Sin embargo, es evidente que la presión de la prensa hace mella en su carácter porque es difícil atender y contentar a todos.
“La prensa la veo como parte de mi trabajo, quizá la parte más peligrosa de mi trabajo”, dice, pero afirma que no miente. “Yo digo siempre lo que pienso y digo la verdad. Quien no lo quiera ver, que no lo vea y quien no me quiera escuchar, que no lo haga. Yo digo lo que tengo que decir. No se puede dar toda la información del equipo porque hay datos secretos”.
La fama no le gusta. Es la parte oscura de su profesión, el peaje a pagar por el éxito, pero le gustaría poderlo evitar, y si pudiera suprimiría su personaje de guiñol de una conocida cadena televisiva. “No lo vi nunca. Creo que es bastante desagradable y, por tanto, no se parece mucho”, dijo.
Alonso ha estado toda la vida solo. De chaval dejaba a los amigos los fines de semana para ir a correr a Italia sin plantearse nada más allá de la próxima carrera –quizá por eso la presión le afecta poco ahora- y por ello dedicará el título a “no mucha gente. Los tres años he corrido solo, con mis cosas, con mi familia y con mi sacrificio. Y si gano el título, se lo dedicaré a mi familia y a mis amigos. Y absolutamente a nadie más”, señala, convencido de que casi todos los que llegarán a hacerse la foto son los mismos que hace no mucho tiempo le ignoraban.
Alonso quiere reir, pero le sale un mohín de fastidio cuando le dicen que algunos pueden sentirse decepcionados si gana. “Seguro. Ya saldrán. No me fijo en lo que dice la gente, ni si este título, si lo gano, es justo o no es justo. Yo lo único que he hecho es lo mejor que he podido. Y si la gente piensa que no ha sido merecido, mejor, porque he ganado injustamente. Me da igual. El campeón es quien suma más puntos, igual que Michael, a lo mejor dijeron algún año que no era el mejor piloto y ganó 7 títulos. Espero que me pase lo mismo”, dice, para concluir irónicamente que “si gano el Mundial no me alegraré por mis aficionados, que ya sé que se alegran. Me alegro por esa gente”, como si, travesura de chiquillo, le gustara fastidiarles. Es normal, significa que el campeón es él y les ha ganado la partida
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