La serie es una gozada por diversos motivos, pero, para mí, está espantosamente escrita.
Se nota que, como muchas series españolas, si no todas, está pensada para agradar a un público demasiado amplio, desde la chavalada hasta la maruja despistada. Solo así se pueden explicar esas subtramas de la secretaria y su marido de cuando Cuba. La serie busca descaradamente el efecto "Aquí no hay quien viva". Crear secundarios y subtramas para todos los targets. Es lo que hay.
Que los personajes de Amelia y Julián solo están para crear tensión romántica para agradar a los viejunos (con toda esa cosa melodramática pasadísima, a lo "Amar en tiempos revueltos"

) es algo que clama al cielo. Mientras que Alonso es el personaje friki para la chavalada (y es un gran personaje, por como conecta lo castizo con lo moderno, sobre todo).
Esto no me fastidiaría tanto si la cosa no estuviera tan descompensada, tan mal escrita. No hace falta ser un genio ni hacer un master en narrativa para darse cuenta que el final de cuarto, con Alonso al ataque, invalida todo el episodio porque lo que hace al final podría haberlo hecho al principio. Y así es un poco el resumen de toda la serie. Dos de cal y otra de arena.
Pero se le perdona todo porque es un encanto.
A tope con el Ministerio y espero que tenga muchas temporadas y que en cada una se vaya evolucionando y refinando hasta alcanzar la gloria.
